Historias en el mar. (Por favor no escribir)

prologo

Salió al patio del edificio gris del almirantazgo británico. Se encogió en su capa para protegerse de la lluvia y cruzó el patio para dirigirse a un coche de posta q estaba parado en las puertas de entrada. Estas estaban custodiadas por dos soldados de infanteria de marina.
Era un personaje menudo, pero con una mirada dura como el diamante. El color de sus ojos, era una mezcla del gris metálico con reflejos azules, lo q le daban una mirada dura y fría.
Se subió de un salto al coche, en el q le esperaba su criado y le dijo al cochero q se pusiera en marcha en dirección al puerto de Porsmouth.
Su criado era un tipo extraño, siempre callado; mestizo, de padre ingles y madre japonesa. Que vivió con ella en Japón, hasta que fue reclamado por su padre a Inglaterra y entró al servicio de nuestro protagonista.
Llevaba unos sobres en una cartera oscura, en ellos se le encomendaba una misión secreta, para el gobierno de su majestad britanica el rey Jorge.
Corría por aquel entonces el año de nuestro señor 1815, estaba en todo su apogeo la guerra contra el francés.
Después de dos días de camino por fin llegaron a Porsmouth, era de madrugada y deberían de ser sobre las 5 de la mañana y ya estaban los muelles en plena actividad.
Se dirigieron a una posada que estaba justo enfrente del muelle se llamaba el León Rojo, se puso de acuerdo con su criado para que solicitara habitaciones para ambos, mientras el se dirigió hacia una mesa del fondo. En la posada solo se encontraban unos cuantos marineros borrachos de la noche anterior.
El dueño al ver la categoría del que se sentaba a su mesa, se fue diligente hacia el para prestarle sus servicios, decidió comer algo antes de continuar su cometido y encargo un desayuno copioso para el y su criado Li.
Cuando por fin dejaron instalados sus baúles en la posada y estaban reconfortados con la comida, se dirigieron al muelle en busca de un barco.
Ya había amanecido y se quedaron explayados, al contemplar el bosque de mástiles que poblaban el puerto. De entre todos, destacaba uno de ellos que estaba anclado en la bocana del puerto, era un barco de líneas elegantes con una altura en sus mástiles muy superior a la de los que le rodeaban, lo que le llevo a pensar que era el que el estaba buscando.
Se llamaba Sophie, era una fragata de su majestad y supuso q los otros barcos, que en numero superior a 50 poblaban el puerto, eran el convoy de indias que se preparaba para salir. Vio al lado del muelle un grupo de oficiales de marina que miraban como un bote se aproximaba hacia el cantil del muelle.
Miro a su criado y diciéndole vamos allá, se dirigió hacia ellos resueltamente.
Capitulo 1

Llegaron a donde estaban los oficiales y les hablo así, caballeros buenos días permitan q me presente, soy Anthony sylt.
Verán ustedes, necesito hablar con el capitán de la fragata sophie le traigo un sobre del almirantazgo y pensé que ustedes podrían ayudarme a entregárselo en mano.
Buenos días contestaron todos los oficiales, señor Sylt si le apetece, le contesto uno de ellos, nos puede acompañar allí, estamos esperando un bote q nos llevara a ese barco y le pondremos en contacto con nuestro capitán, el señor Edoj.
-el capitán Edoj?, no tenia noticias de q fuera ese el capitán de la fragata.
-Lo es desde hace poco tiempo, fue destinado a la fragata hace solo unos meses.
-En realidad todos somos nuevos en su dotación, ya q esta fragata es la ultima q salió de los astilleros de su majestad.

Anthony pensó en q alguien había movido algunos hilos, para q el capitán fuese ese precisamente. No pudo reprimir una sonrisa, al recordar a su amigo el capitán Edoj.
Sin q se dieran cuenta el bote llegó al cantil y a una orden del guardiamarina q lo mandaba todos los marineros, q iban impecablemente vestidos como si fueran a pasar revista, levantaron sus remos para atracar en el muelle.
Le invitaron los oficiales a subir al bote, y se coloco junto al q había hablado en la popa.
Cuando estuvieron todos, el guardiamarina pidiendo permiso a sus superiores, ordeno q separaran el bote del muelle con los bicheros y q introdujeran los remos de nuevo en el agua, para seguidamente empezar a remar en dirección a la Sophie.
Conforme se iban acercando, Anthony no podía dejar de mirar la fragata, era muy estilizada, nunca había visto nada igual, llevaba en los palos, unas prolongaciones de los mástiles, q les hacian parecer q no tuvieran final y extrañado le pregunto al oficial.
Este le dijo q eran unos palos llamados, masteleros y mastelerillos y su función era, la de recoger el viento lo mas arriba posible cuando no soplaba abajo.
También le dijo, q era un prototipo de fragata, q a pesar de las pruebas realizadas, aun no estaba del todo ajustada para navegar a toda velocidad, le dijo q tenia lo ultimo q se había inventado en cañones.
Anthony pensó, este oficial no ha pensado q yo podría ser un enemigo, un espía infiltrado en sus líneas y me esta contando todo acerca de la fragata...
Conforme se acercaban iban destacándose las portas negras de los cañones y se veía el incesante ir y venir de gente q corría por la cubierta en todas direcciones, había marineros terminando de dar los últimos toques de pintura, otros se afanaban en colocar bien las velas q estaban bien enrolladas en sus vergas.
Por fin el timonel del bote maniobro con pericia, para ponerse al costado de la fragata sin hacerle ningún arañazo. Por lo q había visto hasta ahora, los marineros parecían encantados con su barco nuevo y lo mimaban...
Empezaron a subir uno a uno por la pequeña escala tallada en la fragata y cuando llegaron a cubierta, el oficial q había hablado con el se dirigió a uno de los guardiamarinas diciéndole.
- señor pit dele mis saludos al capitán y dígale q ha llegado a la fragata el señor Anthony Sylt, dígale q si es tan amable de recibirle y que trae correo del almirantazgo...
El guardiamarina se fue corriendo a cumplir su cometido.
Mientras esperaba, Anthony no pudo dejar de apreciar, aunque fuera lego en la materia, el cuidado y esmero q habían puesto los marineros en todos y cada uno de los cabos q había en la cubierta, esta estaba resplandeciente después de q los marineros la limpiaran con piedra arenisca antes de amanecer.
De pronto desde el alcázar salió un tipo enorme... con los faldones de la camisa por fuera y el pelo, q lo llevaba largo, sin recoger en una coleta como era habitual.
Se quedo un momento parado mirando a los recién llegados.
Y descubrió a una figura menuda, su cara reflejo una enorme sonrisa se dirigió hacia él presuroso y rodeándole con sus enormes brazos le dijo amigo mío, q me parta un rayo si pensaba q algún día volvería a verte...
1 respuesta