Es curioso el sistema que tiene la vida de darse a conocer. Todos pasamos por sus redes, pero cuando ella dice "fíjate en esto" no nos queda más remedio que detener nuestra actividad y mirar lo que nos ordenan.
La primera vez que vi la luz, yo entraba en la adolescencia, tendría 14 años y ya hace bastante de aquello, pero los recuerdos no se borran, como si fueran una maldición en algunos momentos, una bendición en el menor de los casos. El destino, ese en quien poca gente cree, me jugó una mala pasada, o, quizá, hizo lo mejor por mi, al hacerme tomar aquel camino, y conocer a [color=gold]N, la luz, y no por que piense en romanticismos y demás historias paralelas, sino por que la primera vez que la oí hablar y giré la cabeza para verla fue...un vacio interior enorme, la sensación de no saber si pisas el suelo, la boca abierta sin poder decir nada, la mente en blanco...la explicación lógica es que fue el sol, pero yo sé que la luz salía de ella, pude verlo claramente, su pelo brillaba, sus ojos relucían, su piel dorada me cegaba...aquellas palabras que se quedaron incrustadas en mi mente y esa figura angelical que se quedó grabada a fuego en mi ardiente corazón hasta el día de hoy.
Dicen que el primer amor es el mejor...el amor siempre es bueno, y hasta ese momento yo no sabía lo que era enamorarse. Había tenido mis momentos con otras muchachas, pero no pasaban de los típicos juegos adolescentes de búsqueda de identidad, N cambió totalmente el concepto de amor que yo tenía...concepto ese, el del amor, que comprendí con el paso de los años y ver que lo que sentía por N no desaparecía, que no había sucedáneo para ello, y que es la luz que me ha guiado en muchas ocasiones, aún sin saberlo ella. Con el paso del tiempo uno va teniendo más claras las cosas, y tengo mucho que agradecerle a N; pero no me engaño, también tengo mucho que reprocharle, yo no soy un juguete, y quizá esa sea una de las razones por las que yo mismo me siento tan mal, pero no pienso renunciar a mi identidad personal por una mujer, aunque esa mujer sea mi gran amor, un amor platónico, puesto que nunca consigo llegar a ella, siempre acaba escurriéndose de mis redes, por muy bien tejidas que estén.
Juego perverso el nuestro a fecha de hoy, juego que ella me recuerda con esa sutileza ladina que tienen las mujeres para hechizar, aún sabiendo que sigo hechizado, y juego que yo sigo con la astucia que las patadas de la vida me ha hecho desarrollar.
[/color]
![[bye]](/images/smilies/nuevos2/adio.gif "adios")
![[ok]](/images/smilies/nuevos2/okis.gif "ok")
