"Jesucristo prueba el queso Cabrales"
El tercer avenimiento de Jesús de Nazareth se ha manifestado en suelo asturiano, a la vera de unas escarpadas montañas en uno de los puntos más occidentales de la provincia, con ún cayado, una túnica blanca y antigüa, y unas sandalias gastadas, todo acompañado de una amortiguada barba y una corona de espinas, es Jesucristo.
No sabía donde estaba, desorientado, con miedo a que los Judíos le pudieran atacar en cualquier momento, nuestro amigo vaga solo y desamparado, con cierto temor por praderas verdes, se aventuraba por una ruta que parecia ser el único camino recorrible, acantilados, frío y llúvia, todo parecía estar en su contra, decide pedirle ayuda a diós invocándolo.
-Jesus: "Diós, soy yo, Jesús, tu hijo, ¿donde he renacido?, soy consciente de que he vuelto a la tierra, pero, padre, dígame por que motivo me has traido a este desamparado lugar".
Del único arbol que había a su alrededor aparecen tres palomas blancas, dos mueren y caen al suelo convirtiendose en gusanos al contacto de este, pero la tercera empieza a hablar.
-Diós: "Escúchame Jesucristo, heme aquí en desdicha figura para hablarte de algo muy importante y trascendental, el motivo de que te haya resucitado por tercera vez es para que conozcas un producto casero que hacen en estos parajes, te he hecho ver con los ojos los milagros que he considerado mas llamativos, como cuando convertí el agua en vino, te he hecho escuchar el canto de las sirenas con su melodía que cualquiera que no fuera diós sucumbiría para siempre perdiendo el alma, y te he hecho acariar el pelaje de mi caballo favorito Pegaso, ningún ser humano lo acarició jamás.
-Jesús: "Padre, sigo sin entender para que he venido a este lugar".
-Diós: "Silencio (grita con voz tenebrosa), estas aquí por que hoi tu sentido del paladar y el olfato obtendrán una esperiencia maravillosa".
La paloma desaparece en un estallído del cual sale un relámpago señalándole un lugar, una pequeña choza que se veía dificultosamente al final del camino.
Jesucristo se aventura por el sendero y llega hasta aquel paraje, era una casa de piedra y fuera de esta habia un extraño carruaje metálico donde no habia ninguna res atada para moverlo, podía ver su interior a traves de un extraño material invisible en el que las gotas caían y se resbalaban por el.
La puerta de la casa se abre y aparece un campesino, con voz amigable lo invita a pasar.
-Nicolas el campesino: "Pase a mi morada que está cogiendo una pingadura y se vá a resfriar".
Jesús acepta la invitación y entra en la morada, dentro había una chimenea con fuego vivo, una mesa, y un estraño objeto, Jesús conocía aquel artilugio, lo había visto antes, una tablilla metálica en la que aparecían imágenes de otros tiempos, otros lugares, Jesús le preguntó.
-Jesús: "Oiga, por que dispone usted de esa tablilla, es un artículo místico que le ha sido prohibido al ser humano, la mesa de salomón".
-Nicolas: "no se de que me habla, es mi nueva tablet, mire también tengo este drone que al activarlo hace un perimetraje de todo el entorno trasformandolo en una cartografía digital con la que puedo encontrar cuevas adecuadas para elaborar mi queso, es tradición en mi familia ya que mi bisabuelo empezó a hacerlo en el año mil novecientos ochenta y uno, y setenta años despues yo he sido el heredero para seguir elaborando este producto artesanal".
Jesucristo se dió cuenta que renació mas de dos mil años desde la última vez que pisó la Tierra, en el año dos mil cincuenta y uno.
Había muchas cosas que no entendía.
-Nicolas: "Mire, pruébelo".
Nicolas hunta un mendrugo de pan con el producto, de forma circular y un olor que haría huir a la güestia y se lo ofreció a Jesucristo. Este lo mira a regañadientes, lo huele y dice.
-Jesús: "no pienso comer esto, huele fatal, huele a las cárceles de Alejandría cuando las cloacas nos llegaban a la altura de los tobillos."
-Nicolas: "pero no se preocupe, en la boca sabe diferente, es otro contraste, pero no sea tonto, pruébelo".
Jesús con temor le mete un mordisco, tras caras raras de asco, abre los ojos con ímpetu y una lágrima cae de su mejilla.
-Jesús: Pero si está riquísimo, es un sabor que jamas he probado, y su olor, hasta me huele bién y todo ahora, oh Nicolas estoy gratamente sorprendido de tu queso, ¿como lo llamas?.
-Nicolas: "Se llama queso cabrales desde que naciera y tiempo atras, es muy famoso por todo el mundo, hace veinte años fue galardonado con un premio nobel al sabor".
En la estantería de la choza aparece la paloma blanca y le guiña un ojo a Jesús.
-Diós: " ¿que te dije Jesús hijo mío?, ya te he mostrado hasta donde pueden llegar los sentidos humanos, ¿con cual te quedas?.
El tercer avenimiento de Jesús fue recordado tiempo después y el queso cabrales empezó a venderse con forma de cruz.
Fín.
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