A veces en los aseos de los bares es posible encontrar pintadas interesantes, el otro día encontré esta, que desconocía, y que no es que me diga nada que yo no supiera, pero me gustó

El unico pez que nada a favor de la corriente es el pez muerto
Solomon Asch fué un psicólogo social que destacó por sus
"experimentos de conformidad con el grupo" en los que demostraba como las personas se conforman con la norma aunque vaya en contra de la lógica y de lo que sería su actitud normal si no se viera condicionada por los demás. En mi opinión es una prueba contundente de la falta de pensamiento propio en las personas en cualquier aspecto y situación de la vida.
El experimento del ascensor
Pasemos a la parte divertida: El "experimento del ascensor" data de 1962, una persona entra a un ascensor y los "complices" del experimento entran también, pero se ponen al revés...veamos que ocurre
http://www.youtube.com/watch?v=Gf2PGZ0m ... r_embeddedLa persona pierde su individualidad y cede a la norma social.
El mismo experimento se ha realizado en la universidad del sur de florida más recientemente:
http://www.youtube.com/watch?feature=pl ... 7jUJUa77kkEs el "paradigma de conformidad Asch"
Solomon realizó otro interesante experimento sobre esto, que paso a resumir de la wikipedia:
Los experimentadores, conducidos por Solomon Asch pidieron a unos estudiantes que participaran en una “prueba de visión”. En realidad todos los participantes del experimento excepto uno eran cómplices del experimentador y el experimento consistía realmente en ver cómo el estudiante restante reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices. El objetivo explícito de la investigación era estudiar las condiciones que inducen a los individuos a permanecer independientes o a someterse a las presiones de grupo cuando estas son contrarias a la realidad.
Los participantes -el sujeto verdadero y los cómplices- estaban todos sentados en la sala de una clase en donde se les pidió que dijeran cuál era a su juicio la longitud de varias líneas dibujadas en una serie de exposiciones: se les preguntaba si una línea era más larga que otra, cuáles tenían la misma longitud, etc. Los cómplices habían sido preparados para dar respuestas incorrectas en los tests y determinar si ello influía en las respuestas del otro estudiante.
Procedimiento
Se reunía a un grupo de 7 a 9 estudiantes en un aula y el experimentador indicaba que el experimento consistiría en comparar pares de líneas. Se les mostrarían dos tarjetas, en una aparecería una línea vertical y en la otra tres líneas verticales de distinta longitud. Los participantes deberían entonces indicar cual de las tres líneas en la segunda tarjeta tenía la misma longitud que el estándar de la primera.
Del grupo de participantes, todos excepto uno eran en realidad cómplices del investigador, siendo el restante (sujeto crítico) el foco del experimento, al cual se le colocó en la posición de tener que dar su respuesta después de haber escuchado la mayoría de las respuestas de los demás. El experimento consistía en realizar 18 comparaciones de tarjetas teniendo los cómplices la instrucción de dar una respuesta incorrecta en 12 de ellas.
En las dos primeras tanto los cómplices como el sujeto crítico respondieron de forma unánime la respuesta correcta. Sin embargo, a partir de la tercera prueba, los cómplices indican intencionalmente una respuesta incorrecta. En ésta, el sujeto da la respuesta correcta al final, mostrándose sorprendido por las respuestas previas (e incorrectas) de los cómplices. En la prueba siguiente la situación se repite: los cómplices dan de forma unánime una respuesta incorrecta y el sujeto crítico disiente dando la respuesta incorrecta pero mostrando un desconcierto mayor. Al repetirse la situación, el sujeto crítico eventualmente cede a la presión de grupo e indica también una respuesta incorrecta.El experimento se repitió con 123 distintos participantes. Se encontró que aunque en circunstancias normales los participantes daban una respuesta errónea el 1% de las veces, la presencia de la presión de grupo causaba que los participantes se dejaran llevar por la opción incorrecta el 36.8% de las veces ¿Vemos nuestra realidad o la de los demás?
El Experimento Milgram
Otro experimento relacionado, fué el que realizó el psicólogo
Stanley Milgram El experimento Milgram tuvo un alto grado de controversia debido a la conmoción que podía causar en los participantes
El fin de la prueba era medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su conciencia personal. Medir "la maldad" en los humanos. ¿Es posible? Es posible.
Copio un párrafo de la wikipedia:
Los experimentos comenzaron en julio de 1961, tres meses después de que Adolf Eichmann fuera juzgado y sentenciado a muerte en Jerusalén por crímenes contra la humanidad durante el régimen nazi en Alemania. Milgram ideó estos experimentos para responder a la pregunta: ¿Podría ser que Eichmann y su millón de cómplices en el Holocausto sólo estuvieran siguiendo órdenes? ¿Podríamos llamarlos a todos cómplices?El Experimento:Hace exactamente 50 años, el psicólogo estadounidense Stanley Milgram, diseñó un experimento único. Fuertemente cuestionado desde varios puntos de vista y de mucha controversia, debido a la conmoción y el trauma que llegaba a provocar en sus participantes.
El experimento buscó determinar, si ciudadanos comunes y ordinarios de su país, eran capaces de llevar a cabo actos de brutalidad y crueldad fuera de serie, contra otros desconocidos. El mismo, constaba de una máquina con una serie de interruptores que activaban choques eléctricos en forma gradual desde 15 a más de 165 voltios desde un extremo de la habitación hacia la habitación de lado, en la cual un desconocido los recibiría en su cuerpo tras contestar equívocamente una serie de preguntas, sin que el primero pudiera verlo pero si escucharlo.
Falsa y previamente se le explicaba al participante que ejecutaría los golpes eléctricos (el maestro), que el experimento se llevaba a cabo para determinar que los seres humanos aprenden mejor y más rápido, mediante un castigo corporal. Además se le aseguraba a quien ejecutaría el castigo que los golpes eran dolorosos a medida que se utilizaba mayor voltaje, pero que no se corría ningún riesgo y por último se lograba convencer al participante de que estaría causando dolor simplemente en pos de un experimento de laboratorio.
Antes de comenzar el experimento, también se le entrega la paga a los participantes y se les aclara que en cualquier momento en que deseen abandonar o terminar el experimento, podrán hacerlo según así lo deseen y sin ningún tipo de problema.El participante cómplice desde el otro lado de la habitación encargado de recibir los choques (el aprendiz) que en realidad no recibe los golpes eléctricos, asegura sufrir de problemas cardíacos y a medida que el voltaje va subiendo, comienza a quejarse de dolor. Al llegar a los 150 voltios, expresa que ya no quiere participar, que siente dolores en el pecho y que cree fuertemente que algo anda mal, reclamando detener el experimento.
Toda la condolencia del aprendiz es escuchada por el maestro encargado de implementar el castigo, no obstante, ante la figura de autoridad del psicólogo presenciando todos los acontecimientos y determinando que el experimento debe continuar de todos modos, el participante continua empleando los choques.
El experimento ha sido recreado en la actualidad.
Del 100% de las experiencias, la increíble cifra del 77% de los participantes encargados de aplicar los choques eléctricos haciendo peligrar la vida de otro ser humano continuaron con el experimento haciendo caso omiso a lo que el atormentado desconocido sufría por su determinación en la otra habitación.
Los maestros encargados de los choques se mostraban confundidos, molestos y asustados, frente a un fuerte shock emocional, sin embargo ante la figura autoritaria del psicólogo, continuaban empleando los choques y hacían peligrar la vida de otro ser humano sin tener en cuenta las consecuencias.
En el experimento también se apreció que de 12 personas, apenas un participante se negó a darle los choques eléctricos como castigo a otro ser humano bajo cualquier circunstancia. Una mujer, quien ni siquiera llegó a dar un solo golpe al aprendiz.
Por último también se demostró que en grupos, cuando el experimento se levaba a cabo entre dos personas y una se negaba a realizar el brutal experimento, la otra de inmediato coincidía en no llevar a cabo el mismo.
En video:http://www.youtube.com/watch?v=YuJ1zn9i ... _embedded#!
http://www.youtube.com/watch?v=L7tVYrRM ... ure=relmfuhttp://www.youtube.com/watch?v=Nb5YLP71 ... ure=relmfuResultados y reacciones al experimento original: -ResultadosMilgram rodó una película documental que demostraba el experimento y sus resultados, titulada Obediencia, cuyas copias originales son difíciles de encontrar hoy en día.
Antes de llevar a cabo el experimento, el equipo de Milgram estimó cuáles podían ser los resultados en función de encuestas hechas a estudiantes, adultos de clase media y psicólogos. Consideraron que el promedio de descarga se situaría en 130 voltios con una obediencia al investigador del 0%. Todos ellos creyeron unánimemente que solamente algunos sádicos aplicarían el voltaje máximo.
El desconcierto fue grande cuando se comprobó que
el 65% de los sujetos que participaron como "maestros" en el experimento administraron el voltaje límite de 450 a sus "alumnos", aunque a muchos el hacerlo les colocase en una situación absolutamente incómoda. Ningún participante paró en el nivel de 300 voltios, límite en el que el alumno dejaba de dar señales de vida. Otros psicólogos de todo el mundo llevaron a cabo variantes de la prueba con resultados similares, a veces con diversas variaciones en el experimento.En 1999, Thomas Blass, profesor de la universidad de Maryland publicó un análisis de todos los experimentos de este tipo realizados hasta entonces y concluyó que el porcentaje de participantes que aplicaban voltajes notables se situaba entre el 61% y el 66% sin importar el año de realización ni la localización de los estudios.
ReaccionesLo primero que se preguntó el desconcertado equipo de Milgram fue cómo era posible que se hubiesen obtenido estos resultados. A primera vista, la conducta de los participantes no revelaba tal grado de sadismo, ya que se mostraban preocupados por su propia conducta. Todos se mostraban nerviosos y preocupados por el cariz que estaba tomando la situación y, al enterarse de que en realidad la cobaya humana no era más que un actor y que no le habían hecho daño, suspiraban aliviados. Por otro lado eran plenamente conscientes del dolor que habían estado infligiendo, pues al preguntarles por cuánto sufrimiento había experimentado el alumno la media fue de 13 en una escala de 14.
El experimento planteó preguntas sobre la ética de la experimentación científica en sí misma debido a la tensión emocional extrema sufrida por los participantes (aunque se podría decir que dicha tensión fue provocada por sus propias y libres acciones). La mayoría de los científicos modernos considerarían el experimento hoy inmoral, aunque dio lugar a valiosos estudios sobre la psicología humana.
En defensa de Milgram hay que señalar que el 84% de participantes dijeron posteriormente que estaban "contentos" o "muy contentos" de haber participado en el estudio y un 15% les era indiferente (respondieron un 92% de todos los participantes). Muchos le expresaron su gratitud más adelante y Milgram recibió en varias ocasiones ofrecimientos y peticiones de ayuda de los antiguos participantes.
Hay un colofón poco conocido del experimento Milgram, reportado por Philip Zimbardo: Ninguno de los participantes que se negaron a administrar las descargas eléctricas finales solicitaron que terminara el experimento (que se dejaran de realizar ese tipo de sesiones) ni acudieron al otro cuarto a revisar el estado de salud de la víctima sin antes solicitar permiso para ello.
Seis años después del experimento (durante la Guerra de Vietnam) uno de los participantes en el experimento envió una carta a Milgram explicándole por qué estaba agradecido de haber participado a pesar del estrés:
Fui un participante en 1964, y aunque creía que estaba lastimando a otra persona, no sabía en absoluto por qué lo estaba haciendo. Pocas personas se percatan cuándo actúan de acuerdo con sus propias creencias y cuándo están sometidos a la autoridad. [...] Permitir sentirme con el entendimiento de que me sujetaba a las demandas de la autoridad para hacer algo muy malo me habría asustado de mi mismo [...] Estoy completamente preparado para ir a la cárcel si no me es concedida la demanda de objetor de conciencia. De hecho, es la única vía que podría tomar para ser coherente con lo que creo. Mi única esperanza es que los miembros del jurado actúen igualmente de acuerdo con su conciencia [...]
Sin embargo, no todos los participantes experimentaron este cambio en su vida. De acuerdo con los estándares modernos, los participantes no fueron totalmente desengañados, y algunas entrevistas de salida indicaron que muchos participantes nunca entendieron del todo la naturaleza del experimento.
InterpretacionesEl profesor Milgram elaboró dos teorías que explicaban sus resultados:
La primera es
la teoría del conformismo, basada en el trabajo de Solomon Asch, que describe la relación fundamental entre el grupo de referencia y la persona individual. Un sujeto que no tiene la habilidad ni el conocimiento para tomar decisiones, particularmente en una crisis, lo cual llevará la toma de decisiones al grupo y su jerarquía. El grupo es el modelo de comportamiento de la persona.
La segunda es la teoría de la cosificación (agentic state), donde, según Milgram, la esencia de la obediencia consiste en el hecho de que
una persona se mira a sí misma como un instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera a sí mismo responsable de sus actos. Una vez que esta transformación de la percepción personal ha ocurrido en el individuo, todas las características esenciales de la obediencia ocurren. Este es el fundamento del respeto militar a la autoridad: los soldados seguirán, obedecerán y ejecutarán órdenes e instrucciones dictadas por los superiores, con el entendimiento de que la responsabilidad de sus actos recae en el mando de sus superiores jerárquicos.
Quien crea que está lejos de estos patrones, que se pregunté ¿Porqué? más a menudo. Cada vez que pones como excusa a una actitud la frase "es mi trabajo" o cada vez que te compras un reloj "pq está de moda" demuestras, de manera totalmente inconsciente, que eres otra
"victima" de la sociedad.
Intentad darle perspectiva a vuestros "ferreos" puntos de vista, simplemente concedeos a vosotros mismos el beneficio de la duda. Os sorprendereis.
Espero que os haya gustado.