Vlixes

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Hay 3 votos.
Hola a quien lo lea.



Como las aspas de un molino en un día de vendaval. Así gira el timón.

Montañas de mar golpeando el casco de madera. El sollozo rabioso de la lluvia. Los martillazos fríos del viento. Raíces de luz rasgando el cielo oscuro. El inmenso derrumbamiento de los truenos.
Atado con gruesas cuerdas, el primer oficial ve ante sí el Apocalipsis de un marinero.

Distingue a lo largo de toda la cubierta al resto de la tripulación, atados como él. Les ve abrir y cerrar la boca, arrugar la cara llorando, intentar ver entre la lluvia, gritar… pero el concierto desbocado de la naturaleza no deja que esos pavorosos gritos lleguen a su oído. Todos en esa centena de hombres están atados sin conseguir zafarse de sus cuerdas.

Los relámpagos más lejanos iluminan las escarpadas rocas de las que se devuelve plateados reflejos de escamas.

Sentado en la cama de su camarote, encorvado, los ojos cerrados, con las palmas de la mano en cada sien, apretando fuerte, el capitán intenta que su cabeza deje de palpitarle.

Los oficiales atados en el puente de mando ven como las gigantescas olas y las corrientes les llevan hacia las rocas, el timón no deja de girar mientras el viento comienza a arrancar los listones de madera peor colocados.

Entre todo el desgarrador ruido se comienza a deslizar una melodía cantada, tan suave como aterradora la canción comienza a tapar cada uno de los otros sonidos de la tormenta.

El capitán se levanta y con esfuerzo intenta salir del camarote, el pasillo asciende y desciende sin control, para caminar tiene que apoyarse en cada pared, cae varias veces hasta que consigue llegar a la puerta que lleva a cubierta. En su cabeza la melodía aumenta suavemente, no puede concentrarse en nada más.

Una montaña de agua cae, algunos de los tripulantes atados en cubierta salen despedidos hacia la oscuridad. La puerta que el capitán tiene delante suyo se abre y un río de agua salada le lanza hacia atrás.

En el puente de mando el primer oficial ve la costa ya muy próxima. En las rocas puede distinguir a cinco mujeres cantando, los destellos que reflejan los relámpagos aterran a los marineros, las escamas de la cola de las mujeres son un faro que les atrae.

La canción es lo único que hay en la cabeza de todos los tripulantes. El capitán ha conseguido salir a la cubierta y aferrándose con la fuerza de la supervivencia ha llegado hasta el mascaron de proa. Desde allí, con el mascarón debajo de él mira hacia las rocas y ve las figuras blancas y doradas que le cantan.

Él comienza a cantar con ellas, histérico, riendo a carcajadas mientras lágrimas como cerezas caen por su mejilla.



Al poco, las cinco mujeres dejan de cantar.



La tormenta cesa, el mar deja de arrastrarlos hacia las rocas y se alejan lentamente de la costa. Las cinco mujeres miran al capitán encaramado en el bauprés mientras sigue cantando, fuera de sí. Sigue cantando, grita alto, muy alto. La tripulación escucha como el capitán sigue cantando aquella horrible melodía mientras el mar se ha quedado en paz y el sol comienza a asomar entre las negras nubes.

Derivan mar adentro, la costa se va alejando, las mujeres siguen mirando al capitán. El capitán sigue cantando lo más alto que puede. La tripulación ve al capitán que no deja de gritar, sus cuerdas vocales se van desgarrando, la afonía llega y pasado un tiempo en el que no deja de suplicar cantando, abraza su garganta.

La última nube se desvanece, el sol irradia cada parte y a cada tripulante.

Todos siguen atados y el capitán sin voz intenta continuar cantando.

Pasan horas, ni una tizna de aire, el calor del sol abrasa, el capitán con la mirada perdida no escucha los lamentos de su tripulación que pide ser desatada.

Los lamentos cada vez más insistentes son lo único que escucha el capitán.

Mira hacia la costa, que ya no alcanza la vista.

Sigue mirando hacia la costa.

La tripulación gime.

El capitán salta.



Un saludo.
Cuanto al tema me gusta mucho, tu forma de narrar me agrada, es bastante poética. Lo único que veo es que lo entorpecen algunas redundancias, pero es una opinión personal.

Desde cosas muy pequeñas que yo revisaría y pondría de otro modo (Como las aspas de un molino en un día de vendaval.- Como aspas de molino en un día de vendaval.) Hasta otras que ya se ven más (Esa centena de hombres están atados, ninguno consigue zafarse de sus ataduras. Mira hacia la costa, que ya no alcanza la vista. Sigue mirando hacia la costa.)

Admito que es algo en lo que me fijo mucho... no sé si los otros también lo harán.

Besos
He votado que "Muy bien". Me gusta tu manera de escribir, muy poética como indica Plaff. [ok]
Hola a quien lo lea.
Plaff escribió:Cuanto al tema me gusta mucho, tu forma de narrar me agrada, es bastante poética. Lo único que veo es que lo entorpecen algunas redundancias, pero es una opinión personal.

Desde cosas muy pequeñas que yo revisaría y pondría de otro modo (Como las aspas de un molino en un día de vendaval.- Como aspas de molino en un día de vendaval.) Hasta otras que ya se ven más (Esa centena de hombres están atados, ninguno consigue zafarse de sus ataduras. Mira hacia la costa, que ya no alcanza la vista. Sigue mirando hacia la costa.)

Admito que es algo en lo que me fijo mucho... no sé si los otros también lo harán.

Besos


Tienes razón, disculpad, se me han escapado algunas redundancias, es que escribí del tirón y fui burro de no repasar. He quitado las que me disgustaban al leerlas.
Un saludo.
Los lamentos cada vez más insistentes es lo único que escucha el capitán.


Los lamentos, cada vez más insistentes, son lo único que escucha el capitán.
Kefalegereta escribió:Hola a quien lo lea.
Plaff escribió:Cuanto al tema me gusta mucho, tu forma de narrar me agrada, es bastante poética. Lo único que veo es que lo entorpecen algunas redundancias, pero es una opinión personal.

Desde cosas muy pequeñas que yo revisaría y pondría de otro modo (Como las aspas de un molino en un día de vendaval.- Como aspas de molino en un día de vendaval.) Hasta otras que ya se ven más (Esa centena de hombres están atados, ninguno consigue zafarse de sus ataduras. Mira hacia la costa, que ya no alcanza la vista. Sigue mirando hacia la costa.)

Admito que es algo en lo que me fijo mucho... no sé si los otros también lo harán.

Besos


Tienes razón, disculpad, se me han escapado algunas redundancias, es que escribí del tirón y fui burro de no repasar. He quitado las que me disgustaban al leerlas.
Un saludo.


¿Lo puedes volver a poner? Así voto, que aún no lo he hecho :)
Hola a quien lo lea.

Plaff escribió:
Kefalegereta escribió:Hola a quien lo lea.
Plaff escribió:Cuanto al tema me gusta mucho, tu forma de narrar me agrada, es bastante poética. Lo único que veo es que lo entorpecen algunas redundancias, pero es una opinión personal.

Desde cosas muy pequeñas que yo revisaría y pondría de otro modo (Como las aspas de un molino en un día de vendaval.- Como aspas de molino en un día de vendaval.) Hasta otras que ya se ven más (Esa centena de hombres están atados, ninguno consigue zafarse de sus ataduras. Mira hacia la costa, que ya no alcanza la vista. Sigue mirando hacia la costa.)

Admito que es algo en lo que me fijo mucho... no sé si los otros también lo harán.

Besos


Tienes razón, disculpad, se me han escapado algunas redundancias, es que escribí del tirón y fui burro de no repasar. He quitado las que me disgustaban al leerlas.
Un saludo.


¿Lo puedes volver a poner? Así voto, que aún no lo he hecho :)


¿A qué te refieres con que lo repita?

Un saludo.
No, dices que has quitado cosas que no te gustaban xD, pues ponerlo así, bueno, si quieres.
Hola a quien lo lea.

Plaff escribió:No, dices que has quitado cosas que no te gustaban xD, pues ponerlo así, bueno, si quieres.


Así está puesto... ;-)

Lo único que no he cambiado son la aparición de la palabra costa que sí que quiero que se repita pero las sugerencias que habéis hecho teníais razón en hacerlas y están modificadas.

Un saludo.
9 respuestas