Un sonido de goteo llenaba el oscuro pasillo, unos pasos felinos lo acompañaban.
Del rincon mas oscuro del pasillo, en el que parecía haber un recoveco, surge una voz.
- ¿Estas herido? Acercate.-La voz sonaba apagada, temblorosa.. de un lúgubre casi fantasmal. Dudo un momento y entonces, siguiendo con sus pesados aunque silenciosos pasos se apresuro hacia el origen de la voz.
La oscuridad lo cubría todo, era imposible vislumbrar nada; entonces la voz se ollo de nuevo:
- Ambos estamos heridos.. Yo puedo sanar tus heridas y alivianar tu carga.. tu seras el amo de mi vida, sin esa simbiosis no podre continuar.
Estaba anonadado, tenia miedo y a la vez curiosidad.. Sin pronunciar una palabra lo acepto.
Todo se volvió negro, de una oscuridad que no se podía comparar con la del pasillo en el que se encontraban y entonces, algo brillo y cuatro caminos se mostraron ante el.
Ya no estaba herido, ya no estaba solo.. siguió avanzando.. y avanzo.