Dicho de otra forma, nos encontraríamos ante el sueño de todo cinéfilo o aficionado a los videojuegos.
El fabricante japonés no ha ofrecido mucha información sobre cómo ha logrado este hito, más allá de que su nueva pantalla incorpora una capa especial que permite modular la luz posterior del panel de forma selectiva.
El motivo por el que un panel OLED puede ofrecer un contraste superior con un negro absoluto es el hecho de que por su propia naturaleza permite el apagado individual de cada píxel, mientras que la iluminación de una pantalla LCD utiliza comúnmente LEDs periféricos fijos o (en el mejor de los casos) posteriores con atenuación local. En cualquiera de estos casos la distribución de la luz nunca es totalmente homogénea y se pueden producir fugas, algo que resulta especialmente evidente con las luces de la habitación apagadas.
La pantalla desarrollada por Panasonic trata de atajar esta situación con el uso de una capa intermedia de celdas que modula la luz que llega desde el sistema de retroiluminación a las celdas LCD. Estas celdas intermedias no solo evitan las temidas fugas de luz, sino que hacen posible controlar la intensidad de la iluminación de cada uno de los píxeles de forma individual, permitiendo abarcar punto por punto desde la oscuridad más absoluta a un brillo superior al de una pantalla OLED.
De acuerdo con Panasonic, la producción de este tipo de pantallas LCD IPS se puede realizar utilizando el equipamiento actual. Más aún, la compañía señala que las primeras pantallas de prueba comenzarán a llegar a las firmas interesadas en enero de 2017. Lo que todavía está por verse es si resultan económicamente ventajosas frente a las basadas en la tecnología OLED, puesto que (al menos inicialmente) Panasonic apunta a la creación de monitores profesionales para la producción cinematográfica, ingeniería y sistemas de imagen médica.
