El Guardián del Destino XXXI: Edenma, compañera de viaje

Dónde estaba. Dónde había estado antes. Había sido un sueño o estaba soñando ahora. Estaba inmerso en sus cábalas cuando una voz de niña le despertó de ese letargo.
- Por fin despertaste – dijo asustando al muchacho que dio un brinco.
- ¿Quién eres tu? – Karib pensó por un momento que no había sido todo un sueño, que esa chica podría estar de nuevo ahí, con él.
- Vaya, creo que debería ser yo la que pregunte antes, ¿no? – definitivamente no era la misma joven que en su sueño o lo que hubiese sido. El muchacho se llevó las manos a la cabeza intentando aliviarse el dolor de ojos que todavía tenía e intentó descubrir quien le estaba hablando. La sala era amplia, pero no en exceso. Estaba casi vacía de no ser por un par de hamacas maltrechas en donde se encontraban él y la joven que le hablaba. El resto era prácticamente roca y no tenía ventanas. Realmente extraño. Después de examinar un poco el lugar donde se encontraba volvió a fijarse en la muchacha. Era joven, como él, y de pelo castaño, pero ya no podía distinguir nada más. Estaban separados y había poca luz – Bueno, ¿vas a contestarme?
- Eh, sí, perdona. Me llamo Karibdys, pero llámame Karib.
- Karibdys... Qué nombre más raro. Mi nombre es Edenma. Encantada, creo.
- Oh, gracias. Lo mismo digo – aquella situación resultaba bastante embarazosa pues acababa de conocer a aquella chica pero en unas condiciones raras. En primer lugar se encontraba en una especie de celda, y en segundo lugar, estaba aturdido, como si acabase de recibir una paliza. Bueno, de hecho acababa de recibir una paliza, o eso creía -. Me, ¿me puedes decir cómo he llegado hasta aquí?
- Ehm, supongo que sí. Te trajeron esos dos tiparracos que parecen payasos. Estabas inconsciente.
- ¿Llevo mucho tiempo así?
- La verdad es que no. Un ratito nada más.
- Gracias.
Estaba muy aturdido. Si llevaba allí todo el tiempo desde que cayó contra Satertel, todo lo que había ocurrido con Deyira no tenía más remedio que ser un sueño. Ese pensamiento le dejó bastante abatido porque por un momento se había sentido tan seguro y a gusto... Y ahora todo eso era un sueño. Se dejó caer de nuevo en la hamaca ante la mirada de Edenma que parecía algo extrañada con su nuevo compañero.
Era muy extraño, pero Karib estaba destrozado interiormente. Tenía ganas de llorar, sin embargo no iba a hacerlo delante de Edenma. Pero, por qué aquella sensación. Después de todo, no era más que un sueño, y una chica. Pero él había vuelto a la realidad. Y en la realidad se encontraba completamente solo, en un gran mundo y encerrado en un celda por culpa de unos ladrones mientras se dirigía a Aucus en busca de la única familia que le quedaba.
Intentó cambiar de pensamientos, pero cada vez que lo intentaba le resultaba más difícil. La verdad era que pocos pensamientos felices se le ocurrían en aquel momento.
- Eres muy poco amable, la verdad – habló Edenma sacando a Karibdys de sus pensamientos por segunda vez.
- ¿Cómo dices?
- Llegas aquí, ni te presentas, haces preguntas... y no te preocupas por los demás.
- Ehm, ¿perdona? – de qué estaba hablando aquella chica .
- Llevo aquí más tiempo que tú, y ni te interesa saber qué hago aquí.
- Lo siento –lo que le faltaba. Una niña mimada -. Es que estoy algo aturdido.
- No pasa nada – dijo volviéndole la cara y tumbándose en su cama- Buenas noches
- Buenas noches –no tenía ninguna gana de discutir con aquella muchacha. Mejor dejarla dormir y quedarse tranquilo. Durante unos minutos parecía que así había ocurrido, sin embargo unos sollozos irrumpieron el silencio de aquel lugar.
- He estado..... todo este tiempo en vilo cuidándote hasta que has abierto los ojos –volvió a hablar la chica con la voz entrecortada -. Y, sólo pretendía que me... que me tratases un poco mejor.
- ¿De... de verás? – la acababa de fastidiar-. Lo siento, yo no lo sabía.
- No... no te preocupes. Es que llevo aquí ya bastante tiempo.
- ¿Cuánto tiempo?
- Creo que tres o cuatro días. Me bajan comida desde entonces, pero no veo a nadie. Sólo a ti.
- ¿Y porqué estás aquí encerrada?
- Mi padre es un comerciante –se volvió a incorporar y se sentó al borde de su hamaca – y tiene una ruta de comercio entre los pueblos del río Elo. Pero hace unos días estos ladrones de poca monta nos sorprendieron. Éramos tres carros y un par de guardias, así que no hubo problema, pero apareció ese tal Satertel y lo fastidió todo. Cogió a mi padre y a los guardias y a mi y ya no he vuelto a saber más e ellos.
- Vaya –suspiró el joven. Esa muchacha no lo estaba pasando muy bien y él la había tratado de esa manera tan cruel. Iba a intentar solucionarlo, pero cómo -. Lo siento de veras. No sabía nada. Pero no te preocupes. Saldremos de aquí, te lo prometo.
- ¿De verdad? – la cara de Edenma cambió radicalmente y sonrió abiertamente. Quizá era la primera vez que lo hacía en muchos días -. Muchas gracias – y le besó en la mejilla. Karib se sonrojó y se apartó de ella como pudo en un intento de parecer lo más duro posible, pero no lo logró, pues ella le dedicó una tenue sonrisa.
- Bueno, lo intentaré, por lo menos.
- Gracias por todo.
Edenma se acercó al joven y fue entonces cuando pudo ver bien a la muchacha. Era castaña y de ojos oscuros y largas pestañas. Su piel estaba llena de pequeños arañazos y heridas y sus ropas igualmente deterioradas. Era un poco más baja que él, aunque parecía que debería de tener más o menos la misma edad que Karib. Su mirada, inconscientemente, se dirigió hacia sus senos, en este momento incipientes, y cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo retiró la mirada a la vez que se sonrojaba. La verdad, le habían parecido muy bellos.
Edenma le miró extrañada pero Karib apartó la vista tan rápido como pudo porque volvía a ponerse colorado mientras la muchacha volvía a reírse entre dientes. Parte de la tristeza que embargó al muchacho minutos antes había desaparecido. No podía rendirse en aquel momento. Debía de ayudar a Edenma a salir de aquel lugar sin embargo, y a pesar de aquel extraño comienzo, ninguno de los dos sabía como salir de allí.
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ay mi gripeeeeeeeeeeeeeeeee
snif snif snif
tengo la gripe burraquera por culpa de ir a contar pájaros y bañarme en pleno noviembre
en fin, aquí os dejo este nuevo capítulo, el 31, más largo tb de lo normal, y es q esta vez son así de largos. Weno, pos nada, q os guste q yo me voy a mejorarme un poco.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAATCHIIIIIS

nos e ves [tomaaa] [tomaaa] [tomaaa]
:) Me ha encantado, sigue por este camino que siempre es bueno amenizar la trama con posibles reacciones amorosas, además este tema (al igual que muad_did) lo sabéis llevar muy bien.

La rubia de coletas no sabe lo que se pierde. ;)
entonces te ha gustado?
hm me alegro me alegro. La verdad es que no sabía si iba a ser capaz de llevar a la vez una trama principal y, a la vez, meterle una de "amor" o "desamor", q no te voy a adelantar nada.

Y.. pondría otro capi, pero entre la gripe, las practicas ( 11 horas diarias de clase ) y mi dolor de cabeza........ toy que no puedo más.
Así q te dejo ( hoy no h epodio leer más q dos cosas ) que me voy a terminar un ejercicio de "política económica ambiental" ( toma ya [lapota] )
pos nada, ASIAS POR LEERME ningu. Ay q te quiero
[inlove] [inlove] [inlove] [inlove] [inlove] [inlove] [inlove]
jajajaja

nos e ves
2 respuestas