Te amo Tinúviel

Vuelvo a casa, son casi las 6. Me preparo un chocolate caliente y me atrinchero frente a la ventana. Está lloviendo y la tarde es oscura y triste. Me pongo a recordar. Una pieza orquestal me hace pensar en ti y en mi, juntos sobre la ciudad, como dos ángeles que no tienen preocupaciones. Me quieres entregar tu corazón. Una bola de fuego, que no quiero tocar, por temor a quemarme o a que se apague pronto, eso no lo se. Insistes y acepto el trato. Estaremos juntos hasta el fin de los días, cuando la esperanza sea vana y el cariño nuestro alimento. Te beso bajo el cielo gris... y caen lágrimas de plata por mi cara, delante de la ventana fria, con un chocolate caliente en mis manos. Quizas mañana deje de llover.

Cada día que pasa sin ti, cada minuto, cada momento... me siento más estúpido, feo y necio. Nada es ya lo mismo. El Sol ya no brilla, los pajaros huyen si saben que ire por alli, y la sonrisa de vida de los deseos se apaga en cada nuevo suspiro y en cada lamento. Salgo a la calle, fria, gris y triste y saludo a las farolas de cada esquina, y me fijo en los hombres apagados y decrépitos de cada callejón y me lamento. Quizás ellos tambien perdieron un amor. Uno de ellos tenía un puñal clavado a fuego y hielo.

Ya es noche, vuelvo a añorarte. Las palidas estrellas no me responden, y la Media luna que fue mi vida ya no está conmigo. Todo ahora es frio, es caida, es nada, es negro, es triste, es mortal.

¿Recuerdas cuando jugaba a sentirme Dios en el cielo de tu cuello? ¿Recuerdas cuando te sentí como lo más grande que nunca me sucedió? ¿Recuerdas cuando la vida era bella, las mañanas claras y las noches sin lágrimas? ¿Recuerdas? Que lejos queda ahora todo eso, que lejos queda el amor, que cerca la desesperacion, la derrota, la renuncia, el miedo... Seré fuerte, no cederé, te amo con el alma Tinúviel.

Que banal es la vida si no te siento junto a mi, que superfluo el deseo de placer en el que tu no estás, que amargo el dulce sabor del cariño si no es el tuyo, que triste el pensar en alegrarme. Te echo de menos por el dia y descargo las lágrimas de soledad en la noche. Si tu no estás conmigo, me sobra la vida. Espero cada tarde palabras sinceras, que un dia busqué y no eran más que sueños en el vacío. ¿Donde estás Tinúviel? "Massë nalyë? Tinúviel"

Tye melane!

Te amo sin remedio, pero ya no es placer sino condena.

Si quisieras un poema, te escribiría el más bonito del mundo. Si quisieras un beso, nadie te lo daría con tanta pasión como yo. Si quisieras amor, nadie te amaría tanto... si quisieras...

Nada que no se pierda en el viento puedo decir. Te amo con locura y ceguera, que más que seguramente atan mi corazón a las puertas del abismo y de la caida sin fin, pero es así, te amo y no lo puedo cambiar. Cada dia que pasa, cada sonrisa tuya que veo a escondidas y que ilumina mi vida como lo hizo otrora, cada palabra, cada sentimiento... todo es un tormento. No puedo evitar llorar al sentirte tan lejos cuando estuviste tan cerca. Ahora nada tiene sentido, me sobra el aire y me faltan ganas de dar otro paso, pero siempre lo doy. Cuento con olvidarme de ti pero es tan dificil como eliminar una marca de batalla grabada a fuego y acero. ¿Por que llegamos a esto? No maldigo esa noche de San Juan, maldigo mi estupidez y mi necedad a la hora de creer que podía tener sentido. Quizás algun dia, pronto o lejano, vuelvas a ser la mitad de mi que me falta, el pedazo de vida que voló, el amor que necesito para sonreir por las mañanas y no fingir más las sonrisas y las alegrias. Para no ocultar más mis lágrimas, para poder volver a sentirme vivo...

Te necesito Tinúviel, insustituible eres en mi corazón, pero te lo llevaste, junto a mi vida. Si algún dia quieres devolvermelas llama a mi puerta, para ti siempre estoy.

"Gabon!" solía decir. Duerme bien en esta noche, tan fria como la de mañana y la de ayer. Tan triste como todas las que me restan sin ti.

Dejo aquí mis sentimientos plasmados como marcas de fuego en mi corazón. Poco me queda ahora por decir, porque ahora todo es confusión. No sé si llueven piedras o rosas, no sé si en mi copa hay vino o vinagre, no sé si te volveré a sentir o no. Cada día que pasa, cada segundo, cada instante sin ti es un tormento para un corazón que guarda las esperanzas en paño de seda y que no conoce cura para su necedad...

Ya no tiene sentido seguir declarándote amor eterno, la eternidad me sobra. Sin ti no es más que un leve susurro en el viento. Quizás algún día puedas leer estas líneas manchadas de lágrimas amargas como la muerte, y si ese día llega, quizás comprendas de una vez por todas que mi amor no es pasajero, no es furtivo. Mi amor por ti está agarrado a mi vida y si cae uno, caerán los dos.

Una noche cálida pero oscura en mi corazón te apareciste ante mí como fruto de vida y esperanza, y desde aquel entonces todo cambió. Seis meses de dulces y amargos recuerdos contigo y sin ti. Esperas en la noche, lágrimas en la soledad, deseos en cada día y cartas de amor en mis palabras solitarias. Desde aquel día supe que tú eras Tinúviel, la más bella entre las más bellas. Tu sonrisa y tus ojos me iluminaron día a día, tu palabra era melodía de vida, tu rostro, el de un ángel dador de esperanzas.

Ya poco me queda sin ti, pero ya sabes donde estoy y lo que siento, ya sabes cuanto te añoro, ya sabes que te amo por sobre todas las cosas y que te espero sentado bajo las estrellas. Cuando la Media Luna ilumine el firmamento sabré que has llegado.

Te quiero Tinúviel.
Tinúviel, tye melane.

Ahora si que escribo el punto final a una historia de amor que brotaba y se hundia en cualquier momento del día. Fué bonito y fué horrible, en cada suspiro, en cada lamento, en cada sueño las emociones rozaban el límite del sentimiento. No pongamos todavía en juego la carta de la despedida, mejor pongamos la de la amistad, porque eres de corazón puro y noble y es algo que valoro por encima de todo. Ya no te tendre como un sueño, ahora prefiero soñar con el mar y las estrellas y sentirme vivo de nuevo. Gracias por todo Tinúviel, corazón jovial y bello, gracias por todas las alegrias que me diste y por enseñarme a madurar. Eres la perfección de mis deseos, eres el deseo de toda perfección...

Sabes que si hace falta, si hay tan solo un motivo, daré la vida por ti. Sabes que siempre estaré a tu lado, porque es imposible olvidar algo tan querido y tan hermoso. Cada vez que vea la Luna, me acordaré de tí y sonreiré con alegria.

Ahora firmo estas palabras, gélidas y cálidas con la tinta del cariño y el recuerdo.

Por siempre amigos Tinúviel, por siempre.

Todo era oscuro, todo era caos, todo era miedo y horror. Nada en mi corazón podia remediar la pena que sentía por tu ausencia, nada en mi vida valia sin ti. Esperé.

De la sombra surgió la luz, de entre las cenizas brotó una llama, la vida volvió al abismo y el calor de la sangre retornó. La esperanza que tenía guardada en caja de cristal para verla marchitar con el tiempo, maduró cuando ya nadie lo esperaba y lleno mi corazón. La esperanza de un nuevo día cobraba sentido. Melodias de cristal y plata llenaron mi cabeza. Habias vuelto.

Mucho tiempo te esperé en soledad, mucho tiempo paré en el andén de la derrota... pero ahora lo olvido todo. Has vuelto. La sombra desaparece y el fuego da calor a mis deseos.

Con esperanzas renovadas, los arpegios de la noche ya no suenan tan mal.

Tinúviel, tye melane.

Nubes en la noche me impiden ver las estrellas, pero solo el susurro del recuerdo de tus ojos, la gota de deseo de tu luz, me inspira en esta noche vacía de melodías. A tu paso las tinieblas se tornan destellos; las penas, júbilo; la noche, día.

Eres la musa de los deseos del soñador, eres la Gioconda del pintor de la estación de metro, eres el rayo de luz en el desierto oscuro.

Cuantas noches lloré por ti, cuantas pense morir por no tenerte cerca, cuantas imploré con necedad al olvido. Ahora has vuelto y todo se transforma. Ahora creo en la magia, en la Navidad, en algo más que lo que veo. Creo en los sentimientos y en las sonatas bajo la luz de la Luna. Creo en tí, creo en que te quiero.

Temo perderte más que perder a mi vida, temo buscarte de nuevo entre las sombras de la perdicón, temo mirar al cielo y ver nubes y sombras que ya no se tornen luz y alegría. Pero es de cobardes temer lo incierto, lo vago, lo borroso en el horizonte, y me juré no querer olvidar, me juré rechazar al miedo.

Ahora rubrico estas líneas con cariño y frágiles deseos de placer. Al menos tengo la certeza de que existes, Tinúviel, la Musa de Dios.

En ocasiones, cuando me siento solo, busco en la tierra baldía de mi desesperación un fruto de ternura, un beso con pasión, el cariño de tus dedos apretando mi corazón... y por cierto que lo encuentro, y vuelvo a la vida. Siempre estarás en el más profundo cajón de mis sentimientos, nunca te perderas en el olvido, nunca caerás al abismo del abandono.

Cuando te sientas sola en la noche, cuando las estrellas callen y el susurro de la Luna no llegue a tus oidos, cuando el reflujo de las mareas cese por despecho y el calor de la vida se diluya en vapores de cariño perdido, en ese momento, acuerdate de que te amo, de que estás presente en mi pensamiento como el aire en mi respiración, y que tengo consuelo para tí hasta el fin de nuestros días.

Que mis palabras no sean polvo en el viento, porque mi sentimiento está aferrado a los mismísimos cimientos de la tierra.

Te amo Tinúviel.

La noche era gris, sin estrellas y con la Luna muerta. La lluvia amenazaba en cada nuevo paso que dábamos y el frio acechaba en cada callejón. Pero daba igual. Estaba contigo y yo era feliz. El calor de tu cariño anegó mi pecho, el sentimiento de tus besos alegró mi caminar. Junto a ti la noche es clara como una mañana de Mayo, los días ya jamás son frios, la vida es azul.

Cuando me tocas siento calor, cuando me besas siento amor, cuando me miras siento que el cielo se rinde a tus ojos claros.

Darte las gracias es poco por tenerte, decirte que te quiero es ínfimo a mis sentimientos, decirme que me quieres me eleva a las nubes amarillas y rojizas de las tardes de Otoño, aquellas tardes en las que lloraba por ti y que ahora no son más que la sombra de un mal sueño.

Contigo, Tinúviel, soy feliz.

Maraña de emociones en el mar del soñador, mascarada de sentimientos con máscaras de dolor, sombras del pasado, nudos en el corazón.

Tuve un presentimiento como tuve otrora, la sombra invadió mi pensamiento, las lágrimas querían brotar, pero un mínimo de entereza salió desde lo más profundo de un alma dominada por el terror.

Quise abrazarte fuerte, quise besarte con pasión, quise que te sintieras amada como nunca, pero la desesperanza estaba en mi cabeza por doquier, todo se tornaba frío y oscuro... hasta que llegó El Momento. Lo demás era inerte, muerto, vacío, oscuro, inexistente a mis sentidos, y quizás solo yó me di cuenta de lo que sucedía, en ese momento era feliz. No importaba que la muerte tratase de sobrellevarme, que mareas de inmensidad tratasen de arrastrarme o que un rayo tratase de fulminarme. Nada ni nadie tenía capaz de estropear ese momento, no existía tal capacidad. Cuando comenzó la Voz, con su canto a la ciudad de los corazones perdidos, puedo jurar que un sueño se hizo realidad, que me sentí lleno, que te amaba por sobre todas las cosas.

La Voz, la Musa y yo. Jamás he sido tan feliz.

Te quiero con colmada locura, parcial ceguedad y absoluta veracidad. Y temo perderte.

Nályë i alka mittal kuilea Tinúviel. Tye melane.
Eres el rayo de luz dentro de mi vida Tinúviel. Te quiero.

A veces todo es un gran monton de basura, a veces todo es una maraña de placer, a veces el mundo es banal y superfluo, a veces quiero sentir calor en mi alma y solo lo siento en mi piel, a veces quiero llorar, a veces quiero un consuelo real, a veces quiero morir y esperarte en el paraiso, a veces me gustaría que entrases en mi corazón y explorases todos sus rincones, los claros y los oscuros, y así al fin comprendas lo que siento, lo que me costaría negarte la vida. A veces solo espero de ti una palabra, más que un beso, a veces quiero sentirme lleno, a veces quiero que el silencio sea la música en una noche con estrellas. A veces quiero sentirme vivo contigo. A veces tengo deseos de placer, deseos vanos y triviales, pero reales y sinceros. A veces quiero sentir, a veces quiero saber, a veces quiero ser yo...

¿Tinúviel? Puedes pasar, la puerta está abierta.

Cuando sucedió no sabia expresar mi alegría. Remolino de emociones en el interior de un sentimiento. Me has echo feliz, muy feliz. Hoy he sentido al fin esa extraña sensacion que siempre buscaba en tu mirar. Hoy he sentido el amor en tu sonrisa y en tus ojos claros, hoy más que nunca he sentido el suave tacto de tu piel por entre mis dedos como si de un primigenio rayo de luz se filtrase a través de las nubes pálidas de las mañanas de Enero.

Tinúviel, te amo. Cada segundo que paso a tu lado te amo con toda mi vida, cada segundo que paso sin tí, te espero con cariño impaciente.

Poco a poco mis palabras pierden significado, pierden belleza y claridad, pero no son más que el reflejo de un sentimiento que abruma todo lo que le rodea, que aplasta con mano implacable al miedo y al terror, que cura las viejas heridas de un corazón soñador y deseoso. Ahora, en lugar de temer al vacío y a la caida sin fin, prefiero disfrutar del sabor a miel de tu boca y del perfume de placer que rodea tu piel.

No existe palabra, ensayo, poema, balada, imagen, figura, melodía o arpegio capaz de expresar con sensatez el cariño que te tengo, el amor que te entrego o el sentimiento que me inunda cada mañana y cada noche, cada tarde plácida contigo, cada día, cada segundo.

Déjame disfrutar otra vez del tacto suave de la vida, de la imagen vivaz de la felicidad, de la esperanza perfecta, del deseo pleno, del cariño verdadero, de tu mirada de cristal, de tus cabellos de seda, de tu faz de ángel, de ti.

Siempre serás Tinúviel a mi corazón, siempre seras el rayo de luz dentro de mi vida. Te quiero.

Hantalë!

No tengo inspiración. Busco las palabras adecuadas en cada momento y nunca se asemejan al sentimiento. Quiero expresar expresiones sin expresión. Quiero decirte que te quiero y quiero que me quieras. Quiero estar contigo y olvidarme de los miedos y el horror de los Viernes sin ti.

Sucede en mi corazón que las llamas del cariño y la pasión abruman a lo superficial, a lo estúpido, a lo trivial... abruman todo aquello que me aterra, que me preocupa, que me hace pensar en perderte.

Cuando el cariño gane el pulso a la vanidad, los sueños locos se tornaran destellos en la noche. Cuando nuestras vidas cobren las deudas del sentimiento y pierdan en el mar las visiones de lo vulgar, todo lo gris se teñirá de azul, todo lo oscuro deslumbrará y calentará los deseos de una noche de verano.

Hoy mis miedos son buques en mi piel, mañana lo serán también, cuando esté contigo, se hundiran.

Si en algun momento el perfume de los deseos de tu cabello se consume en la superficialidad de unos dedos pérfidos, si llega el dia en que tu sonrisa no sea más que la molesta sensacion de recompensa de un corazón podrido, si alcanzase a ver tu piel mancillada por manos que buscan el placer en lo banal, si algun día tus susurros solo son molestia para una mente estúpida, si todo esto ocurre, tendre por seguro haber encontrado la Paz, fundido con la muerte en un abrazo del corazón.

Solo se me ocurre pensar ahora, que te quiero, que te necesito, que eres todo aquello con lo que puedo soñar, que tus besos son mi pasaporte a las nubes y tu piel es mi autopista al cielo. Solo se me ocurre decirte que te dije un día Tinúviel, y cuando llegues a comprender el significado de un sentimiento pleno, alcanzarás al entendimiento del cariño y el deseo.

Tye melane Tinúviel, aranela, melmea, kuilea.
Te amo Tinúviel, mi princesa, mi amor, mi vida.

La tenue luz de la Luna iluminaba con fragilidad un rostro angelical. Una cálida brisa del sur ejecutaba la nocturna frialdad. Las olas se aproximaban para romper su viaje en un golpe de armónica melodía. Mis manos rozaron tu faz, la luz de tus ojos se clavó en mi mirar. Tu y yo, solos, junto al mar.

Te quiero Tinúviel.

Gracias Tinúviel. Gracias por darme una gota de vida en cada mirada, por tenerme en una nube azul, por llenar de esperanzas un corazón que se perdió entre rocas y espinos.

Robaré la luz del Sol y te la daré envuelta en tu cabello, sacaré el más eminente rayo de Luna de una noche de Verano para regalártelo en una caricia, te besaré en mis sueños, te amaré en París. Viviremos fundidos en un abrazo mientras dure la canción, hablaremos a escondidas con susurros del corazón.

Espero ya nunca estar lejos de ti, que jamás caiga el sentimiento al abismo del frio y el olvido... espero poder despertarme una mañana de Mayo perdido en las hebras de oro de tu pelo.

Gracias por la esperanza. Eres el rayo de luz dentro de mi vida. Te quiero.

Hantalë ter i estel. Nályë i alka mittal kuilea. Tye melane.

Activa profecía
escrita con versos de terror.
Podredumbre, desaliento
miseria para el soñador.

Triste caminar es el camino
del corazón apasionado.
Gran recompensa una mirada,
quimérico placer
el leve susurro del recuerdo.

Vivaz figura de cariño
exiben tus ojos verdes,
grata virtud la esperanza
recogida en tus besos.

Nací.
Morí.
Viví.

Mi vida se cerraba,
el destierro, mi caminar.
Una luz se apareció
brillante y nacarada,
templorosa y frágil,
viva y taciturna.
Eran tus ojos,
era tu mirar,
lo que ahora es mi vida,
allí, cerca del mar.

Te pedí resguardo
en tu iris de esperanza
y recibí sin esperarlo
el calor de tu corazón.

A veces mis paredes
se estrechan cual prisión
y cuando quiero volar...
¡Delirios! ¡Corazón!
Coje unas alas
y vente junto a mi
volaremos juntos,
solos en París.

Mientras tus rosados labios sigan
rozando los labios mios...
Mientras sigan tus ojos verdes
iluminando mi camino...
Mientras siga tu cabello dorado
apartándome del frío,
y tus besos de pasión
no tornen en su signo,
sentiré que la Luna azul
que tu piel ilumina
iluminará siempre mi alma,
iluminará siempre mi vida.

Inspirado en G.A.Bécquer

Besar tus labios, sentir tu calor. Respirar tus sonrisas y desnudar al Sol. Abrazar tu cabello, amarte hasta el fin, limpiar malos recuerdos... ¡Vivir junto a ti!

Dos esmeraldas son tus ojos, que alegran mi caminar, de verde esperanza tiñen mis deseos y me bañan en sueños e ilusiones. Si algún día tú me faltas, si tus besos caen en bocas oscuras y no recibes el amor que mereces, me olvidaré del calor de la vida y de las noches de espera. LLoraré una vez y no más, porque será imposible parar cuando caiga la primera desdichada lágrima.

Pero es tiempo ahora del cariño y de vivir junto a ti, besar tu piel y conocer tus rincones. Rezar en tus senos la oración del placer y buscar en tus ojos el perdón y la luz. Es tiempo de vivir, de sentir, de querer, de amar, de tenerte en mis brazos, cada una como si fuese la última vez. Es tiempo de ti y de mi.

Tye melane!

Creo que es el momento de poner punto y final a mi discurso de amor y alabanzas hacia el ser más bello y amado que conozco. En ocasiones, toda esta bolsa de textos embellecedores podrán parecer repetitivos o vanos, pero provienen de lo más profundo de mi corazón y los dedico a quién más quiero. Por ello, deseo cerrar este pequeño libro.

Siempre dedicado a ti, ahora más que nunca:

Tinúviel

Oscura noche con luna azul posaste tu mirada en mis deseos. Tus ojos verde esmeralda perforaron mi alma. Desde entonces no existió nada más en mi vida que tú.

Has sido mi sueño y mi pesadilla, mi amor y mi ira, mi vida y mi muerte. Eres ahora la fuente de cariño que siempre busqué en el seno de la esperanza. Eres el sueño que se esfumaba al despertar, ahora tornado realidad.

Quiero estar contigo, desnudarte en la oscuridad, besarte y acariciarte bajo la Luna azul... siempre cerca del Mar.

Quiero dormir en tu alma y nunca jamás despertar, sentir el calor de tu pecho en mi corazón.





Siempre permanecerás en mi corazón. Tu marca de amor quedará grabada con fuego.

Te amo Tinúviel!

Tye melane!

Nada mas que tú, no necesito el aire ni recuerdos, nada más que tú para vivir, nadie más que tú para sentir que vivo y que vivo para ti.Perdóname por no haber hecho caso de tu petición de que no escribiésemos nada, pero necesitaba hacerlo.Gracias por todo, gracias por ser como eres, gracias por hacerme feliz. Eres mi mundo de placer, mi ilusión de vivir, mi esperanza de cariño, mi suelo de bondad, mi sueño de pasión, mi pensamiento constante.... mi todo y mi vida.

TYE MELANE!

Y con esto creo que no hay más que decir.

Gracias Tomenta!

Tye melane.