La Antesala-Segundo poemario (no escribir)

Aires densos

Por las calles mojadas empedradas,
junto al ruido interminable
de la nada en mis oídos,
con los pasos agitados de los abrigos
de paño en que se esconden los señores...

Húmedo quizás en mi memoria,
con el timbre de una voz
más bien hermosa,
presuroso y enfermo de moral
apoyando mi alma en las muletas...

Bajo el fuego de los gritos
de los muertos,
que se agitan allá lejos en el frente,
me acurruco bajo la luz pesada
del aceite ardiendo en el candil...

Con las manos manchadas de muerte,
de la vida robada al pecho
de aquel hombre, bajo bombas
y lamentos de los débiles,
el largo susurro de la guerra azota...
Para Chillida

Tu peine del viento
azota magnánimo
las gotas de amor...

Llevas al rincón de
la vida una taza de té
que nos sirve con pastas
para olvidar las botellas
vacías de la mesa...

Estratos de rocas
besos de hierro entrelazados
con soltura, maestría, amor...

Llevas tatuado en
el tiempo los granos de arena
de un reloj que esculpiste
entre los árboles, las rocas,
las lenguas y las hojas...

Dios de la piedra,
maestro del hierro,
clamor de una batalla
librada en el alma
y usando las armas del ingenio...

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Para Chillida...que los dioses de las artes te protejan...
Oda a la poesía

Oh! tiempo maduro
que condensa bajo sus brazos
tu aliento...

Eres maldita, eterna,
amante de amantes,
novia de desesperados
que se alimenta
de los
suicidios mentales de los tristes.

Oh! jodida vida
estar encadenado a ti
y a tu vicio...

Eres poderosa, veneno
del alma y de la lengua
con tu cuerpo retorcido
entre las palabras
y la tinta mezclada con
el sudor y los lloros de los tristes.

Eres maldita, Poesía,
pero sabes que te quiero
con mi alma...manchada de tus
pasos y tus besos...
Adiós verano

Ya se marchan las caras
de alegría por la tarde.
Ya no habrá ruidos en la siesta
para despertar
a nadie y salir corriendo.

Ya no habrá sal pegada
a los labios, ni besos de alcohol,
ni cariñosos susurros de
polvo de estrellas.

Casi añoro ya tus blancos pies,
aquellas manos afinando
la brisa, las carreras, los murmuros.
Ya no verán mis ojos las olas
peleando por llegar hasta la orilla.

Nunca volveré a probar
el dulce sabor de tu tatuaje,
ni las flautas dulces
entonarán himos de estío,
ni la radio nos dará las horas.

Ya mueren en la arena
nuestros sueños, bañados en basura,
mordidos por las algas,
pisados por tus pies blancos
y olvidados de verano en verano.

Las promesas se quedan en
los cajones de madera de tu cómoda,
y el balcón quedará una vez más cerrado.
No es en verdad justo
saber que no serán más asunto
mío tus miradas, y las suyas, y las nuestras.

Ya no habrá más besos de sal, ni dulce
sabor a tatuaje, ni agradable brisa
entre tus dedos. Mudos
de nuevo, sordos otra vez.
Adiós verano...






Tan seguido

Frío lago, oscura tez
de la balsa que me mira
con rencor y malicia.

Necesito un cigarrillo
en el parto. Vaso de limón
agrio en el porche pues tu aliento
me devuelve en la nuca
recuerdos de verano tan
intensos que socorren la
distancia de tu muerte
y te reviven.

Frío de nuevo,
otra vez solo,
con astucia te fuiste...

La lluvia, tu lluvia,
me retira del campo
donde pretendo librar
la batalla de estar solo,
otra vez solo,
siempre solo
con el eterno recuerdo
de haberte perdido
en el parto. Necesito
un cigarrillo la noticia
me mata, tan seguido,
primero tú, después el niño.
Maldita lluvia y terrible
Asfalto. Limón agrio...
embarazo

He decido quemarme
con el agua,
bendecir a fuego lento
tu receta de amistad.
hueles a polvo de otoño,
seguro que has
estado paseando sin mí
por las calles llenas de hojas,
llenas de abrigos con niños,
de gritos con madres
y de frío para combatir las bufandas.

He decido quemar
nuestro sello de familia
numerosa de solo dos,
por que te he oído llorar
hoy en el lavabo,
y conozco la semilla
que germina en tus
entrañas. Gracias, pues
solo tu podrías regalarme
una vida como esa,
y solo quiero que seas tu
la que me lo regale.
Lobo de mar

Se acerca a la vida llorando
con manos de pescador.
Si quiere nacer que nazca
entre el calor de la tormenta.
Porque te tiene,
porque necesita del mar,
de su sabor,
por ella y para ella.
Tiene manchas de vida en
los pulmones. De ella
y para ella.

Se acerca a la vida mirando
dentro de un vaso de ginebra,
con barba de tres días,
de ella, y sin ella.
Necesita de su voz para morir,
no se tiene en pie sobre la orilla,
vive con manchas de soul en el alma.

Tiene tatuado el sufrir en sus entrañas,
Vive para ella, y muere por ella.
Tose sangre de hombre de sal,
con pétalos sabor a pipa gastada.
Con ella, y sin ella
su barco se hunde para siempre,
con su orgullo de hombre
poderoso entre las aguas.
Con mirada de carne,
con aullidos de agua,
y con un alma llena de sal y arena.

Mis ojos

Verdad eterna en cuerpo de mujer,
Expira un último aliento antes de dormir.
Recuesto mi cabeza en tu vientre,
Duermes tranquila y poderosa.
Expiras una última
Sonrisa, blanda y pura,
Penitencia de dormir cuando te miro...
Ocaso eterno,
Rozándo la mejilla de Dios en un
Fútil intento por ser mejores...
Uníos en el sendero de su espalda,
Explorad ojos míos su cabello,
Recordad el camino de vuelta,
Alimentáos con su perfume
Y poco después buscad en sus sueños
Mi destino.
Arrogante mirada que me pones,
Roéme por dentro con las gotas de
Rocío con que empapas mis sueños.
Ocaso de mi vida que estoy contigo,
No pierdo el tiempo en decirte que
Eres bella sobre todas las cosas...
Solo te diré que te quiero,
Como una persona quiere a otra,
Encerrada en la prisión de la
Razón perdida.
Corazón de acero, compañero
Adicional de mis viajes por tu pelo,
Dame la verdad
Eterna de poder ver en tus ojos
Láminas verdes de esperanza,
Inicio de toda relación humana,
Rocío de las mañanas oscuras,
Id ojos mío a contemplar como duerme,
Sabiendo que no despertará más.
Sabor a sal

Me recreo en la mirada
de tus muslos salados,
con la voz quebrada
de la noche,
con la inocente voz
de la inocencia...

Tan llena de tu esencia
como está mi alma es libre,
y largo es el camino
que conduce
por el bosque de tu vientre
y termina en la placenta...

Tan rica de tu riqueza
la bolsa de mi boca se descubre,
y su interior te abrasa,
y calma su presencia,
y colma de dulces su agrio
sabor a terciopelo...

Y así termino de andar
por tus dominios, de tostada
tierra y taimados horizontes,
de dulce interior de caramelo,
de suave piel
y muslos sabor a sal...
para quedarme contigo

Tengo unas manos manchadas
de barro, manchadas de tiempo,
un corazón vouyerista
obsesionado por mirarte con ropa,
Una cámara de amor enchufada
a una red polvorienta,
un templo de oración orientado
a donde mueren las horas,
sigo buscando tu cuerpo
donde pierdo las cosas...

Necesito un amor en pantalla
que yo apague a mi antojo,
un joya engastada en estaño
y cubierta de cobre,
Nada de oro enganchado al cuello
y que me arrastre hasta el fondo,
necesito respirar un segundo
para cansarme de todo...

En la noche cuando tu no estuviste
se me antoja la cama,
y me guardo la sal del salero
en las heridas abiertas,
mi colchón se hace eterno
si no te tiene consigo...
necesito un bocado de amor
para quedarme contigo...
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