El anillo del universo para lelos...13. Dos generales

Tom y sus amigos viajaron a toda velocidad por el tunel interdimensional. Un destello blanco les avisó de la llegada al otro lado. Se encontraban en una ciudad enorme. Los edificios estaban construidos a nivel de suelo y se elevaban en alturas dispares por encima de sus cabezas. La puerta por la que habían salido se encontraba en una cabina de teléfonos. Un sin fin de apresurados transeúntes pasaban ensimismados en sus propios pensamientos haciendo caso omiso de Tom, Pood y Fred.

-¿Esto es Freston?

-Debe serlo

-¿Lo es o no?

-Debe serlo

-Pues no es más grande que la ciudad donde vivo

-Y eso que tiene que ver

-En cierto modo, no lo sé

-¡Mirad-! interrumpió Pood- Ahí parece que hay un puesto de información

Se acercaron y vieron una cabina que ponía "Esto parece un puesto de información". Tenía una pantalla sobre la que iban apareciendo imágenes. y una voz iba diciendo

EN EL ULTIMO CUARTO DE HORA HAN DEJADO LA CIUDAD POR LAS PUERTAS INTERDIMENSIONALES DOS SACERDOTES DE WAKA-MANILA, UN PELOTÓN DEL EJÉRCITO ROJO Y DOS PERRITAS EN ÉPOCA DE CELO. POR OTRO LADO HEMOS DE DAR LA BIENVENIDA A FRESTON A UN HUMANO, UN GORILA Y UN CANGREJO HOMOSEXUAL.

-Anda, si registran todas la entradas y salidas

-Si, Pood, pero ¿dónde habrá un mapa?

-Prueba a pulsar el botón de mapa

Fred lo pulsó y en la pantalla apareció el plano de una ciudad dividida simétricamente en dos por un río. A ambos lados aparecía el nombre de un general. A la derecha el General Rojo, y a la izquierda el general Azul.

LA CIUDAD DE FRESTON ESTÁ DIVIDIDA DESDE TIEMPOS INMEMORIALES POR LAS DOS ÚNICAS Y MÁS PODEROSAS FACCIONES DE LA CIUDAD. CADA DIRIGIDA POR UN GENERAL TIENE EL CONTROL SOBRE SU CIUDAD HE INTENTA IMPONER SU VISIÓN DEL URBANISMO EN LA OTRA MITAD. LES RECORDAMOS QUE ESTÁ PROHIBIDO COMER HELADOS EN TODA LA CIUDAD.

-Anda, ¿y por qué?- dijo Pood que estaba empezando a sacar un helado de su caparazón

-No tengo ni idea, pero pronto no llegarán las respuéstas, creo que vienen a por nosotros

El pelotón militar más extraño que jamás hubieran visto se acercaba a ellos trotando y apuntándoles con sus armas.