Mi perro siempre había jugado con otros perros. Ha tenido una infancia de jugar con cualquier perro que se le pusiese delante.
Pero un día paseándolo con mi otra perra (cócker) nos vino un bóxer blanco (precioso, eso sí) SIN CORREA, SIN BOZAL Y SIN COLLAR.
El mío era muy joven, pero me preocupaba más la perra, mucho más pequeña y vulnerable, además de asustadiza, así que cogí a la mía en brazos y me metí entre el bóxer y mi perro (con 12 años que tenía yo), pa habernos matao.
Y el dueño solo se limitó a arrearle un palo al perro y cogerle del pellejo del cuello y llevárselo tal cual.
Desde entonces, mi perro es agresivo con otros perros y desarrolló muchísima territorialidad, así que esa fue la gracia del gilipollas de turno que se compra un perro pa fardar de lo fuerte que es pero no lo controla.