Totalmente de acuerdo. El problema es que los grandes son más empresas de servicios (cursos de formación, asesorías, etc) que sindicatos como tales, hoy en día. Y por tanto, la figura del sindicalista cada vez se percibe más como un pseudo-funcionario del Estado más.
Los sindicatos deberían deshacerse de esas ayudas estatales, y motivar realmente a los trabajadores para que paguen las cuotas. A día de hoy los sindicatos más combativos, los que mantienen el espíritu, son los minoritarios.
Cosas como lo de que por los despidos de los EREs, los sindicatos reciban un %, resultan vergonzosas a los ojos de muchos currantes normales y corrientes. Aunque luego esos fondos se aprovechen en cosas buenas, pero la apariencia pública no es buena. Como cuando una empresa despide gente a pesar de dar beneficios y ese tipo de cosas. Y si un trabajador no tiene buena imagen de aquellos en quienes se supone que puedes confiar más para que estén de tu lado, hay problemas de fondo...
Ojo, también es cierto que el individualismo en el que cada vez estamos más metidos los currantes normales, hace mucho daño. Hay mucha gente que mientras le llegue para pagar las facturas y el pay per view del fútbol, lo que le pase a los demás se la trae fresca. Y así nos va, claro.