Hace un par de días los propietarios de una CPU Intel con unidad gráfica integrada se sorprendían al observar que el fabricante de procesadores había bifurcado sus paquetes de controladores, creando una rama para los Arc y Xe, de diseño más reciente, y otra para las iGPU de mayor veteranía tecnológica, que no necesariamente más viejas. Ahora tenemos la confirmación oficial de esta disgregación, que vendrá acompañada de un progresivo cese de soporte para las unidades gráficas basadas en la tecnología Intel UHD.
De forma más precisa, Intel señala en la documentación del paquete Intel Graphics Driver versión 32.0.101.7076 que los procesadores de 11ª a 14ª generación, alias Rocket Lake, Alder Lake, Raptor Lake y Raptor Lake Refresh, dotados iGPU UHD 750 y UHD 770, no seguirán el mismo proceso de desarrollo y empaquetado de controladores que aquellas GPU dotadas con gráficos Intel Arc y Xe, que irán por otro camino y gozarán de mayor prioridad.
Esto implica que los procesadores con gráficos Arc y Xe, como los nuevos Ultra, se beneficiarán de nuevas funciones y mayor compatibilidad con los últimos juegos; características que poco a poco se irán perdiendo en los procesadores pertenecientes a la rama UHD.
Un problema para usuarios y, sobre todo, fabricantes
Se trata de una noticia que, en un principio, no debería ser muy sorprendente, salvo por el hecho de que Raptor Lake Refresh salió a la venta en 2024. Esta medida afecta, por tanto, a procesadores relativamente jóvenes y aún muy vigentes que a día de hoy se están integrando en productos ofrecidos al gran público.
Más aún, la publicación alemana Computerbase ha podido confirmar los drivers para estas iGPU más antiguas pasarán a la categoría "Legacy", lo que en la práctica significa que dejarán de tener un desarrollo activo. Así las cosas, los procesadores con una iGPU Intel UHD solo recibirán actualizaciones para corregir errores críticos y vulnerabilidades.
Considerando el rendimiento de estas unidades gráficas, relegadas casi a labores de ofimática y uso multimedia ligero, la pérdida para los usuarios actuales es relativamente escasa mientras se mantengan los parches de seguridad. El mayor perjuicio lo van a sufrir los OEM, que deberán actualizar sus catálogos y desprenderse del stock actual, tal vez ofreciendo descuentos.
De forma más precisa, Intel señala en la documentación del paquete Intel Graphics Driver versión 32.0.101.7076 que los procesadores de 11ª a 14ª generación, alias Rocket Lake, Alder Lake, Raptor Lake y Raptor Lake Refresh, dotados iGPU UHD 750 y UHD 770, no seguirán el mismo proceso de desarrollo y empaquetado de controladores que aquellas GPU dotadas con gráficos Intel Arc y Xe, que irán por otro camino y gozarán de mayor prioridad.
Esto implica que los procesadores con gráficos Arc y Xe, como los nuevos Ultra, se beneficiarán de nuevas funciones y mayor compatibilidad con los últimos juegos; características que poco a poco se irán perdiendo en los procesadores pertenecientes a la rama UHD.
Un problema para usuarios y, sobre todo, fabricantes
Se trata de una noticia que, en un principio, no debería ser muy sorprendente, salvo por el hecho de que Raptor Lake Refresh salió a la venta en 2024. Esta medida afecta, por tanto, a procesadores relativamente jóvenes y aún muy vigentes que a día de hoy se están integrando en productos ofrecidos al gran público.
Más aún, la publicación alemana Computerbase ha podido confirmar los drivers para estas iGPU más antiguas pasarán a la categoría "Legacy", lo que en la práctica significa que dejarán de tener un desarrollo activo. Así las cosas, los procesadores con una iGPU Intel UHD solo recibirán actualizaciones para corregir errores críticos y vulnerabilidades.
Considerando el rendimiento de estas unidades gráficas, relegadas casi a labores de ofimática y uso multimedia ligero, la pérdida para los usuarios actuales es relativamente escasa mientras se mantengan los parches de seguridad. El mayor perjuicio lo van a sufrir los OEM, que deberán actualizar sus catálogos y desprenderse del stock actual, tal vez ofreciendo descuentos.
Igual hay descuentos buenos en portátiles finos.
No entiendo por donde vas ,esos portátiles se podrán usar perfectamente para lo que está pensado que se usen ,pero no creo que quieras mover un Wukong por ejemplo en dicho portátil.
Como mucho, que apareciese una codificación de vídeo que no soportasen, pero por lo demás, todo lo que se le podía sacar a esas gráficas ya lo sacan esos controladores.
En Linux hay varios ejemplos positivos... Intel creó un nuevo driver/módulo "Xe" para HW moderno separado del clásico i915, un cambio a mejor.
Y hace unos años, ANV (driver Vulkan para Intel) sacó a las iGPUs Intel más antiguas y que peor soportan Vulkan, dándoles su propio fork a medida (HasVK). Algo que ha beneficiado a ambos grupos.
Habrá que ver hasta qué punto Intel va a descuidar los drivers antiguos, y si esos drivers son lo bastante maduros para no necesitar funciones nuevas.
En el peor de los casos, a los usuarios de esas iGPUs siempre les quedará Linux.
Lo que creo que está diciendo alejo es que esto hará que posiblemente los portátiles con esos procesadores con GPU integrada bajen de precio, a eso se refiere, que nosotros como consumidores igual nos veremos beneficiados, no ha dicho nada relacionado con juegos.
Claro, no son portátiles gaming, pero los OEM no van a querer mantener en sus catálogos productos con hardware Legacy. Eso se tiene que ir ya de ya. Posiblemente tendrán que quitarse de encima equipos como el Lenovo IdeaPad Slim 3 a base de descuentos.
Me pregunto si también tendrá implicaciones en la gama Chromebook, aunque esos van un poco por libre.
Exacto. Como digo al final, son equipos para ofimática. Es un lío si te compras un portátil ahora y descubres que está al borde de la obsolescencia (no sé cuántos años mantendrá Intel esos parches), pero tampoco pierdes gran cosa, porque como mucho jugaras indies y casi retro. El problema es para los fabricantes.