En España siempre ha existido la posibilidad de hacer transportes por ferrocarril. Sin embargo, el mayor coste que supone para las empresas, la difícil conexión con Francia, ya que sólo hay una línea de ferrocarril apta para mercancías que conecta con Francia en ancho internacional, de Perpiñán al puerto de Barcelona, el resto de pasos fronterizos requieren cambio de ejes (que supone un gasto en tiempo y dinero muy elevado), y que la infraestructura siempre ha estado en un estado deplorable, ha hecho que el tráfico de mercancías por ferrocarril haya sido residual en los últimos años.
Lo que realmente habría que hacer, es ponerse de una vez y cambiar todos los corredores más importantes del país a ancho internacional, sin necesidad de crear nuevas líneas de alta velocidad. Esto tiene un problema, que todas las grandes ciudades son el punto de partida de líneas locales con material de cercanías que se suplen del ancho común de vía (y tensión de catenaria) para poder hacer rotaciones. Por eso mismo tenemos 447 y Civia en todo el país, si no habría que hacer cocheras, talleres y material para cada núcleo con ancho no adaptado, es una situación complicada, pero con lo que vale una línea de AVE podrían haber hecho la mayor parte del trabajo.
Aunque ahora la situación está mejorando mucho, por ejemplo la línea Valencia - Teruel - Zaragoza que hasta hace poquísimo no era más que una vía de hace 40 años hecha polvo, ahora está renovada y sirve para la circulación de un tren de contenedores entre Zaragoza y el puerto de Valencia. Ése es el camino a seguir: renovar, adaptar para cercanías y buscar la solución más barata y efectiva.