Análisis: Black

BLACK
Por JCS

Imagen Nombre: Black
Desarrolla: Criterion
Publica: Electronic Arts
Plataforma: PS2, Xbox (versión comentada)
Genero: Acción en primera persona (FPS)
Voces: Español
Textos: Español
Calidad de la versión PAL:Imagen






PUNTUACIÓN: 6



Dentro:
  • Ambientación
  • Destrucción del escenario
  • Doblaje, sonido

Fuera:
  • Duración
  • No se puede saltar
  • Puntos de control
  • I.A
  • Desequilibrio en los daños infligidos
  • No hay modo multijugador



ANÁLISIS:


Criterion Software, conocida por su explotado motor Renderware pero más popular entre los jugadores por la aclamada serie Burnout, cambia de género en su nuevo juego dejando de lado su única pero lucrativa franquicia y metiéndose en un género muy reventado, los FPS. De la mano de Electronic Arts nos llega Black.

Los primeros momentos de jugar a Black, posiblemente sean los mejores y más espectaculares, una ciudad en ruinas, coches destrozados, ventanas rotas… Cogemos nuestra arma y vemos a nuestro primer enemigo, disparamos, disparamos y muere, ahí empieza una acción frenética donde vemos que cada bala es útil, al menos por la espectacularidad de los impactos, humo, coches explotando, pequeñas trincheras destruyéndose al impacto de nuestra munición, pero…

Formaremos parte del escuadrón Black-OPS, un escuadrón que trabaja para los EUA en total anonimato, mediante escenas introductorias, muy bien realizadas, pero también cansinas dada la imposibilidad de poder saltárnoslas, nos enteraremos de que va a ir nuestra próxima misión. Habrá misiones donde iremos solos y otras acompañados, todo y que nuestros compañeros serán inútiles, se pueden contar con los dedos de las manos los enemigos que matan, su inteligencia artificial es tan efectiva como la de nuestros enemigos, capaces de vernos y salir corriendo dándonos las espaldas además de tener una puntería bastante mala, si nos matan no será por que la I.A este a la altura, será por que tendremos a 20 enemigos en la pantalla, con AK-47 y RPG’s disparando, está claro que más de uno acertará. Poca variedad de enemigos, solo 3 clases, donde cada uno aguanta más balas que el anterior, es impensable que un contrario nos aguante medio cargador, pero aun es más impensable que uno con una mascara u otro equipado con atuendo de antidisturbios necesite más de 80 balas de una MP5 para caer al suelo. Desespera un poco la verdad. Eso si, un disparo en la cabeza es lo más efectivo, faltaría más.

Si a la pésima inteligencia de nuestros enemigos, le añadimos los puntos de control, el juego llega a desesperar, las misiones son largas, 20-40 minutos y sin poder guardar, habrá un máximo de 2 puntos de control por pantalla los que nos desquiciará de manera sobrehumana cuando nos maten y tengamos que repetir la misión desde el principio o desde la mitad. De lo que no nos tendremos que preocupar es de la munición, será prácticamente ilimitada, los enemigos muertos y los paquetes de munición que nos encontraremos en pantalla harán que tengamos el cargador siempre a tope, una lástima viendo el corto arsenal que nos ofrece el juego, la típica pistola, 3 o 4 fusiles de asalto, una “heavy machine” el lanza granadas, el RPG, dos tipos de escopetas, el rifle de larga distancia y las omnipresentes granadas, estas últimas parece que algo pesadas, ya que nuestro protagonista le costará tirarlas lejos. Juntado la poca variedad del armamento nos encontraremos con el molesto efecto borroso que nos saldrá cada vez que recarguemos, bastante a menudo ya que el desperdicio de balas es muy grande, más de 20.000 en todo el juego.

El nivel de dificultad del título irá según criterios del jugador, el juego en sí es fácil, por la pésima inteligencia de nuestros enemigos, pero se puede hacer un juego eterno y difícil por los puntos de control, aunque la táctica pueda ser correr sin soltar el dedo de nuestro gatillo izquierdo, cosa que le da poco aliciente al juego, bien es verdad que existen 2 niveles más de dificultad por encima del normal, que nos permitirán desbloquear más extras, pero el juego no lo merece. Y eso que no nos costaría mucho tiempo, Black no dura más de 5 horas repartidas en 8 misiones. Un tiempo de juego bastante ridículo todo y hablar de un FPS, son 12€ la hora que jugamos, creo que esta puede ser una razón por la cual Electronic Arts ha bajado el precio del juego poco antes de su salida (al menos en los EUA)…

Por lo que hace el apartado gráfico, Black no nos decepcionará del todo, es un título multiplataforma, también sale en PS2, la versión analizada, la de Xbox, goza de unos gráficos aceptables, los escenarios serán muy grandes, llenos de detalles y totalmente destruibles, casas, paredes, rocas, coches, autobuses, todo podrá volar por los aires, este es el punto fuerte de Black. Todo y que los escenarios serán muy distintos entre sí, podemos también comprobar como el concepto siempre es el mismo, un sitio cerrado, envolatados de edificios, abajo enemigos con ametralladoras y arriba con RPG’s a excepción de una pantalla, posiblemente la mejor de Black, la nocturna donde estaremos solos en un bosque con múltiples caminos que escoger. Las sombras y luces, el juego deja que desear, no hay luces, o si las hay, pero no proyectan sombras, al igual que nosotros o nuestros enemigos, lo máximo que veremos será una redonda en el suelo algo bastante triste juntándolo con los trucos para esconder las carencias del título como la niebla en alguna que otra pantalla, no se si ha esto se le podría llamar “efecto PS2”.

En el sonido del juego nos encontraremos con una grata sorpresa por lo que hace el doblaje, tendremos al título totalmente en español, con voces muy bien conseguidas, tantos en las escenas introductorias como durante el juego cuando nos hablen por radio u oigamos a nuestros enemigos chillando. Los efectos sonoros, el impacto de las balas, las paredes destruyéndose o los coches explotando estarán muy bien conseguidos, incluso si disparamos dentro de una habitación o fuera de ella, el sonido será distinto, lástima que se abuse demasiado del sonido de los cristales, un efecto más que repetitivo durante el juego, también se echa en falta algo de música durante nuestra misión, ya que solo contaremos con melodías al inicio y al final de nuestras compañas pero tendremos la opción de cargar desde el HD de la consola nuestra, nuestra lista de canciones.

Si alguien se pensaba que a este punto del análisis nos habíamos olvidado de comentar las opciones multijugador del título va mal encaminado, Black no tiene ninguna opción para jugar online ni en modo cooperativo, algo que a estas alturas es imperdonable y aun más con el servicio Live!

En definitiva encontramos a Black un juego mediocre, del montón en un mercado con muchos FPS de alta calidad, sobre todo en Xbox, un juego que no aporta casi nada, puede ser muy buena la opción de poder destruir la mayoría de elementos que nos rodean, pero cuando eso junto al sonido es lo mejor del juego es que la cosa no va bien.
Si queréis disparar sin parar, dejar fluir vuestra adrenalina en menos de 5 horas, probar Gungrave.


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Capturas de la versión Xbox




CONTRA-ANÁLISIS
Por ACC

Así que aquí está Black. Después de Halo 2, posiblemente no haya habido otro FPS más esperado por los jugadores consoleros, y no es para menos; pocos títulos han gozado de unos avances tan positivos por parte de la prensa. Frases como "todo es destruible", "puedes tirar abajo el edificio desde el que te disparan tus enemigos", "los mejores gráficos que jamás hemos visto" y otras aseveraciones grandilocuentes han puesto el nivel muy alto, más aún teniendo en cuenta que hablamos de un juego multiplataforma de Electronic Arts, algo que normalmente está enfrentado con el concepto de "brillantez". La pregunta que puede que os esté comiendo la cabeza es, ¿alcanza Black las expectativas?

La respuesta, por desgracia, es un claro y rotundo no.

La paupérrima (e imposible de saltar) secuencia introductoria nos pone en antecedentes. El protagonista es una especie de comando envuelto en operaciones oscuras del gobierno de los Estados Unidos y, y... pues que hay que pegar tiros, que de eso va el juego. En serio, que nadie intente buscarle sentido a la historia, los vídeos son tan patéticos que hacen poco por evitar que vayamos al baño para hacer tiempo hasta empezar la partida.

Pero al menos la acción está a la altura de lo esperado, ¿no?

Efectivamente, y no veáis cómo.

Ya desde el mismo principio nos damos cuenta de que los chicos de Criterion han creado las armas más increíbles que jamás hayamos visto en un videojuego. El detalle de las cachas de la pistola, las animaciones de carga, el sonido (absolutamente brutal)... sencillamente tiran lo visto por tierra, bien sea en consolas o en PC. Son así de buenas. A pesar de ser un juego de una generación que ya está en las últimas, Criterion se las ha arreglado para implementar un sistema de físicas (y de animaciones simulando efectos de física) muy logrado y que hace que cada tiro se sienta como un cañonazo de barco; dispara a un enemigo y saldrá volando agitando los brazos, apunta a una puerta cerrada con la escopeta y caerá al suelo... Es posible que no haya charcos de sangre, pero cuando en menos de cinco minutos has acabado con una docena de soldados y volado un camión por los aire junto a dos depósitos de gas y varios barracones (llenos de soldados), uno no echa de menos el gore. El sentimiento de entrar en un edificio y salir del mismo dejando las paredes como un queso gruyere y el suelo cubierto por una alfombra de cuerpos (¡que en su mayor parte no desaparecen!) es, simplemente, satisfactorio. El ruido, las animaciones de impactos y retroceso, la cantidad de pequeñas explosiones (hasta los cubos de pintura estallan), chispas, humo y destrucción en general sacarían los colores a Michael Bay. Y sin embargo, a pesar de toda esta demostración de gráficos (superfluidos, añado) y violencia, Black está muy limitado.

Vale, casi todos los escenarios son variados y gozan de una ambientación magnífica, pero todo este despliegue técnico se ve ensombrecido por la miríada de pequeños fallos aquí y allí. Para empezar, las texturas son bastante flojas, pero lo que es peor, la paleta del juego parece ser de 16 bits, haciendo evidentes unas bandas de color muy molestas y que desmerecen el tremendo esfuerzo visual de Black. Pero bueno, si con una baja calidad de imagen podemos conseguir una velocidad constante se puede pasar. No así algunos graves errores técnicos y de diseño, como no poder disparar muy pegado a una esquina (so riesgo de que las balas impacten en un borde invisible) o algunas incoherencias de libro, como tirar abajo medio edificio con un pistola y dos granadas y ver a continuación cómo un enemigo aguanta medio cargador de AK en la barriga antes de venirse abajo. O ver que solo se destruyen partes muy concretas de los escenarios de forma predeterminada (para haber sido tan publicitada la "destrucción de Black, el juego no es tan distinto de otros FPS en este aspecto). Una de las curiosidades del juego de Criterion es que las armas automáticas disponen de tres modos de fuego seleccionables con la cruceta; tiro a tiro, ráfaga y automático. Bien, esos modos son inútiles. Si disparas en automático apretando el gatillo con suavidad, la primera bala irá con total precisión a donde apuntes, con el beneficio de que dispondrás de potencia de fuego suficiente como para salir airoso si las cosas se ponen feas (cambiar los modos de disparo lleva unos segundos) Algo bastante molesto del modo "tiro a tiro" es que en no pocas ocasiones si disparas con una única bala a un enemigo y no vuelves a abrir fuego con rapidez, el objetivo será invulnerable mientras ejecuta su animación de "oh, me han dado", rompiendo la dinámica de la acción, obligándote a disparar como un loco a corta-media distancia y evitando que campees con un arma automática (el rifle de francotirador directamente los mata bien muertos, como el cucal).

Las misiones son tan sencillas como ir de A a B matando a todo lo que se ponga delante, pero se benefician de unos escenarios abiertos, que disimulan muy bien su linealidad. Claro contraste con unos objetivos secundarios sonrojantes, basados en recoger objetos o encontrar cajas fuertes/ordenadores que destruir. Ni puzzles, ni retos, ni leches. A coleccionar. Su realización no tiene interés alguno, y me arriesgo a decir que la mayoría de la gente pasará de ellos. Dado que el juego es tan sencillo y los objetivos secundarios carecen de toda clase de atractivo, es difícil que alguien quiera volver a pasarse Black en busca de algo nuevo.

Como podéis ver, los errores de Black son numerosos, aunque cuenta con el beneficio de una la acción es es-pec-ta-cu-lar, una jugabilidad excelente y unos controles muy sólidos (aunque estaría bien poder cambiar la sensibilidad lateral). No es revolucionario, pero sí bonito, inmersivo, y lleno de explosiones, que siempre son un plus. Tranquilamente un juego de 8, o incluso de 8,5. Pero también es corto. Muy corto. Y con un final que es el mayor coitus interruptus que he visto en años. El señor que escribe estas líneas ha terminado el juego en menos de cinco horas y solo porque ha tenido que repetir tres niveles enteros al morir (esos checkpoints...). Añadir a eso una re-jugabilidad inexistente y una ausencia criminal de cualquier forma de modo multijugador y la nota baja directamente dos puntos. Tan divertido como puede ser Black, a día de hoy es una locura lanzar un juego al que se le puede sacar todo el jugo en poco más de cuatro horas y que ni siquiera tiene una triste pantalla partida para jugar con los amigos. No es de recibo por los 60 eurazos que cuesta.

¿Se os presenta un fin de semana solitario y aburrido? No lo dudéis, ir al videoclub y alquilar Black, disfrutaréis como enanos. ¿Tenéis 60 euros quemándoos en el bolsillo? Mandarme un mensaje y os daré mi cuenta de PayPal. Financiar mi afición al ron con cola es más recomendable que decir a los desarrolladores que queréis más juegos cortos, capados y sin multijugador.

Puntuación: 6




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