Artículo gracioso de Pablo Carbonell.

Pues eso,haciendo limpieza en el disco duro de mi pc, me he encontrado con este texto
del gran Pablo Carbonell.

Lo saqué de noseque web hace al menos 3 o 4 años. Lo he vuelto a leer y me he reido casi tanto como la primera vez que lo leí. [carcajad]

Aquí os lo dejo con la esperanza de que os hecheis unas risas como yo he hecho.

Pablo Carbonell escribió:Tenía yo unos doce años, o sea, hace bastante, cuando en el cine López de Hoyos, hoy convertido en bingo, hubo un corte en la película y se hizo la luz en la sala.

Siempre que se cortaba la película se encendía la luz porque las masas amparadas en la oscuridad eran capaces de los más dispares desmanes, se comenzaba con un silbido colectivo y se proseguía con todo tipo de gracias que, a decir verdad, eran del agrado de la concurrencia, a pesar del tono elevado de las frases.
Se solía empezar con un: "¡Acomodador, que aquí se han cagao!", "¿dónde?", preguntaba el apurado empleado, "en su padre" respondía el gracioso, mientras las filas eran barridas por la linterna del agraviado que recorría el patio de izquierda a derecha como los focos de los campos de concentración.

Cuando el acomodador se dirigía hacia la zona de donde provenía el improperio, se emitía otro exabrupto desde la zona más distante. De esa forma se iba elevando el tono de las frases, hasta que entraban en el juego los personajes más asilvestrados, que a falta de un discurso propio, se limitaban a eructar con una potencia inimaginable en un ser humano, momento en el que aparecían las voces de las "señoras" que, en principio, no tenían mucho que objetar a la procacidad de los insultos, pero se mostraban del todo intransigentes con la transgresión de las normas de urbanidad. "Asqueroso", "qué vergüenza", solían repetir airadas.

Más o menos, esta era la secuencia de hechos hasta que uno de los acomodadores tenía tiempo de llegar al interruptor de la luz, y el happening espontáneo se interrumpía de forma súbita. La llegada de la luz se acogía con un murmullo general, de alivio en unos casos, y de frustración en los que disfrutaban más con el cachondeo que con la visión de la película.

Tras una espera de unos segundos de cortesía por si empezaba de nuevo la proyección, se producía un movimiento generalizado de espectadores como si de un intermedio se tratara. Eran tiempos donde las concentraciones de masas siempre estaban tuteladas por la autoridad, y estos pequeños accidentes se recibían con muestras de histeria colegial.
"¡Acomodador, que aquí se han cagao!", "¿dónde?", preguntaba el apurado empleado, "en su padre"

Qué bueno. Tambien habia una cancioncilla que se cantaba cuando empezaba la pelicula... no la pongo pq me da palo :P

Pablo Carbonell es el puto amo. Porque no se re-hizo el CQC de antaño?
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