Dios recién nacido.

Las calles se han dormido
entre murmullos invertidos
entre las imagenes moribundas
de tu cabeza.

Mis sueños adormecidos
mis lágrimas se resecan
recordar lo prometido
es recordar la moraleja.

Y lloraré, recordando el nombre
de todos aquellos que me olvidaron.
Y os llamaré, y lo haré, perdiendo mi norte
sin recordar aquellos que me amaron.

Creo en ti esta noche,
pero despertaré siendo ateo,
sé que mientes, muerde tu nombre
y rapa tu vista al cero.

Me quemas por dentro,
te conozco, eres yo
eres mi frío de niño,
el monstruo en el armario.

Eres el calor de la llama,
eres un sueño desvanecido.
Eres el que desde dentro me llama...
no eres mas que un niño.
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