Qué hago aquí en esta ciudad enorme que nos traga como un animal?
La gente pasa, va y viene y ya nadie sabe lo que tiene
En ciernes, viernes o como sea
La marea de lo común nos absorbe.
Esta orbe tan fría, a veces diestra
Se nos muestra muchas veces siniestra.
A veces me creo un ángel o un diablo,
Hablo, hablo y no se escucha, como si fuese transparente.
Eso es mi mente o es mi destino,
Mis trinos ya no son percibidos?
Son silbidos de jaula, prisión,
Que golpean a mi corazón sin pensar
O pensando que luego se irá a acabar.
Llega la noche, llega el hielo, el silencio gran amigo
Está siempre a mi lado, siempre conmigo
Perdigo su alma errante en mi palma
para ver si al final logro un poco de calma.
y llego finalmente a mi pobre alma.