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Joder, Bush le pregunta en castellano y ZP no sabe ni decirle "Good" o "Fine"
Aún así, lo importante es esto
La casi nula proyección exterior de José Luis Rodríguez Zapatero volvió ayer a pasar factura en la cumbre sobre el cambio climático convocada con motivo de la Asamblea General de la ONU convocada. Sus predecesores, Felipe González o José María Aznar, aprovechaban este tipo de cumbres para abordar asuntos internacionales urgentes o mantener reuniones de alto nivel, pero el presidente español continuó con su vuelo bajo, lo que provocó una escalada de críticas del PP y su entorno.
Zapatero sólo consiguió reuniones con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y los presidentes de Bolivia, Turquía y Mauritania. Fuera de agenda, se entrevistó con los mandatarios de Afganistán y Ecuador debido al fallecimiento, ayer en el país asiático, de dos soldados del Ejército español, uno de ellos de nacionalidad ecuatoriana.
Su programa contrasta el del presidente de Brasil, por ejemplo. Luiz Inácio Lula tenía cerradas nueve reuniones paralelas con jefes de Estado en su estancia en Nueva York, entre ellos el estadounidense George W. Bush, la alemana Angela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy.
En las tertulias radiofónicas se bromeaba ayer hasta con el grupo de trabajo que le había correspondido al presidente español: debatir sobre el cambio climático con los representantes de Micronesia o Mongolia, cuando Alemania estaba en un panel con la mayoría de los países europeos, junto a Rusia y Japón, mientras que Francia y Reino Unido actuaban juntas en otra mesa.
Pero los bromistas olvidaban que en el grupo de Zapatero estaban también los líderes de Argentina, China, Italia o Irán o que los Estados Federados de Micronesia formaron parte de lo que se llamó la Oceanía Española, donde aún perdura el idioma español.
El verdadero objetivo del viaje era intentar acercarse a Bush, que se niega a entrevistarse con el presidente español y ha limitado las relaciones entre ambos países a reuniones entre los respectivos ministerios. Las intensas gestiones de Miguel Ángel Moratinos, el titular de Exteriores, al final tuvieron éxito y Zapatero cenó anoche con un grupo de 25 jefes de Estado, entre los que se encontraba el líder norteamericano. Lo malo es que no hubo traductores (aunque sí una especie de sistema de traducción automatizada), y el presidente español no sabe idiomas, aunque está estudiando inglés, con reducido éxito por ahora.
Arístegui: la política exterior de ZP es “patética, ridícula y bananera”
“El Gobierno está muy por detrás de la sociedad española y de la empresa”, sentencia Gustavo Arístegui, responsable de Exterior del PP, quien define la “nula” política exterior de Zapatero como “patética, ridícula y bananera. Como tiene que conservar el voto de la extrema izquierda, su comportamiento es radical y errático. Ni conoce el mundo ni tiene credibilidad internacional”.
Arístegui relata una reflexión que le hizo “un altísimo dirigente europeo” cuyo nombre dice no poder revelar: “¡Qué desgracia la de España que tiene un presidente y un gobierno de mal gusto!”. Y justifica sus críticas en que su función es hacer oposición “y denunciar en toda regla la peor política exterior española desde el inicio de la democracia”.
En el Gobierno no hubo respuestas a la escalada de críticas contra la exigua política exterior de Zapatero, quien en estos tres años ha optado por centrarse en la política interior, en especial a causa de la negociación con la banda terrorista ETA. Su reducida actuación internacional es una constante en su gestión, de la que destacan el plantón que dio al presidente de Polonia porque estaba cansado y su permanente insistencia en acortar los viajes para poder dormir en La Moncloa con su familia.
El Confidencial