Pues mira qué casualidad, a primeros de julio estaba yo planificando mi viaje de verano y quería ir a Londres, pero no me convencía porque me falta mucha Europa por ver sin que tenga que cambiar de moneda, así que entre eso y la fama que tiene la comida inglesa (pensaba pasar una semana, y sé por experiencia que puedes comer mal tres días, pero al cuarto estás deseando volverte a casa) me decidí por Bélgica. Después pasó lo del atentado, y la verdad es que me alegro de no tener que estar en un sitio en el que de buenas a primeras cierran las estaciones de metro.
He estado ocho días durmiendo en Bruselas y haciendo excursiones con un coche alquilado, y uno de los días fui a Amsterdam. Me encantó, y no hace falta consumir drogas para pasarlo bien allí: me metí en una fiesta callejera con música (y travestis), vi el museo de Van Gogh, los edificios importantes, el barrio rojo, los canales, las casas... Es un lugar diferente, vale la pena.
De Berlín no te sé decir nada, y en Roma no he estado pero sí he estado en Italia y también me parece un lugar imprescindible.
Yo voto por Amsterdam, aunque es el único sitio que he visitado y a lo mejor por eso me gusta más que las otras. Y Roma sería la siguiente.