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Rossi, el más grande

Superó en la última vuelta a Sete, que estuvo mandando toda la carrera, y revalidó el título en MotoGP, pero con Yamaha

Santi Durán / PHILLIP ISLAND (AUSTRALIA)


18/10/04 03:00 h.Amarga segunda plaza para Sete Gibernau después de haber mandado desde el inicio de una carrera que fue un diálogo entre el piloto de MoviStar y Valentino Rossi, que con su triunfo se proclamó por sexta vez campeón del mundo –cuarta en la máxima categoría–, mientras que Loris Capirossi subía por primera vez en esta temporada al podio.

La carrera no tuvo más historia que la lucha que mantuvieron en la cabeza los dos grandes protagonistas de la temporada. Rossi es, indiscutiblemente, el más grande pese a que este año perdió los nervios a consecuencia de la ya famosa y polémica penalización que le llevó a salir en Qatar de la última línea y que le provocó una caída en la sexta vuelta cuando estaba firmando una espectacular remontada. Ayer corrió con inteligencia, esperando el momento adecuado porque era consciente que su Yamaha –que doce años después de que lo lograse Wayne Rayney volvía a ganar el Mundial– le había dado problemas con las gomas debido a las bajas temperaturas. Ayer el ambiente era más cálido. Valentino se limitó a aguantar el ritmo que impuso Gibernau, la victoria era cosa de los dos.

Cadalora fue incapaz de seguirles y hasta su altura llegó Barros, que fue pasado en el último giro por Edwards, compañero de equipo el año que viene de Rossi en Yamaha. Biaggi acabó en una mediocre séptima plaza y ocupa la tercera plaza del Campeonato, separado de Gibernau por 47 puntos. Carlos Checa fue décimo, Rubén Xaus undécimo y Gregorio Lavilla, decimosexto.

La emoción se vivió en el tramo final de la carrera. Rossi pasó en final de recta a Sete cuando faltaban nueve para el final, pero el barcelonés le devolvió la moneda cuatro vueltas más tarde. Fue un primer ensayo. Algo vio Valentino para echar ese primer tiento; algo en Sete que no iba como Dios manda. Después esperó a la última vuelta para dar la puntilla al de MoviStar, que más tarde explicó los problemas mecánicos que sufrió durante toda la carrera, lo que da mucho más merito a su segunda plaza pese al cabreo con el que llegó al 'paddock'.

A una primera pasada del italiano respondió el español con rabia y valentía en la siguiente curva. Rossi quería llevarse el título ganando en un circuito en el que ya suma cuatro victorias consecutivas en la máxima categoría, para un total de seis (dos en 250 cc). Volvió a pasar a Sete y le ganó por 97/1000, dando rienda suelta a su alegría. Con la moto en marcha limpió cuidadosamente la cúpula y paró para ponerse una camiseta y un casco con el número 46 y la leyenda 'Che specttacolo'. La alegría de los de Yamaha y los múltiples seguidores de Valentino (pagó la mitad del billete a Australia a su madre y veinticinco amigos) explotó en el 'paddock' y un Rossi radiante lo celebró con todos ellos. Gibernau y él ni se miraron ni, por supuesto, se dieron la mano


Saludos