El fabricante chino Oppo, marca sobradamente conocida por los aficionados a la importación por sus dispositivos capaces pero de precio relativamente ajustado, acaba de anunciar en París su
estreno europeo con el lanzamiento del Find X. Heredero de una larga lista de
terminales con prestaciones punteras, el último miembro de la familia Find se adscribe al movimiento por la eliminación de los marcos con un diseño que resulta todo menos convencional.
Si bien el reciente
NEX abogaba por una interesante solución de cámara telescópica, Oppo, que pertenece al mismo grupo industrial que Vivo y OnePlus, ha optado por una intrigante configuración de chasis semidesplegable que recuerda hasta cierto punto a los antiguos Nokia S60, puesto que oculta la cámara de fotos bajo una superficie que se desliza al lanzar la aplicación de cámara.
- Pantalla OLED de 6,4 pulgadas y 2340 x 1080 píxeles
- Procesador Snapdragon 845
- 8 GB de RAM
- 256/512 GB de almacenamiento
- Cámara trasera de 16+20 MP
- Cámara delantera de 25 MP
- Batería de 3.730 mAh con carga rápida (VOOC)
- Android 8.1 con ColorOS 5.1
Toma de contacto publicada por The Verge. Además de facilitar la creación de un dispositivo con unos marcos mucho más reducidos y evitar la introducción del controvertido notch, el uso de un sistema deslizable permite mantener protegidos las cámaras del teléfono. De esta forma ni se pueden ensuciar al hacer contacto con los dedos ni pueden sufrir arañazos. La durabilidad de la "Stealth Camera", como ha sido bautizada, se calcula en 300.000 activaciones o unos cinco años de uso según las estimaciones de Oppo.
Regresando al asunto de la pantalla, el fabricante asegura que su panel OLED cubre el 93,8 % de la superficie del teléfono, lo cual supondría un nuevo récord. Posee un más que generoso tamaño de 6,4 pulgadas y su resolución es de Full HD+, que no es la más elevada, pero debería repercutir positivamente tanto en la autonomía como en el rendimiento del procesador. Llama la atención su curvatura lateral, similar a la de la gama Galaxy S de Samsung.
El resto del hardware se mueve en términos similarmente competentes. No falta el ya obligado procesador Snapdragon 845, acompañado en este caso por 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, como tampoco se podía dar por ausente la tecnología de carga rápida de Oppo, que destaca por su gran velocidad. Curiosamente el teléfono carece de lector de huellas dactilares, aunque ofrece un sistema de reconocimiento facial que se inicia desplegando la cámara cuando se desliza el dedo para desbloquear la pantalla.
Precio y disponibilidad en EspañaEspaña, Francia, Italia y los Países Bajos serán los primeros países en recibir la gama inicial de Oppo. La intención del fabricante es iniciar un despliegue gradual en Europa, que curiosamente parece que jugará un papel importante en el diseño de sus futuros terminales mediante la incorporación de profesionales europeos al equipo del fabricante.
Entrando finalmente en el tema del vil metal, Oppo parece dispuesta a posicionarse como una marca premium en su aventura europea. La mejor prueba de ello es que el Oppo Find X tendrá un precio de 999 euros. Una tarifa elevada para un teléfono muy sofisticado, sí, pero aparentemente sin ranura microSD, protección contra el agua,
minijack o lector de huellas dactilares. Estará disponible a partir de agosto.
Asimismo, Oppo ha anunciado una asociación con Lamborghini con la cual pretende refrendar sus credenciales como fabricante de dispositivos de alta categoría. El primer fruto será una edición especial del Find X con 512 GB de almacenamiento, chasis de fibra de carbono y un sistema de carga ultrarrápido capaz de cargar el teléfono en 35 minutos. Su precio será de 1.699 euros y competirá con modelos como el
Porsche Design Mate RS de Huawei.
La presentación oficial del teléfono comienza en el minuto 60. Fuente: Oppo