Asteroid field (Forty five)

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—Señor, hemos interceptado una transmisión con identificador de la confederación.
—¿De qué se trata?
—El código es de carácter personal.
—¿Podemos abrirlo?
—¿Señor?
—Puede que contenga información importante. La fecha es unas horas anterior del ataque Affiano.
—Tiene un algoritmo de encriptación bastante avanzado, imagino que correspondería a algún oficial de la flota. Voy a tratar de jaquearlo…

*Mensaje de Eric O'neil* 03—11—2341
«¡Chris! Está bien, lo he entendido. Te he llamado más de veinte veces y tú no te dignas ni a descolgar el unifono. Cógelo, por favor. Sabes que no me gusta hablar con máquinas. ¿Estás ahí…? Boh, está bien. Lo siento. ¿Contenta? ¿Ahora puedes decirme algo? ¿Dónde estás? ¿No ves que me tienes preocupado? Siento haberte llamado eso… Estaba enfadado o ni yo sé cómo estaba. ¡Dios! Tan sólo llevo unas horas sin poder hablar contigo, no quiero imaginarme lo que sería estar meses enteros sin poder contarte cosas, o mucho peor; perderte. He estado pensando mucho en el tema y no sé lo que habrás llegado a pasar por mi culpa, pero dime algo… Me está matando no saber nada… No había reparado en que estar tan lejos de tu familia e irnos a vivir a Europa podía ser tan duro; y sé que yo no he ayudado. De verdad que lo siento. No pensaba en la soledad que podría causarte. Yo también lo notaba, pero a tu lado mis penas se desvanecían como por arte de magia. Cariño, ¿estás ahí? ¿Cogiste una nave de vuelta? Necesito saber que estás bien… Oh, hace nada he recibido un parte de un avistamiento de naves ligeras de los affis. Si te digo la verdad, me preocupas más tú. Escucha, no iremos a comer más a la estación de mi madre, si no quieres. Sé que estuvo mal aliarme con ella y hacértelo pagar a ti. Una actitud infantil e irresponsable, como dirías tú. No digna de un capitán de flota, lo sé... Te echo de menos, ¿sabes? Sólo quiero saber que estás bien, de verdad. Cuando escuches esto haz una llamada al teléfono de la tierra. Volveré allí este fin de semana, y si quieres, podemos vernos y hablar. No es ninguna orden, te lo digo de civil a civil. Más bien, te lo pido… ¿Harías eso por mí? Seguiré mandándote mensajes, pero en cuánto lo escuches, dime algo, para saber que has llegado sana y salva. No lo cogeré, no te preocupes. Hasta ahora...»
*Fin del mensaje*

—¿Nada más?
—No señor.
—¿Llegó el mensaje a su destinatario?
—Negativo. Las ondas quedaron atrapadas en un campo de asteroides cercano y han estado rebotando durante meses. Gracias al cambio de rumbo hemos podido captarlas.
—¿Consiguió el capitán salir de la estación?
—Su nave no salió del hangar, sin embargo, me consta que se activó el protocolo de emergencia con un lanzamiento masivo de cápsulas, muchas de ellas sin ID, que consiguieron alcanzar el espacio profundo. Puede que...
—Ya veo. Transmita inmediatamente la baliza a máxima potencia. Los mensajes siempre deberían llegar a su destinatario. Y los de este tipo — murmuró—, son una razón para vivir. En fin, seamos optimistas...
—Mensaje amplificado y lanzado.
—Y alférez, elimine esta información del registro de abordo. Nosotros no hemos escuchado nada.
—Sí señor.

Adjuntos

Parece que todos llegamos tarde de vez en cuando. Lo escrito... al fin y al cabo es algo que todos en menor o mayor medida hemos podido sentir alguna vez, quizás sean los kilómetros que le dan más profundidad, o quizás sea que deberías ir pensando en publicar (;)) Correcto, correctísimo.
A mí estos relatos con foto incluida me recuerdan a la época fotolog…

En fin, a lo que voy. Me gusta mucho, especialmente por todo lo que encierra y por lo duro que es esperar noticias de alguien y que éstas no lleguen.

Esa ansiedad y angustia, esa acción persistente de mirar una y otra vez el teléfono para ver si obtenemos alguna información: sms, llamada, cualquier cosa que nos indique que la otra persona está bien, que no se ha olvidado de nosotros y que de alguna manera nos echa de menos. O al menos simplemente una señal que nos indique que sigue existiendo en la vida real y no solo en nuestros pensamientos, en nuestros sueños.

Los mensajes siempre deberían llegar a su destinatario….Totalmente de acuerdo pero a veces no llegan o lo hacen demasiado tarde. En otras ocasiones llegan y son malinterpretados y en últimos casos, los recibimos y es mucho peor por las consecuencias que pueden arrastrar ya que supongo que para recibir un mensaje frío, distante o de palabras no muy agradables (o no las que queremos escuchar) mejor que sigan existiendo asteroides que impidan su llegada ¿o no? Nunca se sabe…

No me enrollo más, solo decirte que me gusta cómo tratas un tema común pero de una forma tan original y recurriendo como siempre a esos pequeños detalles que te hacen GRANDE.
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