[MEGA DRIVE] Juego de la semana

Aborerto escribió:Os dejo un retro análisis que hice para mi blog. Espero que os mole.


Siempre he sido fanático de los juegos multijugador. Pero hablo del multijugador local, el clásico. Ese que jugábamos mano a mano con los amigotes. JAMÁS ningún online podrá hacer sombra a esa época en la que, teniendo ya un holgado catálogo de juegos para tu amada MegaDrive, invitabas a los amigos a pasar la tarde del viernes.
Lo primero, aprovisionarse de víveres para tan exigente esfuerzo:

-¡Mamaaaa! Hazme unos bocatas que esta tarde vienen los colegas. Y nada de Chipicola, saca la Coca-Cola de verdad, que si no mañana me crujen en el recreo.
-Claro cariño. ¿Quieres que prepare unos sándwiches de Nocilla, mi amor?
-¿Nocilla? ¡Eso es de niñatos! ¿No tenemos mortadela?
-No, sólo hay Nocilla. Bájate al Manolo si quieres y compra embutido, cielo.
-Que sea Nocilla entonces. Y mami, deja el bote a mano...

Mientras llegan los impresentables y siempre impuntuales colegas vas preparando el chiringuito:

• Mega Drive conectada y funcionando (hasta la enchufas a la cadena de música por la salida de cascos para tener sonido estéreo QTC*).
• Mandos no titulares (la mayoría clónicos y/o defectuosos) limpitos y conectados.
• Ropa interior, pijama y peluches infantiles escondidos.
• Merendola catada: en su punto.


El juego no se elige aún por educación, pero siempre hay que tener a mano algún Fifa, un Micromachines, el General Chaos, el Olympic Gold: Barcelona´92 y un Nba Live. Por si acaso, y como la consola es tuya, dejas puesto el regalo de reyes de la tía Julia que, por educación y respeto a la familia, has estado probando** durante toda la semana: Super Skidmarks.

Este juego de Acid Software, publicado por Codemasters para MegaDrive en 1995, fue un completo desconocido para la mayoría de los poseedores de una Mega Drive, lo que no quiere decir que fuera un juego mediocre, ni mucho menos. De hecho, la compañía inglesa supo aprovechar su dilatada experiencia en juegos de cochecitos multijugador y la tecnología J-Cart, usada en Micromachines o Pete Sampras, para completar un producto, bajo mi punto de vista, sobresaliente.

Super Skidmarks es un juego de carreras con vista isométrica y gráficos pre-renderizados. Mucho más semejante en apariencia (y jugabilidad) a Super Off Road que a su compañero Micromachines. Muchos medios tachan su apartado técnico de flojo, pero no podían estar más equivocados. Puede que cuente con una paleta limitada y que no haga gala de efectos gráficos espectaculares. Sin embargo, los cochecitos de colores se mueven con una fluidez pocas veces vista en un título de estas características en MegaDrive. Pero es que además, sus gráficos sencillos y su tremenda nitidez consiguen que jugarlo sea una experiencia deliciosa. No hay sobrecarga visual, ni distracciones, ni efectos molestos y ni mucho menos ralentizaciones, porque no hay que olvidar que corren hasta otros 5 coches controlados por la CPU.
En lo que sí cojea y de manera imperdonable es en modos de juego: Championship y Match Race. Punto. En el primero debemos completar 4 ligas de 12 carreras cada una. Y para cada liga contamos con un coche diferente, que varían en aceleración, velocidad y manejo. Para pasar a la siguiente liga debemos quedar entre los tres primeros puestos de la clasificación general.
Durante las carreras no disponemos de powerups, ni de nitro, ni de conchas azules. Aquí sólo cuentan la pericia y la habilidad del jugador para asimilar el comportamiento del coche y aprenderse el circuito, por lo que sólo se usa un botón para acelerar, otro para frenar y otro para la bocina. Función que parece inútil cuando jugamos solos, sí, pero que en una partida a cuatro bandas puede desatar una guerra psicológica de imprevisibles consecuencias...
En el modo Match Race, o lo que viene a ser partida rápida, podemos correr hasta cansarnos. También disponemos de puntuación general, pero entre carrera y carrera podemos cambiar de coche entre 5 disponibles, de serie de circuitos o configurar la velocidad del juego.

Está claro que el modo Championship en solitario puede acabar siendo bastante monótono para algunos jugadores, pero en Codemasters sabían que el tirón de Super Skidmarks sería el modo multijugador. Gracias al cartucho J-Cart, podemos juntarnos hasta cuatro amigotes sin necesidad de usar ningún hardware extra y jugar en cualquiera de los dos modos de juego (faltaría más). Siendo más de un jugador se puede elegir entre dividir la pantalla o jugar en una sola, en cuyo caso el gameplay se asemeja mucho al de Micromachines: los coches que quedan rezagados y se salen de la pantalla reaparecen más adelante y son penalizados con tiempo añadido. Lo suyo es jugar cada uno en su pantalla, de esta forma el juego torna en un chorreo de euros del que es difícil recuperarse. Y hablo con conocimiento de causa.
La cosa se pone mucho más interesante conforme sumamos partidas y vamos dominando el control de los distintos vehículos. No en vano, este cartucho hace gala de una curva de dificultad realmente buena. Al principio no haremos más que comer vallas, quitamiedos y perder euros, pero rápidamente podremos llevar el coche por donde queramos. Eso sí, Super Skidmarks es el típico juego "fácil de jugar, pero difícil de dominar". Así que si queremos ser el rey del recreo en el insti, lo mejor es seguir practicando entre semana, dejar de comprar Chipicola y quemar el pijama de los Power Rangers. De verdad, que al final los amigos SIEMPRE lo acaban encontrado. Y lo sabéis.

* Que te cagas.
** Te lo has pasado dos veces y eres capaz de jugar hasta con el mando al revés.

CURIOSIDADES:
• El cartucho es exclusivamente PAL. No se fabricó una versión NTSC. Tampoco funciona a 60hz aunque se use el mod de selector de hertzios para MegaDrive.
• La versión de Amiga permite hasta 8 jugadores y tiene la opción de crear tus propios vehículos.


TRUCOS:
Introducir como nombre de jugador:
GUARDIAN: Desbloquea los Fórmula 1 y el Acid Grand Prix.
CHOCMILK: Desbloquea la liga Bovine Warrior y las vacas.
SPRINTER: Desbloquea la liga Pro y la opción Nitro.
SPACEMAN: Gravedad baja.