Trabajar en una mina era una bonita forma de morir trabajando en otras épocas, en la actualidad y con los avances tecnológicos los mineros pudieron trabajar tranquilos sin miedo a peligros como el gas grisú, gracias a cámaras de oxígeno y condiciones mejores de trabajo.
Pero a esta parte del mundo no había llegado el avance, era evidente, y allí ibamos el rubio, el chino y yo a cara descubierta y con la única ayuda de dos picos y media pala para sacar el Irradium de los cojones.
- Juro que me quejaré al sindicato cuando salgamos de esta - expresó Kurt, siempre con ese buen sentido del humor.
- Siempre que no muramos aplastados, magullados, asfixiados o envenenados... Ah, se me olvidó mencionar eso siempre que no nos maten antes ellos a nosotros. - Repliqué yo.
Robbie ya había empezado a trabajar con un pico, se le veía experiencia en esas lides, me pregunto si no llevará aquí mucho tiempo.
- ¡Eh Robbie! ¿Cuanto tiempo llevas aquí?
- Desde la primera semana de la guerra. Calla y trabaja a no ser que quieras probar el látigo eléctrico, y creeme, las heridas que crea son de cicatrización muy difícil, puedes morirte por una de ellas....
Este chino siempre tan claro, me pregunto si se escucha así mismo hablando tan seriamente y tan tajante, si fuera por él, se quedaría sin hacer nada y moriría aquí.
Pero yo no pensaba en quedarme en este estercolero todo el resto de mi vida, vine a la guerra para morir en el campo de batalla, no haciendo de minero provisional a jornada completa y sin remuneración.
Habían pasado cinco horas y estábamos magullados de tanto trabajar, me había salido un callo en la mano con todo el aspecto de un huevo de alien y ya no podía más, cuando de pronto...
Sonó un tiro, luego otro y finalmente una ráfaga y nos encontramos corriendo hacia nosotros una figura enmascarada con un pasamontañas que se dirigió a nosotros y nos dijo:
- ¿Queréis ser libres? ¡Entonces seguidme!
Reventó a tiros las cadenas y les seguimos corriendo, Kurt no desaprovechó la ocasión para hacer un comentario:
- ¡Eh! Ha venido nuestro angel de la guarda y por lo visto tiene figura femenina.... Qué alegría para la vista
Era cierto, nuestro salvador era una fémina, y nos llevó hacia un camión donde habían unas diez personas más esperándonos y cubriendo a disparos la zona, montamos y arrancamos.
- ¿Sabeis, Kurt, Robbie? Estoy empezando a hartarme de viajes en los últimos 2 dias.
- Por lo menos no viajaste al más allá Frank - Me respondió el chino, siempre tan diplomático.
Allá vamos los tres hacia un destino incierto, ¿a dónde nos llevarán? ¿Quienes serán?....
Supongo que lo averiguaremos al final del viaje.....
Recopilatorio Una Mañana Cualquiera