Sin embargo, el juego se ha encontrado con un escollo importante en los análisis de los propios usuarios de la plataforma de Apple, que con casi 54.000 valoraciones sitúan la nota en 2,5 estrellas sobre 5. Independientemente de si las críticas se deben al requisito de conexión permanente del juego, a su esquema de monetización o a una falta de aprecio por su desarrollo, esta puntuación ha hecho mella sobre las acciones de la compañía.
Tras haber alcanzado un máximo de 30.000 yenes con la demostración en The Tonight Show la semana previa, las acciones de Nintendo recuperaron su valor medio reciente en torno a los 28.000 el día del lanzamiento, pero desde entonces la caída ha sido continua y ya supera el 11%. El compañero tecnológico de Nintendo en esta aventura, la desarrolladora japonesa DeNA Co. ha caído también un 14% en el mismo período.
Demostrando la obtención de los objetos más difíciles de los primeros niveles
Super Mario Run se puede descargar de forma gratuita, pero para desbloquear los niveles de su modo principal siguientes a los cuatro primeros hay que realizar un pago de 10 dólares. El juego no incluye las mecánicas habituales de muchos títulos de móviles orientadas a la monetización free-to-play, pero sí enfoca su desarrollo al perfeccionamiento iterativo, desbloqueando nuevos contenidos al completar los secretos de cada recorrido y planteando desafíos de tiempo y habilidad.
Para poner en perspectiva las cifras de descargas debemos considerar que el lanzamiento de Super Mario Run fue simultáneo en todo el mundo, frente a la aproximación escalonada de Pokémon GO. Por otra parte, sus 5 millones de recaudación en el primer día solo corresponden a activaciones y esos compradores no proporcionarán posteriores ingresos a la compañía; una situación diferente a la de la mayoría de los títulos con los que compite. También falta por evaluar la acogida que tendrá el juego cuando llegue a los dispositivos Android, lo cual no sucederá durante este 2016 según una entrevista concedida por Miyamoto a IGN.
