(Ding, dong)
- ¡Voy, voy!, gritó él.
Se hizo un silencio.
(Ding, dong)
- ¡Ya va!, volvío a chillar.
Le encantaba hacer esperar a la gente detrás de la puerta. Le hacía sentirse importante. Se preguntaba, quién sería a esas horas, ya que su mujer trabajaba y no esperaba ninguna visita. (Ding, dong)
El timbre le aumentaba el dolor de cabeza con el que se había levantado por la mañana, así que, esta vez, se apresuró a abrir.
(Ding, dong)
Llegó a la puerta, con cierto enfado, y puso el ojo en la mirilla...
Se quedó estupefacto.
Después de ver una sombra negra, fueron apareciendo imágenes... Sus padres, sonriéndole y jugando con él en la casa donde había nacido, luego, la dulce imagen de una niña, la que había sido su primera novia, después, se vió a sí mismo, escapando de una de tantas palizas que le quería dar su padre, también pudo ver a la novia que después sería su mujer... - derramó una lágrima - vió su boda, vió morir a su padre, más tarde, su madre, tendida en la cama, muerta... - su ritmo cardiaco se aceleró y seguía llorando, no entendía nada... ¿por qué veía esas imágenes?- Se volvió a ver, a sí mismo, maltratando a su mujer, después de llegar a casa, como tantas otras veces, borracho... se dio cuenta que ella no había merecido todas las zurras que le habia dado... y pararon las imágenes pero no las lágrimas...
Separó la cara de la puerta, dió dos pasos hacia atrás. No salía de su asombro, sus mejillas totalmente enjaguadas, el corazón latiendo muy fuerte y su cara desencajada... Abrió la puerta...
Tres sonidos, tres balas, atravesaron en un segundo su cráneo, su cuerpo se desplomó...
Tras el último disparo de la pistola, aún salía humo. Ella temblaba, le fallaron las piernas y se arrodilló, no soltó ni una lágrima, simplemente, sostenía el arma. Bajó los brazos, miró alrededor, y después de comprobar que nadie había salido a curiosear, fijó la mirada en la de su marido y dijo: "¿Es esto el amor? Te lo devuelvo como tú me lo enseñaste. Sé que lo que he hecho no tiene perdón, pero sólo quería demostrarte, que te amé siempre y ahora, gracias a ti, este es el resultado de mi amor".
Se fué, sin gesto en el rostro, sin amor, sin odio... vacía.