Do I really miss you? (Forty three)

Cuando nadie mira como un niño sale corriendo hacia la esquina de la calle paralela al callejón. Ese lugar oscuro y mugriento que tiene prohibido visitar.
La echa de menos.
Huye, corre, jadea; tropieza y se da de bruces con su alma… Quiere verla pero no la encuentra, quiere olvidarla pero no deja de buscarla.
La echa de menos.
Se mete en el callejón donde la vio por última vez en los brazos de un joven moreno. Está vacío, como también lo está el receptáculo que albergaba sus esperanzas.
Un destello.
Ve unos ojos oscuros centellear. Unos ojos vestidos por unos párpados ennegrecidos. Una sonrisa recubierta por una montaña de nieve. Cae la noche, como lo hace su flequillo sobre la frente. Los gatos maúllan, y él vomita.
La sigue echando de menos.
Un sonido sale de la nada. Sin duda es su voz. «¿Pequeña, eres tú?». Pero es tarde, ya no puede esperar más tiempo.
Antes de que se den cuenta de su ausencia, vuelve rápido al punto de inicio, que se convierte en final de línea.
Mañana volverá a salir, seguro que tendrá más suerte. Seguro que la verá esperando como le han contado.
Cuando nadie le observe saldrá a hurtadillas aunque con celeridad, dirección al callejón del subconsciente, ese lugar sombrío y a veces desagradable al que algunos les deberían vetar la entrada.

[Blink — I miss you]
Creo que no tengo palabras. Es... impactante supongo que es la que más se acerca. Me ha gustado, aunque no sé si lo he interpretado bien (no sería una novedad que me equivocara). Sigue, sigue, sigue y sigue, ¿vale? Esperé bastante que volvieras a subir algo.
Sentimientos totalmente contrapuestos los que describes en este texto. Sobre todo me quedo con ese querer encontrar y querer olvidar. Esa sensación de desazón sino vuelves a ver a la otra persona y esa sensación de desear olvidarla para poder de algún modo pasar página. Claro, que es difícil pasar página cuando ni siquiera se ha terminado el capítulo…

¿Echar de menos? Imagina que nunca echásemos de menos a alguien. En el fondo cuando se echa de menos a alguien es porque esa persona es o ha sido realmente especial y tenemos miedo de perderla. Si bien, aún en el caso de que la hayamos perdido debemos alegrarnos por el simple hecho de haber tenido en nuestra vida a alguien a quién echar de menos.

Muy bonito Jordi.
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