A eso se le llama censura y lo demás son tonterías.
Pero la política actual de ocultación de mapas resulta insuficiente para los legisladores españoles, que no están conformes con el hecho de que los bancos de datos estén situados en el extranjero y no exista legislación internacional al respecto, quedando la seguridad nacional a merced de empresas privadas. Por ello en su proposición piden estudiar el grado de información que hay expuesta actualmente, elaborar un listado exhaustivo de zonas sensibles y buscar acuerdos bilaterales con otros países para limitar el acceso a las mismas.
O sea. El bienestar, el dinero, la vida, la educación, la saludo y el futuro de los españoles si puede estar a merced de empresas privadas, que de hecho lo están, pero la "seguridad nacional" no. Manda huevos.