Bueno, spoiler spoiler...
Los tres mosqueteros se publicó hace hoy 179 años. Por otra parte es ley de vida que todo el mundo muere. Incluso D'Artagnan. Y naturalmente Luis XIV murió también, viejo y enfermo, rodeado de su corte de aduladores. Luis XIV agonizaba y todos a su alrededor lloraban inconsolables. Entonces él les dijo: "pero queridos míos, ¿acaso pensábais que iba a vivir para siempre?"
Todos los seres humanos que nacieron en el siglo XVII hace ya mucho tiempo que han fallecido.
Más importante que el hecho de morir, es cómo murió. La de D'Artagnan fue una muerte honorable para los cánones de su propia escala de valores.
Además, desde un punto de vista literario, debe morir así, como un héroe, con las botas puestas. Para dejar en el lector esa imagen del guerrero valiente y audaz que enfrenta su propio fin con entereza y cuyas últimas palabras son de afecto hacia sus compañeros de armas.
¿Imaginas lo decepcionante que sería que Alejandro Dumas hubiera permitido que D'Artagnan muriese anciano, cargado de achaques, contando viejas historias de sus aventuras, en un asilo de ancianos? No merecía eso.
D'Artagnan muere porque la obra debe terminar, debe cerrarse dignamente. Su historia ha dado para tres grandes novelas. Es una gran vida, y por eso merece una gran muerte. Creo que si a D'Artagnan le hubiesen dado a elegir, entre esta muerte, y morir de viejo, habría preferido la primera sin dudarlo.
No es un spoiler porque incluso antes de leer
Los tres mosqueteros, todo el mundo se da cuenta de que unas personas que vivieron en el siglo XVII ya tienen que haber muerto hace mucho tiempo.