Corazon de acero. Capitulo 12: Asalto.

CAPITULO 12: Asalto.

La frondosa y húmeda vegetación amortiguaba el sonido de los pasos del comando militar. Uniformados con trajes especiales de campaña, sus formas se fundían y aparecían de improviso entre los arbustos y plantas. Pese a tratarse de ropajes ajustados, llevaban distribuidas numerosas placas de plástico blindado por las zonas vitales del cuerpo. Cada uno estaba equipado con un arma automática y una generosa cantidad de explosivo. El Mayor encabezaba la expedición. Llevaba la cara pintada de negro, lo que resaltaba el blanco de sus ojos que centelleaban inquietos de izquierda a derecha. A escasos metros se abría ante ellos el muro exterior de la colonia de Sufhion. Con un grosor aproximado de un metro, se trataba de un obstáculo difícil de superar. Los escasos puestos de vigilancia que coronaban la muralla se encontraban vacíos a esa hora en espera del relevo. Philips sonrió para sus adentros ante la confianza que aquellas personas tenían en su propia seguridad.
El experto en explosivos corrió agachado hasta la base de la muralla. Apenas bastaron unos segundos para que colocara una cajita de color gris con una luz intermitente en la pared. Los soldados se refugiaron de nuevo en la vegetación a la espera de la detonación. Con un creciente siseo la bomba termal fundió el muro dejando un agujero del tamaño de un hombre adulto. Al parecer nadie había oído nada ni se había activado alarma alguna.
El Mayor Philips dio la orden de entrada a sus hombres. Los incontables años de experiencia le habían enseñado a no dejar ningún detalle a su suerte. El recién abierto agujero comunicaba con una casa abandonada que aprovechaba la muralla de la ciudadela como pared. El sitio estaba sumido en la oscuridad a causa de los tablones de madera utilizados para tapiar las ventanas. Con un manotazo apartó la basura que se apilaba encima de una carcomida mesa sobre la que desplegó un mapa. Todos los soldados se arremolinaron en torno a su líder en espera de ordenes. Su posición actual estaba marcada con un punto rojo y el edificio de la Corporación aparecía señalado en verde. La distancia entre estos dos puntos no superaba los dos kilómetros. Cerca del punto verde se encontraba otro de color amarillo, la palabra “hospital” estaba escrita a mano debajo del mismo.
Ed abrió los ojos para contemplar la nada. Un espacio blanco le rodeaba hasta donde alcanzaba su visión. Poco a poco se fue aclarándose la vista para descubrir el techo de una sala de cuidados intensivos. Cerró los ojos de nuevo tratando de recordar como había llegado hasta allí. Las imágenes del combate en la jungla y el sacrificio de Robert se mezclaron con los recuerdos de Geera entre sus brazos. Trató de levantarse pero comprobó que su cuerpo no le respondía. Respiro profundamente y empezó a mover los dedos de la mano derecha. Un suave hormigueo recorrió su brazo hasta el hombro y dejo escapar un suspiro de alivio. Tenia todo el cuerpo entumecido pero no sentía ningún tipo de malestar.
-Parece que has vuelto con nosotros- le anunció sonriente una enfermera que acababa de entrar por la puerta.
-¿Cuánto llevo aquí?¿Qué me ha pasado?- preguntó Ed.
La enfermera no contestó y se limitó a realizar unos ajustes en el aparato de ventilación asistida. Ed la seguía con la mirada en todo momento, esperando una respuesta. La joven terminó los ajustes y le miró a los ojos.
-Llevas dos días, es todo lo que necesitas saber, ahora descansa. Tu medico llegará en unos instantes.
El sueño se apoderó de Ed, que dejo caer sus párpados para sumirse en un sueño reparador.
Los hombres del Mayor Philips aparcaron parte de su equipo en la casa abandonada y cambiaron sus uniformes. El color gris era ahora predominante, perfecto para los combates de guerrilla urbana. Se encontraban tranquilos, revisaban el armamento e incluso algunos charlaban amistosamente. Su jefe por el contrario parecía concentrado. Estaba sentado en una caja de madera con un ordenador portátil enchufado a una especie de diminuta batería de color negro. Un sonido artificial le indicó que había terminado la configuración de la señal. Apagó el ordenador y lo dejo en el suelo mientras guardaba el pequeño artilugio de color negro en un bolsillo interior. Con un gesto todos sus hombres se pusieron firmes. Philips abrió la puerta que daba al exterior. No se trataba de una calle concurrida pero debían actuar con sigilo.
Un laberinto de callejones, que evidentemente se correspondía con la zona de los suburbios, era el lugar perfecto para deslizarse hasta su meta. Los edificios, si bien no se encontraban en estado ruinoso, estaban abandonados y no era difícil entrar en ellos. A través de callejuelas y ventanas el avance era lento pero inexorable. Apenas fueron avistados por unas pocas personas, que sin duda bastante tenían con sus propios asuntos como para preocuparse de lo que parecía un ejercicio de practicas de las fuerzas de seguridad locales.
-Allí, debemos llegar a la azotea para poder transmitir la señal- la mirada severa del Mayor estaba puesta en el hospital.
Todos sus hombres asintieron y encaminaron sus pasos hasta la última casa de la zona que parecía abandonada. Más adelante las viviendas se encontraban en mejor estado y la gente paseaba por las aceras. Todavía les separaban doscientos metros de su objetivo.
El hospital era un edificio grande, de formas sobrias. La entrada era de cristal, precedida de unas amplias escaleras. Por la parte de atrás se daba paso a las urgencias a través de una zona de estacionamiento de vehículos. La seguridad era mínima. Tan solo un guardia en una pequeña caseta y dos vigilantes armados a la entrada de la edificación. Sin lugar a dudas era más fácil y discreto acceder por la parte trasera y Philips así se lo hizo saber a sus hombres.
Avanzando en fila de a uno cruzaron la calle hasta le verja del aparcamiento, donde uno de los militares rompió los alambres para que los demás pudieran entrar. Actuando como un solo hombre se parapetaron tras un vehículo de rescate. Ahora estaban realmente cerca de la entrada y el siguiente paso sería entrar. Estaban autorizados para causar bajas civiles, si bien deberían evitarlo.
Un doctor de mediana edad caminaba despreocupado por la zona de urgencias cuando un espectáculo poco habitual le obligó a tirar su café al suelo. Diez hombres con uniforme militar acababan de irrumpir en el hospital empuñando armas automáticas. Estaba empezando a montarse un gran revuelo cuando el Mayor Philips elevo su voz entre la multitud.
-Que nadie se mueva de donde esta y no nos veremos obligados a disparar. Mantengan la calma y en pocos minutos habrá terminado todo, literalmente- el veterano le dio un especial énfasis a esta palabra.
Al fondo del pasillo apareció un guardia de seguridad que, alarmado, se llevó la mano hacia la cartuchera de su arma. El hombre que se encontraba a la derecha de Philips dio un paso y apuntó con su rifle hacia su objetivo.
Ed se encontraba profundamente dormido en su habitación cuando un sonido atronador le sacó de sus ensoñaciones. Llevaba el tiempo suficiente en este trabajo como para saber que se trataba de un disparo. El sonido provenía de alguna planta inferior del hospital. Llevándose una mano al costado se incorporó de la cama con una mueca de dolor en el rostro.
Bien, bien, bien, parece que la historia sigue adelante y tu estilo sigue siendo tan bueno como siempre. Nada malo que señalar esta vez, ¿No te quejarás eh?XD.

P.D. "Literalmente"... JUAS, JUAS, JUAS, JUAS, que tranquilizador el joío, pobre gente.
Otros me han gustado más que este y por eso te voy a dar cañita. [bad]

OÑO!; hacen un boquete en una pared de 1 metro de espesor y nadie se entera. :-P [666]

Y muy bien el resto, pero vaya capítulo transitorio 100 por 100, no hay ninguna novedad.. y encima resucitas a Ed justo a tiempo, que casualidad, no? [sati]

Y no sigo que te pongo rojo. [666] :p

Pero claro, como me tienes enganchado pues no puedo parar de leer y con profundidad claro. :)
Me encanta que me critiquen los capitulos (sobre todo porque luego me puedo tomar venganza en los vuestros [poraki]
Lo del boquete tiene su explicacion. Utilizan una granada termal para fundir la pared, con lo cual solo se aprecia un siseo:), no es un KABOOM de esos que tanto gustan en "Jolibud"XD
A ver si este fin de semana cuelgo el siguiente, prometo mas accion...la verdad es que no;)
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