Una multitud de méritos propios y de "primeras veces" que en muchos casos han provocado el salto a la cultura popular. A continuación, los personajes más influyentes de los videojuegos y los títulos de honor que se han ganado a pulso:
7. Pac-Man "El icono"
EOLímetro: 6%
Cuando eso de los arcades empezaba a coger inercia, Pac-Man fue el primero en sacar a relucir la importancia de cambiar el "qué" por el "quién". En una pequeña genialidad que hoy podría pasar desapercibida, Namco bautizó en su maquinita de 1980 a la pizza amarilla protagonista y a sus cuatro fantasmagóricos némesis.
Incansablemente atosigado por Inky, Pinky, Blinky y Clyde, los jugadores entendieron que identificarse con Pac-Man era mucho más fácil que hacerlo con una raya blanca o con un Sheriff que responde al nombre de su oficio. Como consecuencia, el comecocos rompió la barrera de las recreativas para saltar a las fiambreras, juegos de mesa, cereales e incluso a un álbum musical cuyo single llegó al número 9 de las listas de éxitos americanas en 1982.
A día de hoy Pac-Man sigue ejerciendo su cargo de icono alimentado por la nostalgia que provocó ser el primer "personaje" verdadero. De hecho, todavía en 2008 la tasa de reconocimiento de Pac-Man en el público estadounidense se situaba en el 94%. Una cifra que supera las de Mario, Sonic o Ben Affleck antes de convertirse en Batman.
6. Solid Snake "El soldado"
EOLímetro: 6%
Cuando la idea básica para crear un personaje es mezclar en una batidora todo lo bueno de un montón de películas de los 80 es imposible ir mal encaminado. Con este planteamiento en mente, Kojima se montó su propio Frankenstein cogiendo pedazos de la saga Rambo, 1997: Escape en Nueva York y Terminator entre otras, junto a toques de Jean Claude Van Damme y Christopher Walken.
Durante sus dos primeras misiones, Solid Snake ya hizo méritos como el comando perfecto. Sin embargo, fue en su tercer encargo donde la personalidad de Snake se volvió más "Solid" al encontrarse de lleno con la ambigüedad de una guerra que no tiene buenos o malos, solo víctimas. Después llegarían los clones, las nanomáquinas y los balones fuera de Kojima-san.
El legado de Solid Snake en los videojuegos parte de una lectura de inusitada complejidad del conflicto que le rodea. Snake ha aportado un lado humano a las misiones digitales que hasta antes de su aparición carecían de cualquier transcendencia. Eso y su manejo de la caja de cartón, por supuesto.
5. Lara Croft "La sex symbol"
EOLímetro: 7%
Puede que Samus empezara aquello de ser una mujer y protagonizar un videojuego, pero Lara lo llevó a un terreno totalmente diferente. Aristócrata, aventurera y arqueóloga ("todo en una"), Lara Croft es uno de los mayores shocks que el mundo del videojuego ha lanzado al mismo corazón de la cultura popular.
El padre de la criatura, Toby Gard, reconoce en retrospectiva que en un principio pretendía que Lara fuera sexy "pero solo por su poder", lejos de las "bollycaos" y las "dominatrix" clásicas. Y bien es cierto que Lara posee habilidades de sobra para la aventura, pero una vez fuera del cerebro de Gard, las formas de la protagonista de Tomb Raider no tuvieron más remedio que romper la barrera digital para convertirla en el primer icono sexual del videojuego.
Lara deja en su haber nada menos que seis records Guinness y una generación de chavales repitiendo sin descanso el truco de patio de escuela que aseguraba un desnudo integral de la protagonista. Pese a sus logros, Lara apenas superó con vida el batacazo de El Ángel de la Oscuridad obligando a reducir el ritmo hasta que Square Enix cogió el relevo en 2013 con una reinvención de la protagonista que hace valer sus dotes de aventura muy por encima de su físico.
4. Ryu "El luchador"
EOLímetro: 7%
Patrick Miller del portal Shoryuken describe a Ryu en su reciente e-book "De Aporreabotones a Maestro" como "el Adán de los juegos de lucha". Esta aventurada comparación bien podría una hipérbole del autor, si no fuera porque las 200 páginas restantes del libro se dedican a enseñar la esencia de la lucha digital utilizando a Ryu como único ejemplo.
El luchador más conocido de Street Fighter posee uno de los repertorios de movimientos más equilibrados, tanto dentro de su propia serie como en el panorama general de los juegos de lucha. Aunque ciertas sagas han intentado escapar de la influencia de Ryu, es difícil encontrar títulos que no guarden en su código trazas de las mecánicas estrenadas por el personaje que lanzó el primer Hadouken.
Más allá de su papel como catalizador del género de peleas, Ryu es la quinta esencia del luchador solitario embarcado en una búsqueda transcendental para encontrar el rival perfecto. Un inaccesible semblante de maestro de karate que solo se rompe para demostrar de vez en cuando su memorable rivalidad amistosa con Ken Masters.
3. Link "El héroe"
EOLímetro: 8%
Ni el más avezado jugador se libra del ocasional cruce de cables mental de llamar a Link por el nombre de su princesa en apuros. Ante una confusión tan frecuente, lo fácil sería enfadarse y reclamar el derecho a que el nombre del protagonista figure en el título. Sin embargo, al bueno de Link probablemente no le importe lo más mínimo el asunto.
Humilde, valiente y casi siempre de pocas palabras, Link ha hecho suyo el concepto de héroe sencillo que se antepone a la adversidad por un ser querido. Link comienza la mayoría de sus aventuras sin una espada en la mano, pero siempre termina por convertirse en uno de los guerreros más hábiles del reino de Hyrule porque la situación lo requiere.
Como no podría ser de otro modo, el carácter de Link forma parte de un plan de Miyamoto para que los jugadores de The Legend of Zelda experimenten el proceso de convertirse en héroe. Junto a esta característica, Link también puede presumir de ser el personaje que más veces se ha reinventado a lo largo de su historia sin perder su esencia. Aunque eso sí, dejándonos una línea temporal que puede provocar roturas de cadera.
2. Sonic "El aspirante"
EOLímetro: 9%
Paradójicamente, la relevancia del erizo más rápido del mundo no tiene tanto que ver con su velocidad como con la carrera librada mano a mano en la década de los 90 con la mascota de Nintendo. Después de que Mario saltase por encima de Pac-Man como personaje de videojuego por antonomasia, el departamento AM8 de Sega disparó una bala azul supersónica que acortó distancias de inmediato e hizo titubear al fontanero italiano hasta el día de hoy.
A diferencia de su principal competidor, Sonic no tardó demasiados juegos en desarrollar una fuerte personalidad con rasgos adolescentes que dejaba muy claro que el erizo no era "cosa de niños". En plena ebullición de la Generación X, Sonic se convirtió en un imán de lo guay con botas de Michael Jackson, una forma de Super Saiyan y desinterés evidente por los amoríos con Amy Rose.
El reconocimiento de Sonic es tan robusto que ha sobrevivido al retroceso estratégico de su compañía, a su aparición en múltiples títulos de dudosa calidad y a la "traición" de aparecer en plataformas de su histórico enemigo. Aún con todo esto, el erizo sigue figurando frecuentemente entre los tres personajes de videojuego más reconocidos, preparándose estos momentos para lanzarse a su próxima carrera. Ahora con bufanda nueva.
1. Mario "El protagonista"
EOLímetro: 18%
Para sorpresa de exactamente cero personas, Mario es y seguirá siendo durante mucho tiempo el personaje de videojuego más influyente de la historia. Lo que sí puede sorprender a muchos es que el fontanero italiano haya triunfado como ningún otro precisamente por no dedicarse a reinventar la rueda, sino a hacer aquello para lo que ha nacido: Ser el protagonista.
Lejos de tratarse de un cúmulo de decisiones artísticas con visión de futuro, el origen de Mario responde a las pocas ganas que Miyamoto tenía de complicarse la vida al dibujar el personaje. Así, la gorra del primer Mario evita la necesidad de cejas, frente y pelo; el mostacho y la nariz gigante sustituyen a la boca; y el traje rojo y azul original asegura un correcto contraste entre las extremidades del personaje y el fondo.
La rápida popularidad de Mario en la era de 8 bits sorprendió al propio Miyamoto, que lo había diseñado como un protagonista polivalente que se pudiera utilizar en todos los juegos donde hiciera falta. Quizá de forma inconsciente para el genio de Nintendo, esta filosofía conformó la unidad mínima de personaje que necesitaba un videojuego, colocando de paso el listón de entrada para los pretendientes al trono que llegaron después.
Nintendo decidió entonces que su mascota seguiría una línea comedida a lo largo de los años, manteniendo a propósito el desarrollo de la personalidad de Mario bajo mínimos, incluso por debajo de su hermano Luigi o de su querida Peach. Esta fórmula hace de Mario una base firme y atemporal que no se ve afectada por cambios de tendencia o por los intentos de complicar a las estrellas digitales. Vayan hacia donde vayan los videojuegos, Mario irá con ellos para volver a ser el protagonista de unos cuantos.
Y la próxima semana...
Aprovechando la llegada de agosto preguntaremos por videojuegos de verano, y ya estamos recogiendo sugerencias. ¡Cuantas más mejor!
