Camino que camino.

Hola a quien lo lea.



Ya fui ahí,
estuve y éxtasis
la misma arena,
el mismo suspiro.

Ya caminé, ya camino,
por las mismas serpientes de piedra
los mismos sabores,
tinta en el mismo vino.

Olvido como quien muere,
como quien todo tiene,
como quien desecha
de diario hoja secreta.

Trastiendas en el pecho,
de estantes desordenados,
frascos rotos, caducados,
abandonados.

Ya me perdí por la senda,
trasnochando entre ruidos,
encogido entre fresas
¿por qué la mueca pesa?

Caracolas y claqué
desperdigadas entre la niebla,
caracolas y minué
sencillo como la pena.

La piedra, el traspiés y los refranes.
La misma melodía desafinada, el mismo poema sin rima, el mismo olvido, el mismo fin.

Ritos.
Deseos.
Leyes.
Nadie.



Un saludo.
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