Cada vez que instalamos algún software se nos pide antes la conformidad con un determinado EULA (End User License Agreement ó Acuerdo de Licencia de Usuario). Tan larga y pesada suele ser la dichosa licencia que tú, yo y cualquier otro ser humano normal nos limitamos a pulsar el botón Aceptar, sin ser conscientes de lo que aceptamos.
Aaron McKenna ha recopilado para TG Daily [1] algunas de las barbaridades que asumimos sin rechistar cuando instalamos determinados programas. Hemos resumido a continuación algunos ejemplos...
# No criticar este producto públicamente (Ejemplo: Microsoft SQL Server)
# No usar este producto con productos de otros fabricantes (Ejemplo: Claria)
# Si su ordenador fallece, no es nuestro problema (Ejemplo: Windows XP)
# Podemos cambiar esta licencia y usted tendrá que aceptarlo (Ejemplo: Apple iTunes)
# Le estamos observando (Ejemplo: Pinnacle Studio 9)
# Usted puede piratear con nuestro producto, pero nosotros no sabemos nada (Ejemplo: Musicmatch)
# Santa Rita Rita Rita, lo que se da no se quita (Ejemplo: The Breeder Standard)
Sacado de kriptopolis