Sin titulo. Recopilacion (no escribir)

Pues nada, q aqui pongo los tres capitulos q por el momento tiene este escrito. Mañana (02/08/02) me voy de vacaciones asi q hasta septiembre no posteare nada más.

Espero q os guste:

Capitulo 1: El final

Capitulo II: ¿Quien eres?

Capitulo III: Flores

Saludos
Se habia pasado de la raya, aquella noche se había pasado de la raya. Ya hacia varios meses que la cosa no funcionaba, y aunque en mi interior quería que no fuera así, no podía negar lo evidente, nos habiamos distanciado tanto que apenas eramos la sombra de la pareja que habíamos sido antes. Pero ¡que coño! Eso no le daba derecho a ridiculizarme de la forma en que lo había hecho delante de mis amigos.

- Tenemos que hablar - le dije mientras yo tenía que conducir su coche, por sulpa de su borrachera, con sus amigos en el asiento trasero y cabreada como una mona por culpa de su comportamiento... Aquella noche todo lo suyo me daba asco.
- Mmmm..., Ahora no cariño, no ves que estoy hecho una mierda.

¿Cariño! ¿Cariño! Tendrá morro el tío, se pasa toda la noche ignorandome y bebiendo como un poseso y ahora me viene con ...cariño. Y una mierda. Será ahora.

- Sí. Ya te veo. ¿y sabes? Eso es lo que me fastidia, que te veo como a una mierda, pero no sólo ahora, sino desde ya hace algún tiempo - estaba dispuesta a sacarlo todo, y si tenian que escucharlo la pija de su amiga y el panfilo del novio de ésta (que eran los que iban detrás) pues que así fuera.
- ¿Pero que estas diciendo? Ya te ha dado otra de tus neuras.-me dijo sin mirarme. A lo que añadió la dulce coletilla -Y por favor! Cambia ya de marcha, que sólo falta que me jodas el coche.

Aquello me saco de mis casillas.

- Mira tío ¡que te jodan a ti! ¡que jodan a tu puto coche y a ti con él! Sabes que odio conducir de madrugada, y tú en vez de preocuparte un poco por mi ¿qué haces? Coger un pedal de espanto y pasarme las llaves. ¡Mira que fácil! Y después encima te quejas. Pues si quieres paro y nos vamos andando. -Notaba que un nudo se me estaba formando en la garganta y que los ojos se me empezaban a anegar de lágrimas. Pero no iba a llorar, no le iba a dar esa satisfacción.
- ¿Veis como se pone al volante, chicos? Por eso no la dejo conducir... ...salvo en ocasiones de necesidad, claro está.

Unas risitas de la parte posterior del coche y una carcajada (o algo parecido) del imbecil que tenia a mi lado fue cuanto necesité para dar el último paso.

- Pues mira, tranquilo que ésta va a ser la última vez que cojo tu asqueroso coche, y ya de paso, va a ser la última vez que voy contigo a ningún lado. Tenemos que dejarlo. Y esto no es la tipica frase para ver si reaccionas y me haces más caso a partir de ahora, no. Te digo en serio, pedazo de cabrón, que no quiero volver a verte en mi vida.

Quizá si hubiera estado más pendiente de la carretera que de la discusión habría visto que llegaba a un cruce, y puede que si mis ojos no hubieran estado inundados de lágrimas hubiera visto el coche que se me hechó encima por mi izquierda, pero no fue así. De forma que lo siguiente que recuerdo es el chirriar de los frenos, el estruendo del metal chocando y un dolor lacerante en mi rodilla izquierda que me hizo perder el conocimiento. En ningún momento vi pasar mi vida por delante de mis ojos, así que pense "por lo menos no me voy a morir".
Lo siguiente que recuerdo es una negrura inmensa y las palabras "...no quiero volver a verte en mi vida" retumbando en mi cabeza.

Me dijeron que estuve inconsciente unos diez minutos, aunque a mi me parecieron horas. Cuando al final abri los ojos, me vi sentada delante del volante (que ahora estaba deformado y ladeado hacia la derecha unos cinco centimetros) con la luneta delantera completamente resquebrajada, y la puerta del conductor (o sea, la mía) hundida hasta tocar el asiento.

Noté que una mano me estaba sujetando la cabeza hacia atrás y no fue hasta pasados unos segundos que me pregunté de quien sería. Por ningun lado veía a los que iban conmigo en el coche. Cuando intenté moverme la mano sujeto con fuerza.

- Se puede saber quien eres y qué estás haciendo? - Dije sin apenas poder girar la cabeza debido a la presión que ejercia aquella mano sobre mi frente.

- Eh?! Ah! ya ha vuelto en sí. Disculpe pero me han dicho que la mantenga en esta posición. Yo soy.., soy el que iba detrás y cuando he visto que se saltaba el semáforo y que el otro coche le arrollaba, he parado para ver como estaban - me dijo a la vez que ponía su cara enfrente de la mía para que pudiera verle. ¡Dios mío! Me había saltado un semáforo ...no quiero volver a verte en mi vida. Basta! Tenía que empezar a pensar con claridad.

- Bien. Me he saltado un semaforo ¿no? - el chico asintió con la cabeza - Vale, y he chocado con otro coche que no se habia saltado el suyo ¿correcto? - volvió a asentir - Y por lo que siento en mi pierna izquierda, es ésta la que me he golpeado (y seguramente roto) al hundirse la puerta hacia dentro. - otro movimiento de cabeza afirmativo - Pues entonces ¿por qué narices me estás empotrando la cabeza contra el asiento? Sueltame ya, joder, que la cabeza no se me va a caer. ¿Y donde demonios estan todos?- Empecé a llorar y gimotear como una niña perdida.

- Tranquilicese, señorita. - me dijo el chico en tono apaciguador - Sí, Ud. se ha saltado un semáforo, pero el otro conductor llevaba encima un colocón de no te menees, y ahora mismo está hablando con el chico que iba a su lado, que si se me permite decirlo , también llevaba una buena borrachera, y si entre los siseos de uno y los hipidos del otro se entienden, quizá puedan llegar a algún tipo de acuerdo amistoso. En lo que respecta a los otros dos acompañantes, los que iban detrás, a la chica le ha dado algo que yo definiría como un ataque de histeria colectiva, salvo que le ha dado todo a ella sóla, y está en la otra acera llorando a moco tendido y temblando como un flan. Y en lo que hace referencia al tema de porque le estoy sujetando la cabeza hacia atrás, mire, hace cosa de quince días que me saque el carnet de conducir, y como la teórica todavía la tengo fresca, creo recordar que en los accidentes una de las cosas que se debe hacer es no mover al accidentado, cosa que no he hecho, y otra me parece que es ponerle la cabeza hacia atrás, aunque para serle sincero, esto último no me acuerdo muy bien si es sólo cuando está tendido en el suelo o cuando está en cualquier posición. Así que, como más vale prevenir que curar, me he dicho: a sujetarle la cabeza. - y todo esto me lo dijo con medio cuerpo introducido por la ventanilla, con su mano derecha aún sujetandome la cabeza, y con el cuello completamente girado para que su cara quedara frente a la mía. Cuando llego al final no pude por menos que reirme de lo ridiculo de la situación, y lo hubiera continuado haciendo si no hubiera sido por el dolor que me recorrió toda la pierna izquierda.

- Ah!! creo que no es muy buena idea que me ria. -dije con una mueca de dolor en mi cara.

- Sí, será mejor que no lo haga. - me dijo mirándome a los ojos. -Y si ahora me promete que no se va a mover mucho, voy a ir a buscar a su compañero para decirle que ya se ha despertado. - Una sonrisa completamente encantadora adorno su rostro que, de repente, me pareció increíblemente atractivo.

- Un momento - acerté a decir cuando ya se estaba dando la vuelta -Eso de ir a avisarle. ¿Te ha dicho él que lo hagas? - le pregunté ..no quiero volver a verte en mi vida.

- Errr... ...bueno, la verdad es que no. Supongo que con el susto, la cogorza y los nervios, se le pasó. Pero creo que estará más tranquilo si voy a decirselo ¿no?; aunque, si prefiere que le siga sujetando la cabeza, por mí encantado. - allí de pie, medio girado hacia mí, aún resultaba más atractivo. No podía creer lo que estaba pasando. ¿sería cosa del destino? ¿estarían las estrellas posicionadas, vete tu a saber de que extraña forma, para que a mí, aquella noche, me hubiera sucedido aquello? Todo lo que acertaba a pensar era que la última frase que había salido de mi boca antes del accidente había sido la que una y otra vez se estaba repitiendo en mi cabeza ..no quiero volver a verte en mi vida dirigida al que ya consideraba mi ex-novio y acto seguido aparecía él, como por arte de magia, como caido del cielo, como una señal de que habia hecho lo correcto. Por supuesto, también podía ser que estuviera en estado de shock y todo aquello fuera fruto de mi perversa imaginación. Aunque no lo creía.

- Pues, sí. Prefiero que te quedes aquí. La verdad es que no quiero quedarme sola. Estoy bastante asustada ¿sabes? - las lágrimas volvian a brotar de mis ojos. Debía de estar horrible.

- Tranquila - me dijo acercandose - yo me quedo contigo.

Yo me quedo contigo. ¿Más señales? Eso no lo podía haber dicho por que sí, debía significar algo. Desde luego que estaba empezando a desvariar, ni siquiera sabía si había roto definitivamente con mi exnovio y ya estaba empezando a flirtear con un desconocido.

- Por cierto ¿cómo te llamas? -le pregunté cuando caí en la cuenta de que todavía no nos habiamos presentado.

Y entonces, todo sucedió de golpe, la policia, la ambulancia, los medicos , mi ex diciendo "Chodo esssta bien, agente. Yo no conducía ¿eh?", y el chico, alejandose de mi acompañado por un policia, iba formando palabras con la boca ¿Juan? ¿José? ¿Andrés? ¿qué nombre me estaba diciendo? Las sirenas, los medicos preguntando, mi ex "¿La prueba? Pero sssi yo no conducía, agente". Total que no me enteré de cómo se llamaba.

- ¿Queeeé? Que no sabes como se llama - mi hermana estaba alucinando. Había tenido los ojos como platos durante todo el relato.
- No, no lo sé. Me entablillaron la pierna, me metieron en la ambulancia, me han traído aquí y he llamado a mamá. Tu has venido y te lo he explicado. No lo sé, no se el jodido nombre de mi salvador. Y esto de salvador no lo digo por el accidente, sino por lo de la mierda de relación que llevaba hasta ahora.
- Bueno, tranquila. Lo más seguro es que se lo llevara la policia para hacerle las preguntas de eso de testigo presencial, o como se llame. Después le dirán donde te han ingresado, y vendrá a verte. ¿de verdad era tan guapo? - mi hermana siempre igual de optimista.. Pues yo no lo veo tan claro. Es más, no lo veo nada claro, seguro que ya tiene novia, o es gay, o es de alguna secta que le impide ir a visitar a chicas a las que conoce en un accidente de tráfico. O quizás sea monaguillo y por eso fue tan amable conmigo, con una necesitada. Joder, debo dejar de pensar en él. Yo me quedo contigo. Mierda, no puedo.
- Eh!! Que te he hecho una pregunta. ¿de verdad era tan guapo?
- Que sí, pesada, que sí. Era muy guapo, y tenía un culo muy mono. Aunque seguramente no lo voy a volver a ver en mi vida, tenía un culo francamente mono. Y ahora dejame un rato sola, empiezo a estar cansada y quiero ver si duermo. Y por favor, dile a mamá que deje de llorar ahí fuera, que parece que me he muerto.
- Vale, ahora se lo digo. Jo, tía¡ menuda historia.

Sí, menuda historia, tengo un accidente de tráfico, me rompo la rodilla izquierda, y en lo único que puedo pensar es en un chico que ha estado conmigo diez minutos. Definitivamente estoy en estado de shock
- Venga dormilona. Despierta ya.
- Mmmphhh... ¿qué hora es?
- Las nueve y media. Tu padre ha venido antes, pero como estabas durmiendo ha preferido no despertarte. ¿cómo va la pierna?
- Bien, supongo, no me ha dolido en toda la noche, ¿ha venido alguien más a verme? - la esperanza es lo último que se pierde.
- No. Y ya me ha contado tu hermana lo del chico ese del accidente. Valiente loca la que tengo por hija. ¿y Ramón? Nena.
- Hay¡ Mamá¡ no te pongas pesada ahora con eso. Ramón se acabó, el accidente lo tuve por su culpa y, aparte de eso, hacia tiempo que ya teníamos que haberlo dejado. Me encapriché por él al principio y ahora ya estaba sólo por no dejarlo, y por favor, no empieces ahora con lo de "Ramón es un chico muy majo" y demás, porque no estoy de humor para aguantar un sermón ¿vale?
- Bueno tú sabrás lo que haces, ha llamado al movil y ha dicho que pasaria luego, cuando saliera del trabajo.

Estupendo, un puñetazo en el estomago no me hubiera sentado peor que esa noticia. ¿Y que esperaba? ¿q asi sin mas desapareciera de mi vida? Si no hubiera tenido el dichoso accidente quizas sí, hubiera ignorado sus llamadas, hubiera evitado todo contacto con él, pero claro, no podía ser tan fácil. Ahora estoy aquí atrapada, sin mas remedio que aguantar las charlas que me dará prometiendo y perjurando que va a cambiar, que no lo volverá a hacer y demás palabrería fina que no dejará de escupir hasta que me ablande de nuevo. Pues no! No me da la gana, esta vez no se saldrá con la suya.

- ¿Qué dices mamá? Es que estaba pensando en lo afortunada que soy - Espero que se de cuenta que lo digo en tono irónico.

- Te preguntaba por la flores, que de quien son.

Flores¡ Flores¡ Nadie me ha dicho que han traído flores. Ay, Dios mío, allí están, a mi derecha, un ramo con un lazito y una tarjeta. El corazón me va a cien por hora. Nadie que me conozca me regalaría flores, todos saben que no me gustan, pero precisamente por eso mismo es una buena, no, estupenda noticia. Quiere decir que quien me las ha enviado no me conoce, y eso sólo puede significar que son de él, de mi chico de culo bonito sin nombre.

- Hija, te has quedado atontada o que? ¿No vas a coger la tarjeta?.
- Sííí, mamá ¿que te he dicho antes de lo de ser pesada? - no quiero que me metan prisa, he de disfrutar este delicioso momento que la vida me ha regalado, y si para ello he de tardar cinco minutos en alargar mi brazo para coger la tarjeta pues que asi sea, son mis flores y haré lo que me venga en gana.

Me tiemblan las manos cuando acerco las flores hacia mí, son las flores más bonitas que he visto en mi vida, y eso me extraña, porque a mí no me gustan las flores. Cojo el sobre azul, y cuando lo abro creo que el corazón va a salir por mi boca. "Ambrosio, me llamo Ambrosio" ¿Queeé? ¿Ambrosio? Mi madre debe haber visto la cara que he puesto porque inmediatamente me pregunta

- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Algo malo.

Hombre, malo, malo, no es, pero tampoco es estupendo. Ambrosio, por favor, ¿en que pensaban sus padres?.

"Pues nada, lo que se suele decir en estos casos. !!!Que te mejores pronto¡¡¡. Ya pasaré por ahí a verte algún día.
Ah! por cierto, mi nombre es Manuel, pero he preferido decirtelo ahora porque comparado con el de arriba cualquier nombre te parecera más bonito. Un abrazo."

- Va a venir¡¡¡ va a venir¡¡¡ ¿Te lo puedes creer? Va a venir¡¡¡¡ -si no fuera porque tengo la pierna escayolada estaría botando encima de la cama, de hecho seguro que estoy pegando pequeños brincos.
- Sí, hija mía, sí. Pero ¿quién? ¿El chico del accidente? Mmmm, a ver que pone, ¿Ambrosio? Pues menudo nombre hija.
- No. Mamá, no se llama así. Es una broma. Se llama Manuel, y sí, va a venir a verme. ¿qué tal estoy?

Mi madre me mira con una cara como diciendo "parece mentira que a tus 25 años aún estés así de loca"

- Increíble, hija mía. Estas increíble.

Ojalá Manuel piense lo mismo.
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