Monólogo III: Odio

Os odio. No os conozco de nada ni falta que me hace. Lo que hicisteis conmigo no tiene nombre. No sé donde estareis ni me importa, ahora solo me interesa mirar al presente y no sentirme condenado el resto de mi vida a tener que odiaros eternamente, aunque no lo puedo evitar, lo llevo dentro la sangre, esa misma sangre que vosotros mismos me disteis.

He intentado muchas veces arrancarme ese odio de mi cabeza, pero no puedo. Pasan horas, días e incluso meses y ese odio me persigue, me agarra el alma y me la aprieta concienzudamente, haciéndome heridas que desgarran todo mi interior.

La ayuda psicológica que recibí en ese centro cuando era crío me ayudo a superar ese terrible trauma por el que ha pasado bastante mas gente al igual que yo. Aunque la verdad me fué ocultada durante mucho tiempo, al final siempre salen los trapos sucios, es inevitable; tarde o temprano se descubre la verdad. Una verdad que prefieres no aceptar, pero que irremediablemente está allí, considerándome una víctima más de la elección de otros.

De vuestra irresponsabilidad nació el fruto podrido de un árbol perenne, que aún debe madurar para conseguir romper las raíces a las que estuvo unido algún dia. Hace tiempo que conseguí cortarlas, pero el odio sigue regando mi cerebro para que nunca olvide el pasado.

Algún día seguramente echaré al fuego todos mis diarios y escritos para conseguir olvidar completamente todo. Actualmente de vez en cuando debo acudir a ciertas sesiones de terapia en grupo para convencerme a mí mismo que puedo ser un hombre totalmente libre y con una estupenda vida por delante. De Hecho ya la tengo, tengo un buen trabajo y una muy buena relación sentimental con una chica majísima que me ha ofrecido todo su apoyo desde el principio, no me puedo quejar.

Algún día seguramente seré capaz de olvidar el pasado. Un pasado que paradojicamente no recuerdo, pero que por desgracia me ha causado daños psicológicos terribles y todo originado por vuestra culpa. Unos padres que actuaron cobardemente sin saber afrontar las consecuencias de mi nacimiento, y al ser un problema para vosotros, me abandonasteis recién nacido al lado del primer contenedor de basura que encontrasteis cerca de casa, dejándome a la interperie del destino.
Me considerasteis como una mierda, por eso acabé donde acabé, tirado donde se deposita la mierda. Yo os maldigo con toda mi alma.
PUFFFF!!!! Durísimo elato... muy bueno. Aunque, en mi humilde opinión.... no me gusta como queda en el global esto:

Actualmente de vez en cuando debo acudir a ciertas sesiones de terapia en grupo para convencerme a mí mismo que puedo ser un hombre totalmente libre y con una estupenda vida por delante. De Hecho ya la tengo, tengo un buen trabajo y una muy buena relación sentimental con una chica majísima que me ha ofrecido todo su apoyo desde el principio, no me puedo quejar.

Pero es solo una opinión.... por lo demás... perfecto, me ha gustado mucho a pesar de su dureza realista ;)
Sí que es duro, sí. Me parece un texto bastante circular: das vueltas a una misma idea, desde distintos puntos de vista: la distancia, el amor encontrado, pero hay algo en común: aún no se ha superado ese odio, que forma parte de la vida del narrador. Tiene un cierto aire de desorden, lo cual es normal porque se repite en tu serie de monólogos. No tendría sentido hacer un monólogo interior ordenado. Muy interesante. Saludos.
Vaya!, pues he empezado por el primero. :(

En fin, que como opinan los demás, muy duro, muy fiero, pero a mi entender repites demasiado....igual un aire de misterior y menos repiticon habria dado mayor profundidad al tema.
Pero como no tengo ni idea no me hagas caso. :p
Ta chulo. ;)
pues si muy duro (que ya te lo han dicho? XDXD) si es fuerte igual no pega con un tio con tanto odio hacia el mundo que tenga pareja...pero bueno igual me parece como un relato inconcluso que le falta continuacion...nose pero esa sensacion me da.

un saludo nos leemos;-)
numero41
4 respuestas