TdCL 2 - Unidad 2: la oscuridad.

Bueno, ya nos metimos en faena. Así que vamos con un nuevo ejercicio.

Segunda actividad: la oscuridad.

¿Qué sucede cuando no hay luz? Si reflexionamos un poco, nos damos cuenta de que percibimos de otra manera la cosas. El tiempo parece ir más despacio, las distancias se hacen más largas ya que parece nuestra mano no llega nunca a alcanzar ese objeto (nos movemos, sin querer, más despacio para asegurar) y los sonidos se hacen más claros, estamos más atentos.

Pues bien, en esta ocasión vamos a crear un texto que narre una acción que transcurra en la oscuridad absoluta, fijándonos en esos detalles que lo harán más creíble.
Cuando Ana iba a levantarse del asiento para ir a la universidad, la luz del vagón comenzó a desvanecerse. Miró asustada al techo y comprobó cómo los tubos fluorescentes se debilitaban y perdían intensidad. Miró desesperadamente a los otros viajeros, que también la miraban aterrados ante la idea de que se detuviera el metro. Los rostros se fueron oscureciendo hasta que no se veía nada. Se sentó lentamente en el asiento de nuevo, temerosa de caer. Sólo Una pequeña luz de emergencia, indicando el freno manual, se veía en el vagón. En aquel instante, el chirrido de las ruedas contra las vías se hizo ensordecedor. El negro túnel que atravesaban parecía estar a kilómetros por debajo del nivel del suelo. No podía saber dónde estaba. La gente murmuraba, algo agobiada. Las voces provenían de todas partes. Se aferró a la barra de metal, siniténdose así más segura del lugar que estaba ocupando. Una fuerte presión le oprimía el pecho. Estaba a oscuras, en un vagón de metro, rodeada de extraños a los que no podía ver. De pronto, pensó en su bolso descuidado en el suelo, entre sus piernas. Se agachó lentamente, tentando con las manos abiertas en la oscuridad. Tocó un pantalón. Alguien estaba delante de ella. Sintió un escalofrío recorriendo su espalda. No podía hablar. Se apresuró a coger el bolso y a aferrárselo al pecho, sin ningún miramiento ante el desconocido que se alzaba ante ella.

De repente, la luz volvió al vagón. Todos los viajeros miraron aliviados y desconcertados al techo. Ana sólo podía mirar a la persona que tenía delante de ella. Se trataba de su profesor de literatura, quien la estaba mirando muy seriamente.

-Perdón... Yo pensaba que... usted no era...-

El profesor se dió la vuelta altivamente sin mediar palabra y se acercó a la puerta de salida. Cuando llegaron a la parada, Ana se bajó con él, súbitamente ruborizada. Decidió no dar explicaciones.

¡Un saludo!
Je, pensaba que nadie postearía [ayay]
Es que la semana santa nos ha mantenido a todos ocupados ^^
Cierto, muy ocupados

La oscuridad

Mis piernas temblaban. Mi corazón palpitaba tan aprisa que era capaz de escuchar como bombeaba sangre, la misma sangre que en todos mis nervios multiplicaba por diez las sensaciones. Nunca en mi vida había sido tan consciente de mi cuerpo, de mi existencia, y resultaba irónico pensar que esto ocurría precisamente porque llegaba a su fin. Sentía el aire que acariciaba mis brazos desnudos, cada vello que se movía con suavidad para rozarse con otro. Escuchaba la respiración de aquel chaval al que viera unos minutos antes. Sabía que era él, respiraba profunda y entrecortadamente, era evidente que estaba asustado, era muy joven, probablemente era su primera vez. También escuché las lágrimas sordas de mi compañero. Sonaban como las mías, sin un gemido, sin un lamento, sólo lágrimas brotando de los ojos, unos ojos que ya no volverían a ver el mundo. Una venda los cubría. Pedí por Dios que no me los taparan, desde chico siempre temí la oscuridad, y aquí estaba ahora, con mis ojos y mi alma sumidos en la oscuridad más absoluta Era Mayo, olía a primavera, a lluvia, a hierba fresca y tierra mojada. Los almendros debían estar ya en flor, si respiraba profundamente quizás podría oler alguno y apartar de mi olfato el olor a orín que impregnaba las paredes de aquel sucio agujero donde había pasado los últimos meses, y que se me había quedado pegado. Odiaba aquel olor. Los pájaros cantaban, ¿serían gorriones los del nido sobre el almendro?
-¡Pelotón! ¡Apunten!
Debía haber un arrollo cerca, había demasiados animales. Escuchaba a un conejo cavando su madriguera, con la tierra mojada estoy seguro de que le resultaba más sencillo.
-¡Carguen!
Qué bien huele la tierra mojada, parecía que podía tocar mi infancia, cuando cruzaba el barranquillo con mis botas de agua para ir al colegio. Me gustaban las botas de agua, con ellas tenía licencia para saltar en los charcos.
-¡Fuego!
Sigue oliendo a primavera, pero los pájaros ya no cantan ni los conejos cavan. Todos huyen del terrible estruendo. Huele a lluvia, a naranjas y hierba, pero ahora hay una oscura mancha de pólvora y sangre en el aire.
Hola a quien lo lea.

Como prometí comento sin poder aportar un nuevo relato.

Ambos me han gustado, pero el relato de Guayedra deja un sorprendente final clavado en el pecho del lector. Descriptivamente considero a ambos igualados, aunque quizás esperaba más descripciones detallistas aún encontrándome con unas frases que creo podrían haber llegado a conectar más con los sentidos restantes de los protagonistas.

Seguid con el curso que aprenderemos todos muchísimo.

Un saludo.
Bueno, comento yo también a pesar de la escasez de participaciones.

Nylsa

Un buen texto que usa la oscuridad como clave para la acción. Tal vez esperaba algún detalle más relativo a lo que había dicho sobre la acción a oscuras (lentitud, distancias...) pero eso no le resta calidad al resultado y como ejercicio está superado.

Guayedra

Tú sí te has pegado un poco más a lo exigido y has optado por llevar al personaje a potenciar un sentido que en la oscuridad aún sirve: el olfato. Aunque la escena es realmente similar a cierto pasaje de "El perfume" el caso es que es cierto que a oscuras (y la ceguera es el ejemplo más radical) el olfato también se potencia.

Kefa, gracias por haberte pasado y por tus comentarios, me animaron al leerlos.

Si alguien más opta por escribir en esta lección, será bien recibido.
Hola a quien lo lea.

VozdeLosMuertos escribió:
Kefa, gracias por haberte pasado y por tus comentarios, me animaron al leerlos.



Gracias a tí maestro.

Un saludo.
ai va una:

me asusta la oscuridad. me siento debil cuando estoy en ella. no puedo evitar pensar k aria si llevara conmigo una luz, algo k me giara.
pero no es asi.

el bosque, de noche, es un lugar muy extraño. cada paso hacia delante es otro menos hacia la locura. los arboles, mecidos por el viento, aullan como un lobo hambriento, crujen nerviosos, ansiosos de salir de aquel lugar. es lo ke siento k me dicen.

tropiezo con una raiz y oigo a los perros. no puedo evitar k el miedo se apodere de mi, y temblando, emiezo a correr. la oscuridad es casi total. la luna no puede iluminar bien mi camino, las copas de los arboles son muy espesas, y sus raicessobresalen mucho.

k le voy a acer, si me matan k lo agan ahora mismo, no puedo segir asi con esta vida. no e echo nada para merecer esto.

me doy la vuelta y siento komo mi miedo me dice k hay algo tras esos matorrales, tan amenazador k ni la muerte podria levarselo. unos ojos, como dos rubies, brillan tras la oscuridad de la noche. su aliento, no huele a otra cosa k a muerto. seguramente mis compañeros ya estan en mejor vida, me voy kon ellos? o continuo kon esta sinrazon?

no opto por nada mas k por kedarme kieto.
el perro sale a la tenue luz plateada. sus ojos rojos brillan ahora con maas intensidad gracias a la magica noche. aora no ago mas k nada. me kedo alli, y ruego a dios porke me ayude a ser fuerte.
el perro salta hacia mi, hacia mi cuello, y poco a poco siento k el terrible dolor k me asfixia, disminuye. ahora sus afilados dientes prueban mi sangre, y yo, pruebo con mi alma la oscuridad.

oigo unos pasos. dos guardias franquistas se detienen y apartan al perro de mi yugular. se rien, victoriosos, pero lo k no saben es ke han perdido.
yo he ganado mi libertad, abrazo aora a la muerte. ella me obsequia con la oscuridad eterna, y yo siento como todo se apaga.

aora que todo esta oscuro veo la luz k me guia.
mis compañeros me esperan.

jeje, k raro soy no?
saludos
Como texto está interesante, pero ten en cuenta dos cosas:
el ejercicio no suponía hacer un relato, jeje, y las formas hay que cuidarlas. No acabas de postear en un hilo cualquiera una opinión, estás en literatura y en un hilo que pretende ser para practicar formas de escribir bien. Esas K, la falta de mayúsculas y varias faltas son cosas que tengo que comentarte porque este hilo va de cuidar (también) esos detalles.

El ejercicio pretendía buscar los elementos que hacen que la oscuridad tenga unos efectos. En tu caso, la falta de luz se hace patente, pero no abordas la obscuridad absoluta (se te cuelan rayos de luz de luna en la imagen que tus palabras crean).

Esto no quita que el texto esté bien porque es muy visual y se "ve" bien la acción, je, que te conste.
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