A David Bravo lo he visto mejor otras veces, pero si que parecía el único dispuesto a discutir el tema, y el que quería dar algo de información, porque la historia parecía de seis tíos hablando cada uno de lo suyo.
En fin, que un autor que desprecie así a su público me parece una autentica burrada por su parte que no le va a llevar muy lejos. Eso, o que no son realmente los autores a los que le interesan estas medidas, si no a las discográficas sin las que podrían sentirse desamparados. O que los que están en cabeza, y que ni de lejos representan al resto, están muy acomodados y no les vendría bien que la cosa cambie y tengan que depender de lo que hacen.
Y por cierto, a Enrique Urbizu le pasa algo? Era agua lo que tenía en la mesa?