Nadie regala nada

Hola a quien lo lea.

El ejercicio matinal me despierta más que la dosis de café que cada mañana me meto en el cuerpo.
Trotar por los pasillos del metro con eterna prisa es lo que me despierta para afrontar un nuevo insípido día.

Mientras camino escucho un acordeón que pone la sarcástica banda sonora a la velocidad disimulada con la que todos corremos por los pasillos. Es una bonita música para comenzar el día. Miro al músico con desprecio, ¡Se podía buscar un trabajo coño! ¡Tiene que estar a las ocho de la mañana tocando un acordeón por los pasillos del metro! ¡Encima tiene la gorra en el suelo esperando que le demos una moneda...la gente solo sabe pedir!

El mal humor me dura exactamente diez pasos, al acabar el décimo me encuentro con dos jóvenes que reparten periódicos gratis. Me apresuro a coger uno no vaya a ser que me quede sin.

Ahora voy feliz en el metro mientras leo el periódico y tarareo la melodía que cantaba el acordeón. Nadie regala nada me digo a mi mismo tras leer mucha de la propaganda que lleva el periódico, mientras sigo tarareando la bella y rítmica canción.

Un saludo.
Me encanta la reflexión que dejas siempre que puedes. Y el hecho de que lo hagas con sutilidad le da el encanto que merece.

Mi guta!.
Hola a quien lo lea.

Gracias, me gusta que os guste y me encanta este foro.

PD: También me gusta el roscón de Corullón.

Un saludo.
Bonito contraste [risita] Me ha gustado mucho a mi también.
¡¡¡Más relatos cortos Kefalegereta!!! ^_^
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