Yo siempre he dicho que los políticos que celebran a lo loco eso de ganar unas elecciones no son de fíar, porque gobernar en realidad debería ser un acto de sacrificio. Gobernar implica mucha responsabilidad, mucho trabajo, mucha presión, conflictos con practicamente todo el mundo... y todo esto un gobernante debe hacerlo para el interés general de la gente, no para el suyo propio. Por eso cuando dan botes, sonríen mucho y toda esa parafernalia... es que algo pretenden sacar para sí de semejante fregao y eso siempre me da mal rollo, porque implica que van a gobernar en su propio interés y no en el de los gobernados.
Dicho esto recalcar que Julio Anguita vive de su pensión. Pero si no me equivoco, de la de profesor, no de diputado ni nada. Como debería ser. Otra persona mucho más respetable que los individuos del primer post es Fraga, que pese a caerme como una patada en el culo, hay que reconocerle que el tío no fue a venderse a las empresas privadas. Es verdad que sus últimos años cobrando sueldo de senador eran como si fuese una pensión porque poco hacía ya, pero eso es mucho menos despreciable que lo que hacen los que están poniendo ahora el cazo en las grandes empresas. Y repito: yo a Fraga ni agua, pero al César lo que es del César.