Efectivamente ni el Vista ni el Windows 7 te permiten realizar un formateo lento con el programa de instalación. Eso, sin embargo, lo puedes seguir haciendo con la consola del sistema (o el DOS mal llamado). Lo único que tienes que hacer es iniciar la instalación de Windows 7 y en lugar de pulsar Instalar, pulsas Reparar el equipo; escaneará el equipo en busca de instalaciones de Windows y cuando termine selecciona Usar herramientas de recuperación. Te saldrá un cuadro con varias aplicaciones, entre ellas el Simbolo de sistema.
Abre el símbolo de sistema y ahí escribes:
Format <Unidad> /FS:<Nombre del sistema de archivos> /X
Aquí es donde viene lo peliagudo, pues tienes que
identificar perfectamente la letra de unidad asignada a la partición que quieras formatear pues si te equivocas al cuerno todo. Si suponemos que queremos formatear la unidad donde está instalado el Windows Vista, deberemos identificar la letra que tiene asignada en ese momento. La podemos identificar o bien haciendo un barrido de unidades C:, D:, E: seguido del comando dir para ver su contenido o con el DiskPart, algo más engorroso. Añadir que el entorno de instalación asigna sus propias letras y a lo mejor si existe la partición "Reservada para el sistema" donde está el arranque de Windows, le asignará la letra C:, y la partición de Windows entonces será la D:. De no ser así, la partición de Windows generalmente será la C:.
Asumiendo que Windows Vista esté en C:, procederemos a formatear poniendo:
Format C: /FS:NTFS /X
(/X sirve para forzar el desmontaje de la unidad)
y con eso el PC comenzará a comprobar todos los sectores del disco.
De ahí viene la historia que has oído del "Format C:". Como ves no es tan sencillo como lo pintan y lo más peligroso es que si no dominas los temas de particiones y el funcionamiento del entorno de instalación de Windows, la puedes liar muy gorda.
No sé si me he explicado bien, me he hecho un lío, o directamente me he pasado de listo