Siguiendo los pasos de Panasonic, Samsung ha confirmado que cesará la producción de pantallas de plasma el 30 de noviembre de este año. Detrás de esta decisión se encuentran dos motivos: El declive de la demanda global de estos televisores y los deseos de la compañía surcoreana de centrar sus recursos en los televisores UHD y curvos.
“Debido a los cambios en la demanda del mercado, tenemos la intención de continuar con nuestro negocio de PDP TV hasta finales de este año”, dijo un representante de la compañía a CNET. “Permanecemos comprometidos a proporcionar a los consumidores productos que satisfagan sus necesidades, y aumentaremos nuestro enfoque en las oportunidades de crecimiento de la televisión UHD y curvos”.
Samsung abandona el negocio de las pantallas de plasma dejando en el mercado la línea F8500 lanzada en 2013. Estos televisores cosecharon críticas muy positivas entre los entusiastas del cine en casa, pero parece que las alabanzas no fueron suficientes como para mantener la tecnología viva. Se desconoce hasta cuándo durará la disponibilidad de los F8500.
A medida que los fabricantes se han ido interesando por el 4K, el obstáculo de producir un televisor de plasma con esa resolución ha sido sin duda uno de los factores de la desaparición de esta tecnología. También se trata de una cuestión de costes: Los plasmas son más caros de fabricar que los LCD y LED. A pesar de que la calidad de las pantallas de plasma ha sido ampliamente aclamada, los usuarios han optado de forma masiva por los televisores LCD.
Con Panasonic y Samsung fuera de este mercado ya solo queda un fabricante de televisores de plasma, LG. La compañía surcoreana mantiene su línea de producción, pero según una información de la agencia Yonhap News también abandonará esta tecnología en un futuro próximo, y ya habría convertido una de sus líneas de producción PDP para hacer baterías solares.
