Ensayo del Disparate

Pues se me ha ocurrido probar a ver qué disparate salía combinando teclas, y lo que ha salido no es más que eso, un Ensayo del Disparate.

Es mi primer escrito de más de 50 palabras desde las redacciones del colegio, así que, sed suaves con la críticas ;)

Ahí va, sin más preámbulos ni anestesia (y que sea lo que Dios quiera) :




ENSAYO DEL DISPARATE.

Esto que ahora les voy a contar es mi autobiografía, voy a procurar ser lo más explícito y conciso posible, porque lo bueno y breve está mejor maduro y en jueves.

Debido a mi mala ortografía, he pedido a mi cuñado, Tomás “el del prepucio” que me escriba mi autobiografía en primera persona, que aunque es un poco analfabeto y le falta un brazo, le gustan los Beatles y se casó muy joven de “fuera de juego”. Creo que eso lo define perfectamente como le corresponde, analfabeto, manco, melómano y capullo.

¡¡¡¡JERONIMOOOOO!!!! Grité en cuanto pude. Empecé a vivir nada más nacer, que lo hice con prisas porque había quedado. Así que sin más preámbulos llamé un taxi desde el Güiesper XL de mi abuela, que en paz descanse. Antes de bajar a la calle me despedí de mis padres como deber de buen hijo era, a mi madre le solté dos besos como dos portazos; sonoros y secos. A mi padre… mi padre, ¿qué decir de mi padre?, que me hubiera gustado conocerle; el señor que me miraba raro por el pasillo tampoco debía conocerle, pero sin mediar palabra me dio un beso en la frente que con la aspiración me hubieran quitado las arrugas de haberlas tenido, y me dio una cucharilla, -“toma guapo para el café”- me dijo, debía ser muy gracioso en otras circunstancias.
Ya en el ascensor, me miré en el espejo para ajustarme la corbata, y procuré limpiarme la marca de carmín que me dejó el pobre hombre al despedirse, son cosas que pasan. Ser Drag-Queen en un barrio pobre debe ser muy sacrificado y más si le miran raro en el mercado.

Una vez llegado a mi destino, me bajé del taxi y pagué al buen hombre como mejor pude, le regalé mi carnet de la biblioteca y un bocadillo de atún con pimiento, y le despedí con un sonoro beso en la mejilla y 6 palmadas en la espalda. -¡¡Vuelva ustéd mañana!!- dijo el taxista, -que me pilla usted sin cambio-. Na hombre, para eso estamos- le dije.

Busqué mi sala como loco, la agitación y los nervios me hizo olvidar el recado en el taxi, vaya por Dios. ¿Qué sería de mi sin la paella para 12 que había olvidado?, pues nada, que se la coma el taxista con salud, que lo tome como mi regalo de Reyes, que a mi la primavera siempre me ha hecho ser mejor persona. Además hasta septiembre no cerrarán las piscinas.

A lo que íbamos, llegaba tarde, esto de nacer tan tarde siempre me ha dado quebraderos de cabeza, ayer fue lo último, mi madre, la de hoy no; la de ayer, pues bien, no me interrumpas. Mi madre me pidió fuego para la chimenea, que veía que la cerilla no le prendía el butano, y mira que la restregaba bien contra la bombona, pero nada chico, que parecía que estaba en huelga. Y lo peor de todo es que se negaba a parirme a oscuras… ¡vaya señorita comodona que me tocó!. Así que pedí prestado un casco de minero a uno de los calamares a la romana que había comido mi madre durante la cena anterior y salí como pude. “Ahí te quedas”, le dije. Y con estas cogí la puerta y me largué. Ya por la tarde en unos escombros encontré a un vagabundo y le regalé la puerta, -tome usted caballero– le dije, -una pequeña entrada para la casa-. ¡¡Qué maleducados son los vagabundos de hoy en día!!, ¿pues no me mandó a tomar por saco?

Estoy desvariando con mi autobiografía de hoy, mi cuñado, Tomás “el del prepucio” no va a saber por dónde cogerla, y es que les recuerdo que, además de manco es un capullo.

Volviendo al día de hoy. Busqué mi nombre entre las salas, ahí estaba yo, con mi nombre brillante y redundante, que se vea que soy de buena familia. Brillante y limpio, que no hay cosa más limpia que las que no se ensucian. Bueno, ahí estamos, sala 14, buenos días, buenas tardes…bien bien, gracias. Entré por la parte de atrás, por donde entran los artistas, y es que eso de “genio y figura hasta la sepultura”, debería ser el decimotercer mandamiento, tendrían que enseñarlo en misa, junto a la alineación de la selección de fútbol, como siempre se ha hecho. Que estos curas modernos te cambian el Padrenuestro cuando quieren, para que luego los demás no digan que la iglesia no se recicla.

Ya los veía a todos, detrás del cristal que nos separaba. Estaban todos mis seres queridos, todos los que había conocido a lo largo de mi larga vida, mi madre, el señor drag-queen que me encontré en el pasillo, ¡¡el taxista!!, ¿cómo se habría enterado?, me hizo mucha ilusión, ahí estaban todos, los tres, con sus cocacolas y las palomitas.

Con una pequeña inclinación cortés de mi cuerpo les hice una reverencia, mientras me iban colocando las coronas esos señores tan amables. Una vez más me incliné hacia mis invitados, y me despedí de ellos como correspondía tan serio evento -“Hasta mañana”-. Y sin más, pedí que apagaran las luces y me metí en mi ataúd para morir en paz, con los brazos cruzados sobre el pecho, como en la tele. Mañana será otro día. ¿O no?.
Muy bueno, me he reido una jartá, Raulicia. Inevitable acordarme de Gila al leer tu relato y como vas contando con un humor ácido y negro las penurias de la vida. Aplausos, lo he pasado en grande leyéndolo.
Muy bueno, yo tb me lo he pasado muy bien (anda que como has puesto al del prepucio).

Nos e ves y norawena
Jus, cuanto loco suelto últimamente por este foro. XD

Desde luego, es un ensayo del disparate muy disparatado.
Ains, ¿Lo ves como todo es empezar? Eso si, ahora que le has cogido el gusto no podrás parar.

¡¡Enhorabuena!! Si los guionistas del club de la comedia leyesen esto... en fín. [666]
Jaja, imagínate si me he reído que he salido al balcón y he encendido una traca! Por cierto, está muy bien escrito. Para no escribir desde el colegio, no se te da nada mal. Saludos.
Tas chalao [fumando] :P

Me he reido mucho... lo de manco y capullo casi me atraganta.
Ya lo he leído, aunque he tardado un poco (joé, mira que horas)

Desde luego, no me arrepiento nada. Es muy bueno, te ríes mucho, tiene puntos muy graciosos, como se ha dicho, al estilo del gran Gila.

Eso que no escribes desde el colegio... bueno... yo no digo nada. ein?

Raulicia, espero que este sea el primero de una larga lista de relatos. Los lectores lo agradecerán.

Saludos.
Gracias, gracias...

Me alegro que os haya gustado pero creo que os habeis excedido con vuestros dulces comentarios (eso si, lo agradezco muchísimo ;) ).

Es verdad que me ha salido muy a lo Gila, pero es que así es mi humor, correoso-amargo-feliz.

Veré qué más sale aporreando el teclado, prometo más noticias ;)


Heracles, "Es mi primer escrito de más de 50 palabras desde las redacciones del colegio ", lo juro con sangre :)
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Y no puedo decir nada mas, que aun estoy riendo.
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9 respuestas