Escrito originalmente por LadyStarlight
pero sí que tengo que presumir de haber contribuido a que un fumador compulsivo lo deje (lo tengo amenazado, como se le ocurra volver a oler un cigarro se va a enterar, y si lees esto, ya sabes, iré a por ti para darte un guadañazo si no te lo da la parienta antes).
[tadoramo]Sí, mi Lady, a sus órdenes, mi Lady, no hará falta, mi Lady[tadoramo]
![loco [mad]](/images/smilies/nuevos/miedo.gif)
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Al lío. Hola, soy Frane y soy fumador (que malamente suena esto).
Poca gente sabe esto, pero weno, que salga el lorenzo por Antequera.
Tengo 34 años, fumo desde los 14 años. Desde los 18, fumo 2 paquetes diarios. En casos puntuales (guardias militares y maniobras) fumaba 4 paquetes y desde finales del 2002 fumaba 3 paquetes diarios, siempre tabaco negro, celtas, para ser más exacto.
Motivos, son muchas cosas, pero sobre todo los nervios, y últimamente, una serie de lesiones que vengo arrastrando, que sólo me proporcionaban dolor, mucho dolor, lo cual me pone más nervioso.
En junio del 2003 mi segadora me propuso dejar el tabaco, y como me encontraba en una situación psicológica fuerte, acepté el reto. Conseguí bajar de 3 paquetes a 2 cigarros, pero no lo dejaba. Poco a poco, sin darme cuenta, iba subiendo el ritmo.
En agosto, exáctamente el día 11, me operan de la espalda y permanezco ingresado 7 días. Antes de ingresar, le comenté a mi segadora que en el hospital iba a intantar dejarlo definitivamente, y ella, muy inteligente, me hizo prometerle que si lo dejaba, nunca más me acercaría a un cigarro, nunca más cogería uno, y yo que tengo la boca muy grande, se lo prometí. Pero no lo hice, en el hospital, en la habitación, fumaba.
Durante esa semana estuve pensando, y un jueves le dije a mi látigo de la justicia que cuando llegara a casa, quitara de en medio todo lo que me recordara al tabaco, ceniceros y mecheros.
El sábado 16 de agosto, sobre las 15:30 horas, me bajé del coche de mi viejo, encendí un cigarro, miré a mi látigo de la justicia y le dije "el último, te lo prometo", y como veis, mi boquita de piñón me pierde. Subí hasta mi casa y no entré, me fumé el cigarro fuera. Lo terminé, se lo di a mi látigo, para que lo apagara y entré en mi casa, hasta el día de hoy.
También me gusta fumar, no lo niego, pero al contrario que Sospe, a mi si que me afectaba, y mucho a la salud, soy alérgico, tengo muchos problemas de bronquitis, tenía un gallinero en el pecho, me axfisiaba más que el resto de compañeros en cualquier esfuerzo físico que realizara, y secundariamente, tosía, me atragantaba, y esa balsa del pecho, me afectaba a la espalda, por el mero hecho de no poder respirar y esforzarte para que te llegue el aire.
He recuperado perte del olfato, parte del gusto, respiro mejor, y lo mejor de todo, mi niña no tose tanto, se acatarra menos, ya he ganado mucho.
Despues de 153 días, todavía hay días que tengo ganas de fumar, hasta he tenido sueños con el tabaco, y el día 31 de diciembre casi fumo, pero gracias a los amigos no lo hice. Eso es algo que tendré que llevar siempre, por que me gusta fumar, pero intentaré no romper mis promesas, si no, no soy persona de fiar. Os parecerá una tontería, pero para mi es la ayuda que necesito para seguir sin fumar, y es lo más importante, así que seguiré en mis trece de cumplir mis promesas.
Siento el royo, espero que a alguien le sirva.
Enga, nos vemos.
Y más personal que lo que acabo de contar, creo que nunca más en la vida lo vereis de mi.