Textos para reflexionar sobre la paz

Estoy recopilando información para hacer actividades con los alumnos de la ESO, y había pensado en postearlas aquí también, por si queréis discutir aspectos. Sobre todo, nos ayudarán a reflexionar sobre la situación que desgraciadamente vivimos. Espero que os guste. Saludos.

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En la enésima manifestación contra la guerra celebrada en Barcelona, una niña de unos 5 años consiguió la emoción (y ovación) de muchos de los que nos manifestamos por el Paral•lel. Sola en el balcón de su casa y “armada” con una tapa de sartén y un cucharón, hacía sonar su grito de “no a la guerra”. Quizás aquella niña no sabía lo que quería decir “no a la guerra”, quizás ni siquiera sabía lo que quería decir “guerra”. Sin embargo, allí estaba ella, probablemente jugando, jugando a manifestarse por la paz.

LA VANGUARDIA - 25/03/2003

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La paz duradera es premisa y requisito para el ejercicio de todos los derechos y deberes humanos. No la paz del silencio, de los hombres y mujeres silenciosos, silenciadas. La paz de la libertad - y por tanto de leyes justas -, de la alegría, de la igualdad, de la solidaridad, donde todos los ciudadanos cuentan, conviven, comparten.

No basta con la denuncia. Es tiempo de acción. No basta con conocer, escandalizados, el número de niños explotados sexual o laboralmente, el número de refugiados o de hambrientos. Se trata de reaccionar, cada uno en la medida de sus posibilidades. No hay que contemplar solamente lo que hace el gobierno. Tenemos que desprendernos de una parte de "lo nuestro". Hay que dar. Hay que darse.

¡Los derechos humanos! En los albores de un nuevo milenio, ésta debe ser nuestra utopía: ponerlos en práctica, completarlos, vivirlos, revivirlos, reavivarlos cada amanecer. Ninguna nación, institución o persona debe sentirse autorizada a poseer y representar los derechos humanos ni menos aún a otorgar credenciales a los demás. Los derechos humanos no se tienen ni se ofrecen, sino que se conquistan y se merecen cada día.


Fragmentos pertenecientes a “El Derecho Humano a la Paz. Declaración del Director General de la UNESCO”; París, Francia, enero de 1997.

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SOLDADO SÍ

Madre, dicen que debemos
ir a matar o a morir,
y los que lo dicen, madre,
nos están matando aquí.
Soldado así yo no quiero.
Soldado yo,
soldado contra mi hermano,
soldado no.
Frente al tirano y sus leyes
yo mi corazón pondría
para que volviera el aire,
para que volviera el aire
por tu casa y por la mía.
Soldado así yo sería.
Soldado así,
soldado junto a mi hermano,
soldado así.

(Poema escrito por José Agustín Goytisolo)

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DECÁLOGO PARA CRECER EN LA PAZ

1. Eres alguien muy importante. Quiérete.
2. Valora tus amigos. Les dará seguridad.
3. Descubre todo lo que te une a los demás por encima de lo que te separa.
4. Respeta las opiniones. Así contribuirás al diálogo.
5. Aprende a escuchar, comprenderás mejor a los demás.
6. Esfuérzate por terminar bien tus tareas. Disfrutarás con el resultado.
7. Cumple con tus responsabilidades, los demás lo necesitan.
8. Trabaja en grupo. Nadie sabe más que todos juntos.
9. Comparte tus cosas con los demás. Te hará muy feliz.
10. Pon paz dentro de ti, de esta forma estarás poniendo también paz a tu alrededor.


(Texto tomado de Internet)

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LA PAZ

• La paz presupone la plena preservación del amor, la compasión, la dignidad humana y la justicia.
• La paz entraña la comprensión del hecho de que todos somos interdependientes y estamos relacionados los unos con los otros. Individual y colectivamente, somos responsables del bien común, que incluye el bienestar de las generaciones futuras.
• La paz nos exige que respetemos la Tierra y todas las formas de vida, especialmente la vida humana.
• La paz es un viaje, un proceso que no tiene fin.


(JOAQUIM XICOY, Presidente del Parlamento Catalán
FEDERICO MAYOR, Director General de la UNESCO)

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Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.

(Fragmento de la declaración de independencia de los Estados Unidos de América -4 de julio de 1776)

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UNA TARDE DE OTOÑO

Mi hermano perteneció a la 82ª División Aerotransportada que tenía su campo de entrenamiento cerca de Columbus, Georgia. Supimos que le habían enviado al norte de África, pero cuando recibimos la noticia de su muerte nos dijeron que había caído en Francia el 21 de agosto de 1944. Tenía diecinueve años.
Esto es lo que recuerdo de la tarde en que me enteré de la terrible noticia.

No voy a decir que tuve alguna intuición o presentimiento de lo que iba a suceder aquel día. Caminé hacia casa, después de que el autobús del colegio me dejara al final de nuestra calle, sin tener la menor idea de lo que me aguardaba. Recuerdo que era la mejor época del año, uno de esos días dorados de finales de verano, con el otoño en cierne. Las hojas de los árboles empezaban a cambiar de color preparándose para su intenso canto del cisne, antes de entrar en la sombría estación que nos esperaba.
Corría el año 1944 y yo empezaba mi segundo curso en el instituto. Mi madre y yo estábamos casi siempre solas en la vieja casa de campo que habíamos heredado de mis abuelos paternos. Nuestra pequeña propiedad estaba rodeada de granjas de vacas en el norte del estado de Nueva York. Mi padre trabajaba en el Canal de Barge y sólo venía a casa los fines de semana, en parte debido a la distancia, y en parte, al estricto racionamiento de gasolina que estaba en vigor. Mi hermano se había alistado como paracaidista nada más salir del instituto y había embarcado para ultramar en marzo de aquel mismo año. Sus cartas nos llegaban del norte de África pero dejaban entrever que pronto lo trasladarían a otro destino.
Al entrar en casa por la cocina me di cuenta de que algo había ocurrido. Nubes de vapor ascendían desde la gran cafetera de aluminio colocada en el fuego y varios tarros de cristal vacíos estaban alineados sobre un paño de cocina extendido en la mesa. Otros utensilios para preparar mermelada –cuchillos, cazos y embudos- estaban tirados por todos lados. La caja que contenía los aros de goma rojos que se usaban para cerrar herméticamente los tarros estaba abierta. Parecía como si toda la actividad de aquella habitación se hubiera detenido hacía tan sólo un instante. ¿A qué se debía aquel silencio? ¿Dónde estaba mi madre? Ella siempre me recibía en la cocina cuando volvía a casa. Mientras la buscaba por la casa, recuerdo haberme fijado en un brillante rayo de sol vespertino que iluminaba un cesto de tomates. Estaban resplandecientes en aquel rojo encendido.
Nuestro comedor daba al norte de la casa y siempre estaba oscuro. En la penumbra, vi sobre la mesa un papel amarillo arrugado y en aquel terrible instante me di cuenta de todo. En el papel estaban escritas las palabras más temidas en aquellos tiempos de guerra: “Lamentamos comunicarle…”


Willa Parks Ward
Jacksonville, Florida
El poema y el ultimo texto son verdaderamente sobrecogedores.

Aunque el que más da que pensar el el primero. Invita a pensar por un o mismo. Hemos de tener claras nuestras ideas y no dejarnos llevar por el peso de la mayoría. Creo que has hecho unas excelentes elecciones si pretendes que se abra un debate en tu clase.

Ya nos contarás cómo van las actividades. Seguro que alguno de tus alumnos te sorprende agradablemente.
Yo creo que saldrá bien, porque pretendemos hacer una serie de actividades con un hilo conductor: la paz. He tratado de escoger textos un poco variados, y desde todos los puntos de vista, por supuesto, también el del soldado, y el de la familia que pierde a un combatiente. Este hilo está abierto, y si tenéis cosas que poner, tanto vuestras como de otra gente, yo encantado. Me gustaría poder leer a los chavales cosas vuestras, si os animáis. Abrazos y gracias por leerlo Sickboy!
Me gustaría poder leer a los chavales cosas vuestras, si os animáis


En el anuario hay un texto que me parece que estaría interesante meter ahí. ;) ;)
Prado, que tal te parecería meter la traducción de Knocking On Heaven´s Door de Bob Dylan? Es muy contraria a la guerra y muy bonita. O Sunday Blooday Sunday de U2 [toctoc]
Jurl, buscaré en el almanaque. Gracias jesu jeje, fíjate que de Dylan había pensado poner algo, pero lo dejé aparcado. Y sí, de U2 podríamos meter algo, sobre todo después de ver la película "bloody sunday", recientemente estrenada (interesante película, la has visto?) Abrazoso a los dos!
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