Desaparición [relato Sci-fi]

Bueno... vuelvo a tocar el tema de Sci-FI, espero haber mejorado un poco respecto a mis ultimas obras... espero que os guste.


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El transporte carmesí descendió vertiginosamente, pero con la precisión innatural de un cerebro de cilicio. Una vez que toco la calle, del lateral vehículo surgió una gran abertura por la que salio una figura vestida con gabardina parda y sombrero a juego. Alzo la mirada y contempló la imponente edifico que se erguía ante el, había que reconocer que la universidad era de una belleza intachable, formado por gigantescos arcos metálicos y una cúpula de cristal que parecía flotar en el aire.

Pero esto no le interesaba hoy a R.Ian, su misión le llevaba a los profundos subterráneos, donde se ubicaban los laboratorios y numerosas dependencias universitarias. A base de mostrar su placa a los numerosos robots de seguridad que le salían al paso consiguió llegar a uno de las laboratorios mas recónditos del complejo, junto a la puerta de plástico imitando a la madera noble se hallaba un nombre “Ernest Marry” Catedrático de física aplicada. Tras abrir la puerta se encontró una gran habitacion muy poco iluminada, había varias mesas y un gran biombo. En el centro, una figura desgarbada se frotaba nerviosamente las manos y se atusaba unos mechones de blanco cabello, mientras intercambiaba algunas palabras con un robusto robot policía.

A R.Ian le desagradaba profundamente esos robots, eran grandes y tontos, con una placa pintada en pecho azul y un par de ojos en cada lado. Estaban provistos de brazos extensibles y de dos pares de piernas. Tenían por cerebro el manual del perfecto policía, servían, como no, para vigilar a niños en un parque o para controlar una manifestación. Pero eran completamente inservibles e inadecuados para una investigación policial.

Se acerco a las dos figuras y relevó al Robot, que con un sonido metálico abandono la sala.

- Soy el detective R.Ian de clase A, usted debe ser el rector de la universidad –se presento, estrechándole la mano- según me consta ha denunciado la desaparición del catedrático Ernest Marry –Dijo tras consultar su agenda electrónica- Por favor explíqueme todo los pormenores.

- Ernest se encontraba en este laboratorio desde hace varios días. Investigando en sus últimas ecuaciones, era un hombre dedicado a su trabajo -contestó el hombre- Pero hace algo mas de una hora intente establecer una comunicación con el, pero fue imposible. Extrañado mande a uno de los robots de seguridad de esta planta a comprobar si el profesor estaba bien, pero no le encontró. Tras asegurar que no había constancia de su salida del edificio llame a la policía. Por favor comprenda que es imposible que Ernest se quitara el chip, el no es un disidente…

R.Ian miro a su alrededor, la sala se encontraba limpia de sangre, era evidente que el local carecía de las instalaciones necesarias para extraer un chip homologado localizador. Chip que todas las personas poseían desde que se les inyectaba en la medula espinal momentos después de su nacimiento. Su extracción ilegal estaba condenada con la privación de personalidad.

-¿De que naturaleza era su trabajo? –Pregunto el detective-

-Ecuaciones no lineales basadas en la matriz de Hopeinwar –Contesto el rector- En verdad es un campo abandonado por la física moderna, pero Ernest se empeño en seguir trabajando en el.

-Bien – El detective paso unos instantes pensando- llame al robot de seguridad-

El rector se acerco a una pantalla de comunicación y en un minuto apareció por la puerta un pequeño robot de seguridad.

-Este es...-comento el rector- le dejo para que pueda trabajar, si me necesita comuníquemelo –dijo antes de desaparecer por la puerta-

R.Ian le hecho un vistazo al robot, era de manufactura elegante pero funcional, se movía sobre un juego de ágiles ruedas que soportaban un esbelto cilindro, mapeado de lentes de visión y sistemas de detección. A ambos lados tenia unos largos brazos y finos, que estaban allí mas que nada para darle un aspecto mas cercano al humano.

-Bien, dime lo acontecido en esta habitación en esta tarde –dijo R.Ian mientras contemplaba al robot-

- A las 17.40 llego un paquete por mensajería para el profesor Ernest Marry, a las 18.38 hubo un aviso de radiación ultravioleta en este cuadrante, pero no paso de la escala de normalidad, a las 19.15 el rector me ordeno que avisase al profesor Ernest Marry-

-Detente muchacho – Dijo el Detective cuando supo lo suficiente- ¿De que naturaleza era el paquete recibido?

-Señor, esa es información privada del profesor Ernest Marry –Contestó impasible el robot-

-Tengo privilegios nivel A –Al detective le cansaba trabajar con máquinas tan limitadas.-

-El envió estaba a nombre de “Recursos goodsoul”, según el recibo constaba de un batería atómica modelo XYON, dos ordenadores en miniatura, 3 condensadores de flujo, un regulador servo-cinético y medidor de radicación de alta precisión –contesto el robot

-Bien, quédate en la puerta, te llamare si te necesito -tras estas palabras el robot salio de la habitación-

R.Ian se quedo a solas en la habitación, activo su escáner y la rastreo. Como suponía no había ninguna cámara de seguridad oculta. En un rincón había un biombo que ocultaba una cama pulcramente hecha y la puerta a un pequeño y limpio baño. En una de las mesas de trabajo se amontonaban hojas y hojas escritas con infinidad de ecuaciones y símbolos… en otra mesa se encontraban herramientas y piezas varias…

En el suelo encontró una hoja muy garabateada, la miro unos instantes y tras consultar su reloj llamo al rector de la universidad. Cuando este llego encontró a R.Ian mirando el reloj de la pared con calma pasmosa.

-¿Ya sabe algo del Profesor Ernest? –Pregunto el rector- ¿Tiene alguna pista?

-No solo tengo un buen par de pistas sino que además he resuelto el caso…-contesto el detective- Por favor espere un minuto…

El minuto pasó lentamente… pero exactamente a las 20.38 en el centro de la habitación, surgió con una gran luz, la figura de un hombre cuidadosamente peinado. Que llevaba en la mano un artilugio de manufactura obviamente artesanal.

-¿Rector que hace usted aquí? ¿Y usted quien es? – Pregunto el hombre al detective-

-Profesor, soy el detective R.Ian, encargado de investigar su desaparición –contesto el detective-

-¡Alguien puede explicarme que ha pasado aquí? – pregunto el rector confundido-

-Muy sencillo, el profesor Ernest Marry aquí presente, descubrió en las educaciones una forma de disuasión temporal, un sistema que permite separarse del tiempo y volver a el en un futuro concreto. Así que el profesor monto un aparato que permitiese llevar a la practica su teoría pero…–el detective tomo la hoja garabateada que había encontrado en el suelo y se la entrego al rector- Al hacer los cálculos para trasladarse 2 minutos en el futuro, cometió un error de principiante… confundió minutos con horas… Ahora si me disculpan tengo otros asuntos que atender.

-¿Pero como lo sabia usted? – Pregunto el Profesor Ernest-

-Elemental querido Watson- Dijo el detective, tocándose su metálico cráneo, antes de desaparecer por la puerta.