Poco después de que Microsoft anunciara la adquisición de la franquicia Gears of War, miles de fans colapsaron el correo de Cliff Bleszinski obligándole a aclarar que no se involucrará en futuras entregas de la saga. "No me voy a mudar a Vancouver y trabajar en ello. No voy a ser un consultor" escribe en su blog el antiguo diseñador jefe de Epic Games.
"Mi antiguo empleador ha vendido la franquicia/IP Gears of War a Microsoft y mi amigo Rod Fergusson trabajará en ella", dice Bleszinski. "Para ser sinceros, no creo que la franquicia pueda estar en mejores manos. Caray, el usuario de Twitter de Rod, hasta hoy, es 'Gears Viking'. Gears es el bebé de Rod tanto como el mio. Cuidará bien de él".
"Mi cabeza está en el futuro en estos momentos, no el pasado. Estos eventos recientes han reforzado mi decisión de hacer algo completamente nuevo. Crucemos los dedos, pronto habrá noticias". Bleszinski ya lleva tiempo dando pistas sobre la posibilidad de desarrollar un juego propio que, según las últimas novedades, podría ser un shooter competitivo al estilo Unreal.
Como es habitual en el desarrollador, no dejó pasar la oportunidad para bromear sobre la posibilidad de Gears of War en una consola de Sony: "Supongo que esto pone el último clavo al ataúd a la pregunta de '¿Veremos alguna vez Gears en PlayStation?'". Al igual que deseó lo mejor para las próximas entregas de la saga de acción bajo el mando de Microsoft: "343 rompió moldes con Halo y creo que Black Tusk hará un trabajo fantástico con Gears".
Los chicos de Black Tusk, el nombre más conocido de Microsoft Game Studios Vancouver, serán los encargados de la nueva etapa de Gears of War. Y aunque el estudio no cuenta con grandes títulos a sus espaldas, entre sus miembros se encuentran veteranos con más de 12 años de experiencia en juegos como Crysis 2, Deus Ex: Human Revolution, God of War III, Uncharted o The Saboteur, además de estar capitaneados por el propio Fergusson.
